Chesil Beach

Chesil Beach, de Ian McEwan


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El principio de la novela ya deja muy claro de qué va a ir la historia: “Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible. Pero nunca es fácil.” ¿Qué os parece la expresión “claramente imposible”? A mí sobre todo me llamó mucho la atención, y me puso en guardia sobre lo que iba a acontecer.


Ante nosotros se nos presenta el desencuentro de dos jóvenes que se aman con locura y que proceden de mundos distintos. A un lado de la cama está Florence, que proviene de una familia acomodada, y que se muestra completamente asustada ante la perspectiva de lo que le viene encima. ¿Qué es lo que se le viene encima? Una situación para ella incontrolable, algo que tendría que ser natural entre dos jóvenes que se quieren, pero que aquí se convierte en un muro inconquistable. Ella ha recibido una educación sexual nula y tiene una visión del tema repugnante y llena de prejuicios. Al otro lado está Edward, que pertenece a una familia del fondo de la clase media, impaciente y mortificado por dejar alto el pabellón. El resultado es tan desastroso como previsible.

La acción tiene lugar a principios de los años sesenta. La elección de la época no es casual. Es un momento previo a que las relaciones se vivan de manera más abierta. Pero en la época a la que les toca vivir a los protagonistas aún predominan la incomunicación, los sentimientos de culpa, el miedo al sexo y la mojigatería.

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Simplificando mucho, la obra está estructurada en dos bloques: el primero es una gran escena, alargada, en la que se narra una sola noche: la noche de bodas de Florence y Edward. El segundo es un resumen, donde se muestran las consecuencias de esa noche y su trascendencia en la vida de los dos. Resulta muy relevante este contraste: peso más una noche que toda una vida. De hecho, McEwan llegó a decir en una entrevista que “toda la novela surge de una idea que tuve hace tiempo y que me obsesiona: cómo puede cambiar toda tu vida en un momento”.

Para hacernos saber de dónde vienen estos dos personajes, cómo se conocieron y las experiencias que han vivido antes de la noche de bodas, el autor intercala de forma inteligente numerosos flashbacks. A parte de ser ideales para tomar aire y aparcar por un momento la tensión de la escena, nos ofrece información que te da las pistas necesarias para que le busques las posibles explicaciones al fiasco. Porque el autor no lo hace. Te sugiere las preguntas y las deja ahí, en el aire.

La impresión que me deja McEwan después de leerlo por primera vez  es que tiene mucha capacidad para crear personajes y situaciones. Es un maestro en trabajar el poco a poco, consiguiendo que un libro lento enganche rápidamente. Un ejemplo que me parece un punto culminante: la escena del beso. Para los que nos gusta juntar letras, es un modelo admirable de cómo se tiene que llevar a cabo un salto de foco: estás con él y con ella, vives el control que quiere ejercer Florence y las arremetidas de Edward, todo sin caer en la cursilería, todo el rato en la mente de los dos.

En definitiva, es una lectura que recomiendo fervientemente. Se disfruta y deja huella. Por mi parte, no será lo último que lea de McEwan.
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Paco López León

7 comentarios en «Chesil Beach»

  1. Hola Paco!

    Despues de leer Expiación, quise leer más de este autor, así que me dicidí por este libro, y he de decir que coincido contigo; McEwan es un maestro describiendo los momentos y los perfiles psicológicos de los personajes, llegas a meterte dentro de cada uno de ellos, sus libros son lentos pero sabe perfectamente romper el ritmo en el momento preciso.

    Me has hecho recordar muy gratamente este libro.

    Un abrazo!

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  2. Buena reseña de este libro que aún tengo pendiente y que me interesa mucho por ver cómo logra el autor dar verosimilitud a la trascendencia de ese momento concreto y único que la da vida. Saludos.

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  3. Bueno, en este momento estoy leyendo un libro de McEwan y tiene mucho de lo que vos contás en la reseña.
    La creación de flashbacks, una situación particular que cambia toda la vida de las personas, las preguntas para que vos vayas armando lo que les está sucediendo a los personajes.

    Creo que esta será una obra que lea de McEwan porque hasta ahora el libro que estoy leyendo, me atrae mucho!!!

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  4. No he leído nada de este autor, pero la reseña me ha gustado mucho.

    Siempre me han llamado la atención los autores que no resuelven todas las preguntas, porque eso da más margen al lector para formular hipótesis.

    Saludos.

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  5. Chesil beach es una novela casi perfecta, elegida la mejor novela del 2.008 por Babelia y Leer, pero sin saber por qué, había algo en ella que no me acababa de gustar. Leí una entrevista que le hicieron a McEwan sobre en la novela, en la que el escritor inglés afirmaba “Muchos creen que la novela perfecta es Madame Bovary. La releí hace dos años y pensé: no lo es. Dicen que cuando Emma muere, Flaubert lloró. Ahora entiendo por qué no me gusta. Estaba demasiado implicado en la historia. Debería haber permanecido mucho más frío, distante, con algo de hielo.” Entonces entendí que la técnica narrativa de McEwan es depurada y consigue que veamos y pensemos a través de los ojos y de la mente de los personajes (algo que sólo está a la altura de los buenos escritores), pero la frialdad de su escritura hace que nunca a lo largo de la novela, salvo en algunas escenas en la que el protagonista narra su infancia, entremos en el corazón y en los sentimientos de esos personajes (algo que sólo está reservado para los grandes escritores. Eso si: estoy de acuerdo con la critica de Paco.

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  6. Hola, Susana:

    Gracias por tu comentario. Sí que es cierto que este libro tiene momentos de ritmo pausado, pero en ningún momento se te cae de las manos. Es más, tiene ajustados los flashbacks en momentos puntuales para que cojas respiración y te relajes de la tensión que genera el desencuentro. Yo haré el camino inverso al que tú has hecho. El próximo que leeré de MacEwan será el de “Expiación”. Nos leemos. Un abrazo.

    Saludos, Gww.

    Gracias por tu comentario. Sólo comentarte que, cuando puedas, léetelo. Percibirás el peso que tiene un momento en toda una vida. ¿Puede condicionar un error, un desencuentro entre dos personas que se quieren tanto, todo lo que te queda?

    Hola, Rosario:

    Gracias por tu comentario. ¿Cuál es el libro que te estás leyendo? Como le decía a Gww, a mí también me parece alucinante cómo tu vida puede girar en un solo momento hacia el turbio por un momento de desencuentro, de inacción. Ya me comentarás algo cuando lo leas. Un abrazo.

    Hola, Lahierbaroja:

    Coincido contigo sobre los de los autores que te dejan cuestiones a medio resolver para que tú las completes. De todas formas, léetela cuando puedas. Es una buena manera de empezar tu andadura por MacEwan. Gracias por tu comentario.

    Hola, Jose María:

    De acuerdo con lo que comentas. Lo que pasa es que, como comentaba en la reseña, me da la sensación que la época es la ideal para plantear un tema como este. Más adelante no tiene sentido. Antes tampoco. En esa época estás en un momento en el que es complicadísimo abordar los temas que hubiesen salvado la situación. Sobre todo, la comunicación. La paciencia también, por parte de él. De todas formas, es una gran novela. Gracias por tu comentario. Un saludo

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