Contra todo, de Mark Greif

Contra todoMe encantan los sketches de Pantomima Full. En su canal de YouTube, los cómicos Alberto Casado y Rober Bodegas caricaturizan en vídeos de un minuto comportamientos tan típicos como ridículos que vemos (y ejercemos, aunque eso cueste más reconocerlo) en nuestro día a día: el hacerse pasar por un entendido en vinos sin tener apenas idea del tema, el contabilizar hasta el último céntimo cada vez que toca pagar una cuenta entre varios amigos, el obsesionarse con la salud o con el deporte y justificarlo con argumentos completamente vacíos… Y lo cierto es que en estas píldoras de humor los cómicos no se tienen que esforzar demasiado en exagerar sus interpretaciones, ya que los comportamientos reales son de por sí lo suficientemente absurdos.

En Contra todo, el divulgador estadounidense Mark Greif busca también sacar los colores al individuo medio a costa de su comportamiento, aunque con menores dosis de humor. Así, la mayor parte de los ensayos que componen este libro se basan en poner en cuestión situaciones habituales que, tras un consistente razonamiento y una no menos consistente flagelación, destapan lo patético de nuestra existencia. Lo más duro de ello es que las críticas no se enfocan hacia el común de la sociedad, sino que se centran en el individuo concreto. Así, uno siente como Greif te señala con el dedo, te muestra tus miserias y no te admite la presión de grupo como eximente. “Lo más triste de todo es la creencia de que un cuerpo mejorado llevará a la felicidad a aquellos a los que nadie quiere”, sentencia el de Boston cuando abarca el tema del ejercicio físico.

Los textos de Greif van provocando fogonazos de pensamiento en el lector; estimulan el cuestionamiento de todo lo que nos rodea. Así, su defensa de la redistribución de las riquezas, por ejemplo, me ha ayudado a encontrar nuevos argumentos para defender una postura que ya creía justa. Y pese a ser textos escritos en años diferentes existen muchas conexiones entre ellos, con lo que la lectura del libro ayuda a formar una imagen bastante sólida del pensamiento del autor. El autor estadounidense demuestra ser una persona sumamente culta, o al menos realmente inteligente por ser capaz de llevar a cabo una labor de documentación encomiable, así como de hablar con coherencia y profundidad de temas tan variopintos como el sentido de la vida o la evolución de la música pop.

Los temas que se debaten en este libro están íntimamente ligados a la sociedad contemporánea. Así, la proliferación de los hípsters, esa tribu urbana de largas barbas y gustos excéntricos, la revolución que supuso YouTube en nuestra forma de consumir contenidos audiovisuales o los movimientos de protesta que poblaron las ciudades de todo el mundo hace unos años no escapan de su punto de mira. Y para aproximarse a ellos usa en no pocas ocasiones la provocación, como cuando compara a Snooki, de Jersey Shore, con Adolf Hitler, o cuando ensalza a Kanye West como “uno de los genios universales de nuestro tiempo”.

De la misma forma que ¿Cómo nos metimos en este desastre?, esta colección de artículos, publicados en su mayoría en la revista n+1, cautiva tanto por su variedad temática como por sus originales postulados. Porque, cuando los argumentos sobre casi cualquier asunto han sido tantas y tantas veces utilizados, lo único que le queda al escritor para conseguir que su texto sea atractivo es encontrar un enfoque que escape de lo común. Y los artículos de Contra todo, además de ser brillantes a la hora de destacar lo absurdo de algunos comportamientos, entran con fuerza en la mente del lector.

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