El asesinato de Pitágoras

El asesinato de Pitágoras, de Marcos Chicot

el asesinato de pitagorasLa mente unida con el corazón da lugar a millones de asociaciones. Somos seres racionales, pero a la vez nos vemos guiados en ocasiones por los sentimientos más devastadores. Vivimos en una montaña rusa constante. Letras que se juntan con los números que forman nuestra existencia, lo que sentimos, y lo que es en realidad el mundo. ¿Es la verdad un conjunto de números que, puestos en orden, dan un significado único a lo que nos rodea? Las mentes más poderosas de la Historia intentaron descubrir los números que explicaran aquello que llamamos vida y que se encuentra a escasos centímetros de nuestros cuerpos. Uno echa la vista atrás y comprende que los años vividos son aquellos que marcan el destino de la humanidad, de la existencia más absoluta, la más pura y la más difícil de todas. El asesinato de Pitágoras nos lleva de la mano de uno de los mayores genios de la Historia, pero también nos envuelve en todos aquellos que aunque racionales muestran sus sentimientos en un sin fin de demostraciones. ¿Cómo, entonces, somos capaces los seres humanos de aunar ambos conceptos, razón y emoción, en un solo cuerpo? Cerrad los ojos, imaginad que os encontráis en otra edad, en otra época, y junto con vuestra piel erizada os daréis de bruces con unas imágenes que escapan a la imaginación del mayor genio de todos los tiempos. Estáis a punto de embarcar en una aventura como no ha habido igual. La perfecta combinación entre razón y emoción que tiene nombre propio e historia que llevarnos a las manos.

La comunidad de Pitágoras se ve sacudida por el asesinato de uno de sus miembros. El egipcio Akenón comenzará a investigar mientras a su alrededor una espiral de asesinatos y traiciones se van fraguando para acabar con la vida de uno de los mayores genios de la época. Lo que nadie sabe es que, el mal, está mucho más cerca de lo que podrían creer.

 

El asesinato de Pitágoras llegó a mis manos en forma de dedicatoria de Marcos Chicot y, poco tiempo después, con un reverencia de admiración ante lo vivido y lo leído. Para alguien como yo, que disfruta de la lectura, que se divierte con los requiebros que la literatura produce en la vida de los lectores, encontrar algo así, tan grande en sus dimensiones y enorme además en su planteamiento, era una responsabilidad porque, en un principio, no sabía muy bien qué me iba a encontrar. Pero hubo una tarde, concretamente a las 15:00 horas, en la que ya me vi inmerso en esta historia que mantiene unas bases, unos pilares, que en ningún momento se ven derrumbados: compartir con todos nosotros la excelencia de una historia que es como un mosaico de verdad, de Historia, de acción y de suspense, aderezado con el amor incipiente de dos protagonistas y con la visión de una Magna Grecia que cautiva por sus descripciones, por su belleza, por su meticulosidad y buen hacer. En la vida de un lector, cuando debemos contar con las manos aquellas lecturas que marcan un antes y un después en algún apartado, existe un momento en el que hay que rendirse a la evidencia y aplaudir, únicamente aplaudir, las bonanzas de una obra que lo es todo y que convierte el término novela en algo mucho más grande que lo conocido hasta ahora. Es como una de esas veces en las que encontramos un buen vino, que baja por la garganta, y llena cada uno de los rincones de nuestro cuerpo, llevándonos a un nuevo nivel en cuanto a gusto se refiere.

Aparentar serenidad es difícil con una obra como El asesinato de Pitágoras. Uno vive de lleno para la lectura desde hace poco tiempo y, después de haber comprendido que no todo nos puede gustar, es tanto el placer de encontrar un libro como el Marcos Chicot que a veces da miedo abrazarlo y entregarse a él. Viajes en metro, en tren, de corta y larga distancia, sueño cambiado, mañanas que se vuelven cortas y que deseas que se alarguen para leer un capítulo más, horas investigando, videos que nos explican más de la historia, expectación, sudoración, uñas comidas y algún que otro golpe contra una farola por no haberla visto. Consecuencias de la lectura, de esta lectura, que nos lleva de la mano a una época increíble de la Historia y que se traduce en Literatura, sí, con mayúsculas, lo relatado, lo sentido, lo que se ha dicho y no se ha dicho sobre una novela que lo tiene todo y que nada debe perderse. Y es esa extraña sensación, la de orfandad después de haberla terminado, el único punto negativo de esta lectura, de esta reseña, que se convierte en una plegaria transformada, segundos después, en grito: ¡sigue escribiendo, por lo que más quieras Marcos Chicot, no nos dejes así!

2 comentarios en «El asesinato de Pitágoras»

  1. Se insinúa interesante la lectura de este libro, sobre todo por la reminiscencia histórica que debe conllevar y la pentalfa de la portada (quiero pensar) indica un trasfondo de misterio, ya que este maestro es el padre de la geometría y por ende le atribuía un simbolismo sagrado, que solo algunos iniciados podían entender.

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