El rapto de Britney Spears

El rapto de Britney Spears, de Jean Rolin

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Ser una estrella mediática tiene que cansar. Paparazzis, público arrollador, expectativas creadas, locos que intentan tener un mechón de tu pelo, qué sé yo, esa clase de cosas raras. Por eso a mí me gusta la intimidad, porque nadie sabe lo que hago o dejo de hacer. Pero hete aquí que, a veces, en uno de esos momentos de enajenación transitoria que me dan (uno que tiene su doble personalidad bien escondida), me divierto observando la vida de los demás, como si fuera un Gran Hermano de barrio, a pequeña escala, y asombrándome de cómo la miseria de, la llamada gente de arriba, tiene los mismos problemas personales que los mortales más comunes (¡presente!) sólo que no lo pueden guardar bajo las cuatro paredes de su casa porque, seguramente, éstas también tendrán cámaras escondidas que lo graben todo. Y luego acabo preguntándome, ¿qué tiene de especial esa vida que nos deja plantados frente a la televisión o las revistas, como si estuviéramos hipnotizados?

La historia que os voy a contar es la historia de la preparación de un secuestro, pero no de uno cualquiera no: es el de Britney Spears. Cuando la amenaza llega a oídos de los servicios franceses, envían a uno de sus hombres para que investigue e intente, si fuera el caso, abortar dicha amenaza. Pero, ¿en EEUU, donde todo puede ser, cómo es posible que alguien preste atención a sus obligaciones, cuando en la ciudad de los sueños todo es mentira?

Para los que podáis llamarme sacrílego o algo peor, lo reconoceré de inmediato: no conocía a Jean Rolin. Y supongo que no lo conocía porque, si no me equivoco, no es un autor que se haya publicitado mucho. Primer error. Si hace tiempo hubiera leído “El rapto de Britney Spears” seguramente hubiera intentado hacerme con toda su bibliografía. Pero como soy de los que piensan que a cada cosa le llega su tiempo, me propuse a disfrutar de la historia que nos propone en su libro. ¿Cuál fue mi reacción? Ojos como platos, respiración más rápida de lo normal, y carcajada. Y no lo digo por decir. Soy de esa rara avis a la que le gusta la ironía, que cree que la maneja adecuadamente, y que disfruta con un humor más alejado del “caca – culo – pedo – pis” que aumenta tanto en la literatura de hoy en día. Y Jean Rolin la maneja a la perfección. No sólo nos recrea una radiografía sublime de la situación de la farándula más casposa del mundo musical y televisivo, sino que nos pone en una posición en la que no me había encontrado nunca: ¿qué es noticia y qué fraude para aborregar a las masas? Sí, lo sé, en el título “El rapto de Britney Spears” hay una palabra, “rapto”, que da a entender que estamos ante una historia de detectives, de acción, de intrigas por secuestrar a una de las artistas mejor pagadas (y que ha estado más en declive) de toda la historia, pero creedme cuando os digo que eso queda en un segundo plano, que incluso diría que no es lo importante, porque lo que realmente merece la pena es ver a nuestro detective paseando por las calles y analizando lo que le sucede en ese mundo de purpurina (y olor a mofeta) que todos desconocemos.

Y si seguís preguntándome: ¿de qué trata “El rapto de Britney Spears”? Pues de la vida, ni más ni menos. Pero si después, cuando hemos dado unas vueltas a mi respuesta seguís cuestionándome (sería normal, no os preocupéis, yo también me cuestiono continuamente) ¿qué nos da Jean Rolin? Humor lectores, humor por los cuatro costados de este libro. Pero un humor inteligente, de ese con el que vas camino al trabajo y te ríes solo, y todo el mundo te mira pensando que estás loco de remate.

Porque, en los tiempos que corren, ¿estáis dispuesto a perder la oportunidad de leer una buena novela? Yo, desde luego, no.

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