Tu idea mola

Tu idea mola, de Mr Wonderful

tu idea molaTodos los días nacen ideas nuevas. Y todos los días, como han nacido mueren. Pero que eso no nos lleve al desánimo, porque de lo que aquí se trata es de avanzar y no perder nuestra alegría por el camino. Las ideas se construyen de cero, a veces porque nos viene la inspiración o, azares de la vida, porque se han unido una serie de ideas más pequeñas que han conseguido crear algo muy grande. ¿Funcionará o no funcionará? Esa es la pregunta que nos hacemos cada día, cuando nos levantamos y vemos el trabajo que tenemos por delante. ¿Es, entonces, un sinsentido ponernos a trabajar en ello? Para nada. Este mundo no está hecho por los cobardes. Así que hay que arremangarse, echarse al lado, y pelear como si estuviéramos en una de esas peleas en el barro que aparecen en las películas. Tu idea mola es Mr Wonderful en estado puro, y quizá por eso uno se anima a leerlo y sabe que acabará su lectura con otro pensamiento, con otra sensación. Del desánimo, del “estoy hasta los mismísimos” a “veo una lucecilla ahí al fondo”, o incluso de humor más negro a otro más blanco. Porque las ideas necesitan de alimento y de buenas palabras. Así es la cosa: nosotros no nos levantamos y luchamos por lo nuestro pensando que vamos a encontrarnos dificultades siempre. Si esto fuera así, mejor sería darnos por vencidos y pensar en otra cosa. ¿Tienes una idea que llevar a cabo? Lee este libro. Quizá no sea un manual al uso y técnico sobre qué hacer para que un negocio salga a la luz, pero sí al menos servirá como acicate para que esa idea, tu presente (y esperemos que tu futuro) se lleve a cabo. Porque los valientes servimos para eso ¿no? Para conseguir lo que nos proponemos, luchando por ello, y sintiéndolo como nuestro.

Mr Wonderful despuntó, hace unos años, como una de esas empresas que, con personas detrás (nunca hay que olvidar esto, por favor, hay personas detrás de cada proyecto) que creían en lo que hacían, que se divertían con lo que hacían y que, con la pasión pegada en los talones, crearon una empresa que, ahora, nos alegra las mañanas a más de uno. Sin ir más lejos, yo, en mi haber, tengo un libro, dos tazas y un tampón que me animan a las mañanas y así empiezo el día con otro humor. Así es como empiezo esta reseña de Tu idea mola porque me parece relevante saber, y sobre todo enfatizar, que ellos, los autores, creen en lo que hacen y lo quieren como si fuera un hijo suyo. ¿Cuántas ideas, buenas no buenísimas, se han ido al retrete porque uno no amaba lo que hacía? Esa es una de las claves por las que podremos ponernos en marcha y hacer realidad nuestro pequeño sueño. Después veremos las complicaciones, esa burocracia excesiva que intentará desanimar hasta el héroe más valeroso del cuento, pero sin eso, sin el principio, sin desear y amar aquello que queremos crear, no podremos hacer frente a todo lo demás. Eso es lo que aprendemos con este libro. ¿No está mal, verdad?

Si yo tuviera que hablar de Mr Wonderful, es curioso porque no lo haría desde el punto de vista de una empresa, sino desde un estado emocional. Sí, sé que suena raro, pero me voy a explicar. El simple hecho de que una idea como la que plantean los autores en Tu idea mola consiga que, con mensajes directos y optimistas, nos hagan enfilar el camino con otra cara, ya es sinónimo de que algo se está haciendo bien. De acuerdo, no todo en esta vida (y en la empresarial, menos) es fruto de la actitud, habrá millones de pequeños detalles que harán que juremos en hebreo porque parece que nos ponen zancadillas para que no llevemos a cabo nuestra idea, pero soy de la firme creencia que, con un poco de positividad, cuando todo el mundo alrededor te está intentando poner baches, es tomarse las cosas desde un punto de vista inteligente y, lo que es más importante, sano. Hay que centrarse en nuestros valores, en lo que nos divierte, en lo que deseamos, en lo que se convierte en nuestra pasión. Será entonces cuando podamos seguir adelante. Este libro amplía esa sensación. Yo, que siempre quise tener un negocio propio, que pretendía montar una librería, un sitio donde poder reunirme con los lectores y crear la relación perfecta, me vi con el sueño truncado por numerosas cuestiones. Pero eso no me desanimó para seguir pensando en ello. Sólo requería el momento adecuado. No sé si este será, quizá tenga que esperar un poco más, pero el caso es que cuando pienso en ello, cuando leo algo como Tu idea mola me entran más fuerzas para seguir adelante. ¿No es eso muy especial? ¿Y no es más especial todavía que sea, precisamente un libro, el que propicie todo eso?

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