Batman #1 – 5

Batman #1 – 5, de Scott Snyder, Greg Capullo y Tony S. Daniel

batman 1Lo primero, pongámonos en situación. Para todos aquellos que no estén familiarizados con el mundo del cómic, y con el universo DC, creo que es de recibo poner en antecedentes de lo que aquí ha sucedido. Hace años las aventuras de Batman y su equipo llenaron las páginas de historias con críticas y alabanzas a partes iguales. Series que se vivieron con entusiasmo o con un grito a lo WTF! en toda regla. Pero después de un largo camino, el reboot hace acto de presencia para que, aquellos que no consiguieron familiarizarse con los personajes de los cómics, pudieran verse impulsados a caer en las redes, en este caso, del murciélago más famoso del mundo. Esto es lo que se conoce como Nueva Universo DC, un nuevo principio que augura nuevas historias llenas de contenido, llenas de momento memorables y, por qué no decirlo, algún que otro patinazo.

Una vez establecido de lo que vamos a hablar aquí, toca el turno de hablar de una serie que, en mi caso, se está convirtiendo en una que no puedo dejar de seguir. Uno de esos arcos argumentales que, ya desde el inicio, ha marcado una tendencia a la hora de hacerme con las series de mis personajes favoritos. Conste en un primer momento que el caballero oscuro no ha llamado mi atención especialmente, pero es ahora cuando puedo decir a todo el mundo que dé la bienvenida a un nuevo Batman y a todo el mundo que le rodea.

 

En un primer número para ponernos en situación, se nos presenta una ciudad asediada por el crimen, al que un sólo hombre, con su traje negro de murciélago parece dispuesto a hacer frente. Pero aun así, se empieza a intuir por dónde van los tiros, explicándonos que hay un Tribunal de los Búhos que se esconde en las sombras, que hay algo que no nos está permitido ver todavía, pero del que estamos seguros que oiremos hablar en los siguientes números de la colección (y creedme, sólo por los números que siguen, todo el mundo debería hacer un acto de valentía y empezar esta colección desde ya). Un número de presentación que Scott Snyder al guión y Greg Capullo a los lápices, nos demuestran una vez más por qué son uno de los autores referencia del actual mundo de los cómics. Pero una de las cosas malas que tiene este mundo de los números mensuales es que, cuando ya creías que una colección iba a seguir unos derroteros, de repente te los cambian todos, y abres una nueva historia pensando que vas a encontrar más de lo que llevas esperando, para encontrarte algo bien distinto.

Tribunal de los buhos

Para mí, los dos siguientes números, el 2 y el 3, son absolutamente prescindibles. Sí, es cierto, aparece el Joker, aparece uno de los villanos por excelencia del mundo de Batman, y aunque lo que en sus páginas acontece se refiera a lo que sucederá más adelante cuando la serie principal termine, la historia que se desarrolla en este punto no aporta nada más que efectismo y alguna que otra cara de sorpresa que, para los que seguimos lo que se publica sobre el universo DC, supone casi una pequeña bofetada en nuestra preciosa cara (por eso os puedo decir que si queréis seguir bien esta colección, compréis el primero y después os vayáis directamente al cuarto, no os arrepentiréis). Y esto lo dice alguien que opina que el Joker es uno de esos personajes que siempre traen algo bueno, que siempre dan la campanada y que, sólo con ver su sombra en algunas de las imágenes del cómic, ya se me pone la carne de gallina. Pero esta vez, por mucho que lo intente, no puedo decir que estos dos números hayan supuesto una gran novedad, ya que lo que yo quiero es saber más sobre los Búhos de los que os hablaba antes y que, en los siguientes números, llevarán a este humilde redactor a vivir uno de los mejores momentos de una serie que promete, vaya que sí promete.

Joker

Y llega el 4. Y yo babeo. Babeo como el perro de Paulov al oír la campanilla sonar. Porque eso significa que va a llegar lo bueno, lo bueno de verdad. Y es cuando vuelve a mi garganta el WTF! que tanto estaba esperando. ¿Donde habías estado Batman? Comienza así, de verdad de la buena, uno de los mejores momentos de Batman, unos enemigos a la altura, un juego psicológico del gato y el ratón, o de búhos contra murciélagos, que como si fuera una de esas novelas de suspense, pone la carne en el asador para hacernos vivir momentos en los que tu piensas: ¡No, no puede ser, esto no puede estar pasando, pero, ¿ya se ha acabado el número de este mes? Cabrones, ¿y qué hago yo ahora hasta el número siguiente? Pues lo único que podía hacer era morderme las uñas, esperar con verdadera impaciencia el quinto número de una serie que me hacía latir el corazón a toda leche. Pero no, no os penséis que todo esto se acaba aquí, porque lo que nos espera es de no echar gota, de sentarte cómodo en tu asiento y pensar que no puede ser, que otra vez te lo han vuelto a hacer, que de verdad esto es muy bueno, que Scott Snyder está jugando con tus sentimientos de una manera casi denunciable y que Greg Capullo se merece un premio por acompañar con imágenes algo grande. ¿Y por qué? Porque lo que acontece en el número 5 de esta serie es, sino puedo decir todavía el mejor número de la serie, se le acerca. Batman ha caído en la trampa, Batman se nos muestra aquí como un hombre torturado por su pasado, y mucho más importante por su presente. Pero lo más importante que sucede en estas páginas es que, por una vez, sospechamos que el Tribunal de los Búhos es mucho más de lo que nos creíamos, que no son simplemente una sociedad secreta que se dedican al crimen porque sí, tienen una motivación, y esa motivación es la clave para todo lo que está sucediendo, y está por llegar. Y ese final, esas últimas palabras que nos indican que la guerra, sí, la guerra, ya está empezada y que todo presagia, como en las mejores historias que están por venir, que el final puede tener consecuencias dramáticas.

Batman

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