El conservador

El conservador, de Naidine Gordimer

EL CONSERVADORTítulo: El conservador
Autor: Naidine Gordimer
Editorial: Tusquets
Páginas: 336
ISBN: 9788483835456

Dice Rosa Regás que Nadine Gordimer es una de las más grandes escritoras de este siglo, y no porque recibió el Premio Nobel en 1991, ni por las decenas de idiomas a los que han sido traducidos sus libros, sino porque posee el más raro y preciado don que pueda tener un ser humano: la genialidad

Y claro, ante mi intención de leer una por una a todos las escritoras que han recibido el Premio Nobel, dirigí mis ojos hacía esta mujer  sudafricana, que a través de sus libros ha sabido transmitir la vida normal y rutinaria en ese mundo tan complejo e injusto que fue el apartheid, ese  sistema de segregación racial con el que convivió y al que combatió a través de la palabra y la literatura. Pero nuestra autora es capaz de ver, en conjunto, más allá de la segregación entre blancos y negros.

En El conservador, deja Naidine Gordimer presente otras realidades de segregación, la que hay entre  hombres y mujeres y sobre todo la que separa a ricos y pobres. Y eso, amigos, supera y sobrepasa el espacio físico de la Sudáfrica de ayer, pero también de la de hoy. Eso es lo que tienen los grandes autores, que son capaces de trascender al territorio, al tiempo y a la historia misma de la que hablan.

El conservador fue un libro duro y complicado de leer, pero creo que Naidine Gordimer también debe ser una mujer complicada, pero eso sí, con una mente privilegiada para poder hacer una historia tan increíblemente bien montada; una narración que nos lleva a su vez a una narración circular que no se comprende hasta que no lees la última letra de la última palabra de la última  página, y no solo eso es lo que pasado el tiempo soy capaz de recordar.

Recuerdo el paisaje en movimiento de ese mundo en blanco y negro, movimiento geográfico pero también movimiento en el tiempo, ese tiempo que se mueve con la geografía, no con el reloj, y ahí está esta autora para contarlo como nadie. Porque ella es testigo, es blanca y tiene la posibilidad de viajar en ese tiempo vedado a los negros, pero es mujer, y por ello, parte del viaje también  le está prohibido, y una mujer con límites puede comprender, y comprender le llevó al compromiso.

Naidine Gordimer escribió El conservador en 1974, y nos habla de un hombre, solo, divorciado, padre, blanco y rico, de los ricos que se compran una granja como muestra de su unión a la tierra, una tierra que trabajarán “sus” negros y por la que solo aparecerá los días festivos, una tierra que estos hombres solo necesitan para ser parte de aquellos pocos privilegiados que poseen Sudáfrica.

gordinerEn 1991 Nadine Gordimer obtuvo el Premio Nobel de Literatura, y naturalmente les aconsejo que lean su discurso de aceptación,  en el explica que tardó en darse cuenta, y tampoco crean que demasiado, que de haber sido de piel oscura, nunca podría haber llegado a ser escritora, pues  las bibliotecas en Sudáfrica estaba prohibidas a los negros. Alguien, y esto lo digo yo, debió prohibir también la entrada a las mujeres si lo que pretendía era preservar para siempre su poder hegemónico.

He debido dejar pasar meses entre la lectura de El conservador y el inicio de esta reseña. Había que poner distancia para que naciesen estas palabras que hoy brotan ya a borbotones, pero que tras aquella primera lectura quedaron en la habitación de los alborotados sentimientos.

Cuánto más leo, más cuenta me doy de que hay literaturas que no son inocuas. Alguien dijo que hay que tener cuidado con las mujeres que leen … Pues con las que escriben, ni te cuento.

Susana Hernández

6 comentarios en «El conservador»

  1. jajaja, sí, ni te cuento.

    Te entiendo. Son lecturas que al principio incluso podrías estar deseando que acabe, porque tienen un ritmo extraño, pero que sin embargo, cuando acaban resulta que te has quedado con una imagen desdibujada pero sin embargo real, cercana a la que tenemos de nosotros mismos o de personas cercanas, que puedes hablar de ellos, pero siempre quedan desdibujados, tan grandes son los matices. En ese sentido resulta una escritora que creo que sabe muy bien describir la vida con sus personas.

    Por eso me gusta cuando hablas de paisajes en blancos y negros, y que vea más allà del tema sudafricano y el apartheid, es mucho más, te comprendo creo que bien.

    Mientras te leía esta reseña, me ha venido a la mente una cosa cuando hablabas sobre ese arraigo a una tierra, como una forma de unión, porque independientemente de cómo fuera el arraigo de tu conservador, él podía tener esas tierras, ¡pero! pronto habrán cambios, y un ejemplo lo describe de maravilla Coetzee a través de Lucy en “Desgracia”. Ahí está la otra cara de la moneda, cuando cambian las tornas, el arraigado de verdad a esas tierras, hasta donde tiene que claudicar.

    Un estupendo libro, una estupenda reseña, ¡todo fantástico, Susana! me voy a gusto después de este corto paréntesis 😀

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    • Da gusto venir y encontrar un comentario como este.
      Es lo que tiene leer para compartir ¿Verdad? Es gratificante por varias veces, una por la lectura que haces, otra cuando compartes esa lectura y otras muchas cuando incitas a otros a leerlo o cuando, como tu has hecho, alguien que lo ha leído viene y comparte la imagen que le quedó de él. Este proceso es mágico y a mí me encanta 😀

      Me hablas tamibén de Coetzee, otro sudafricano que nos es fácil leer pero del que nunca olvidas un libro leído. Es lo que tienen estos grandes de la literatura

      Muchas gracias y un besico !

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    • Claro Margari, es posible que mientras lo lees te parezca algo lento pero de alguna forma es lo justo y necesario para que vaya calando dentro de nosotros. Otra cosa, en algún momentno incluso piensas que la traducción es poco acertada. Pero es posible que al final sea como tiene que ser … Lo digo porque Tusquets tiene muy buenos traductores y traductoras.

      Besicos !

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