El sueño perdido

El sueño perdido, de David Melling

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Hace poco descubrí una serie de libros infantiles ideales para compartir con nuestros pequeños. Cuentos cortos, divertidos y con dibujos muy atractivos. El autor es David Melling, un fantástico ilustrador que cuenta ya con una amplia bibliografía.

De los pocos títulos que tenían en mi librería escogí El sueño perdido. Su argumento es simple: la princesa acaba de nacer y por eso los reyes reciben numerosos regalos, entre los que se e

ncuentra “el más blandito y más mullidito cojín del reino”. En él encuentra reposo la recién nacida, pero un día el rechoncho gato del castillo lo destroza con sus afiladas uñas y desueo_perdido_1sde entonces la princesa no cesa de llorar y llorar. Tanto es así que el rey, desesperado, decide acudir a su más leal caballero y su precioso corcel: les pide ir en busca de lo más suave que puedan encontrar para rellenar el cojín y dar consuelo a la pequeña.


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Caballero y caballo emprenden, pues, la búsqueda. Se internan en el bosque y consiguen arrebatar pelo de oso y también de lobo, pero ninguno de los dos son lo suficientemente blanditos para la princesa. Siguen buscando cuando un búho aterriza accidental y aparatosamente en la cabeza del caballero, llenándolo todo de plumas. En ese momento, a su tacto, el caballero descubre que no puede haber nada más ideal para su cometido que las plumas de pájaro.  Así que el búho, que quiere ayudar, los guía hasta el enorme Árbol de las Plumas, donde conviven millones de pajarillos azules. Allí, sentado en una rama, nuestro simpático protagonista les cuenta la historia de la niña, que los conmueve tanto que deciden darle todas las plumas necesarias para rellenar el cojín.

Contentos por haber conseguido lo que sueo-perdido-4el rey les había pedido, caballero y corcel vuelven al castillo, donde los sollozos de la pequeña no han dejado dormir a nadie desde entonces. Por fin recuestan de nuevo al bebé en el cojín y… ¡oh, sorpresa! ¡No da resultado: la princesa sigue llorando! Así que el príncipe, su hermano mayor, se acerca y la abraza por primera vez desde que naciera. Y sorprendentemente su abrazo resulta ser más suave que ningún cojín y la princesa, agradecida, deja de llorar, sonríe y se queda dormida.  Y tanto sueño les entró, que el cuento aquí se acabó.

La historia, aunque quizá demasiado corta, es bonita. Sin embargo, lo más importante es la idea que logra transmitir: que el mayor reposo y consuelo se encuentra en los brazos de alguien querido, y no en ningún objeto, por muy “suave y mullido” que éste sea.

También están las ilustraciones. Las he mencionado antes, pero me gustaría hacer más hincapié en ellas. Como digo, son muy atractivas y divertidas, de trazos cuidados. Los gestos de cuantos personajes aparecen en la historia reflejan a la perfección lo que se supone que están pensando, exagerándolo incluso, algo que llama mucho la atención, sobre todo en los niños. La ternura que desprenden tampoco pasa desapercibida. No se le puede pedir más.

Resumiendo, que si estáis pensando en añadir algunos títulos más a la estantería de los más pequeños de la casa, apuntad éste en la lista. Y en un sitio bien visible.

Judit Rodríguez ( judit@librosyliteratura.es )

2 comentarios en «El sueño perdido»

  1. Judit, me encantaría tenerte cerca para que cuando me amenaza el imsomnio me pudieses contar un cuento, (jejejej) y no porque la reseña me haga dormir, sino por lo bien que sigues la historia, el cariño con el que lo cuentas y la sensibilidad que transmites. Seguro que el libro lo tendré en cuenta para mis regalitos a los sobrinos.

    Un besico!

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