El secreto de mi marido

El secreto de mi marido, de Liane Moriarty

el secreto de mi maridoLos secretos pesan. Como una mochila llena de piedras que cargamos mientras caminamos. ¿Cuánto nos cuesta guardar un secreto? Esa mirada que perdemos por no contar lo que sabemos, esa sensación de estar traicionando, de estar convirtiendo una mentira en algo demasiado largo, demasiado extenso, demasiado duro. Que un buen día se nos escapa una palabra, un simple comentario, y las consecuencias aparecen de la nada, como una explosión que nadie hubiera previsto, tiñéndolo todo de ese secreto que habíamos intentado guardar con fuerza, con saña, para que no nos descubrieran, para que nadie intuyera aquello que guardábamos dentro de nosotros. Un secreto y un silencio. Esos son los ingredientes que convierten las palabras nunca pronunciadas en la mayor de las losas, en una pequeña muerte que se encaja en nuestra garganta, un muro que de cruzarlo no sabremos qué encontrar al otro lado. El secreto de mi marido juega al horrible juego de los secretos, de las miradas de reojo, de las palabras que nunca debieron salir a la luz por nuestro bien, por la supervivencia de nuestra familia, por ese dulce placer que da la realidad que no se mueve, que se estanca en la rutina, en esa cotidianidad que conocemos y que nos es tan grata. Como una balsa de aceite que, en un solo momento, salta por los aires y convierte la vida que conocemos en arena que ya se ha escapado de nuestro cuerpo. Porque los secretos, a veces, es necesario llevárnoslos a la tumba, aunque en el mismo polvo llevemos incrustadas las palabras que jamás nos dijimos.

Cecilia lo tiene todo hasta que un buen día encuentra una carta de su marido. En el sobre pone Leer en caso de mi muerte y se siente intrigada. Una vez abierta, las palabras que se encuentran en su interior destruirán la vida de tres mujeres que, en un solo segundo, creyeron tenerlo todo y lo han perdido. ¿Cuáles son las consecuencias de nuestros secretos? ¿Es mejor dejarlos enterrados o, por el contrario, asumir lo que hemos hecho? Preguntas que ninguna de estas tres mujeres están dispuestas a plantearse hasta que sea demasiado tarde.

 

Cuando la vida te pone en frente lecturas como la de El secreto de mi marido uno se da cuenta de las veces que la realidad puede torcerse hasta convertir lo que conocíamos en una mentira que se ha estirado demasiado. Con el ritmo pausado de los días que pasan, de las horas que van del amanecer al anochecer, Liane Moriarty construye la vida de tres mujeres que, tras todos estos años, mantienen un nexo de unión que las convierte en eslabones de una misma cadena que está a punto de romperse. ¿Cuál es el peso de los secretos? Uno se pregunta muchas veces si aquellas palabras que nunca ha dicho pueden traer consecuencias en un futuro. Guardamos secretos, los atesoramos como si fueran información muy valiosa, aunque a veces simplemente sean anécdotas íntimas que no contar a nadie más que a allegados. Pero lo que aquí encontramos es el dilema entre el deber y el deseo, entre querer y saber lo que se tiene que hacer, entre la familia y los desconocidos. Nos convencemos a nosotros mismos de estar haciendo lo correcto y según vamos leyendo esta novela, reflexionamos sobre nuestras acciones, sobre lo que podíamos haber hecho y no hicimos, sobre en qué posición nos deja a nosotros seguir nuestros pasos, continuar con nuestra vida, por el bien de la familia, de los nuestros, guardando esos secretos que deben decirse y que aun así, por el dolor que producen los años vividos en pareja, silenciamos por nuestro propio bien. ¿Somos egoístas o simplemente queremos salvar nuestra propia vida?

Hay una tendencia que dice que el karma devolverá aquello que hemos compartido al mundo. Por esa norma, aquel que ha cometido algo atroz sólo verá devuelto atrocidades. El secreto de mi marido nos habla de eso, de cómo mantener nuestra vida enterrando un secreto, cuando en cualquier momento éste puede salir a la luz, intentando salir de su tumba. Y siempre lo consigue. Somos secretos que guardamos. Y Liane Moriarty lo sabe, lo intuye, nos lo enseña, en una historia donde los personajes miran la vida a través de una pantalla de cine, donde todo es como una pequeña tragicomedia, convirtiéndola poco tiempo después en el drama que pugnaba por salir. Porque desde tiempos inmemoriales, cuando Pandora abrió la caja que asolaría el mundo, nos hemos agarrado a lo único que queda: la esperanza. Y es ahí donde radica la importancia de esta novela. En cómo los secretos, una vez compartidos, nos hacen abrazar ese halo de esperanza que queda cuando todo lo demás ha quedado destruido.

2 comentarios en «El secreto de mi marido»

Deja un comentario