Héroes del blues, el jazz y el country, de Robert Crumb

Héroes-del-blues-el-jazz-y-el-country¿No lo oyes? Venga, acércate un poco más y entra, no seas tímido. Abre la puerta del Cotton Club y pasa para el fondo, que aún queda sitio. Oye, ¿No es ese Charles Chaplin? Bueno, a lo que estamos, coge mesa cerca del escenario, que esto empieza pronto. A ver si hay suerte y hoy el camarero nos saca un poco de whisky de contrabando. Maldita ley seca.

Este libro suena. Suena mucho y muy bien. De hecho, el editor podría haber prescindido del prólogo, de las pequeñas anotaciones que acompañan a las ilustraciones de Robert Crumb y hasta del CD que se incluye en la contraportada y seguiría sonando. Y es que, si una imagen vale más que mil palabras, un dibujo del referente del cómic underground por antonomasia vale más que mil canciones.

Son un total de 114 ilustraciones las que forman ‘Héroes del blues, el jazz y el country’, de cuya traducción al castellano se ha encargado Nórdica Cómic. Todas ellas fueron realizadas por Crumb durante la década de los años 80, con el objetivo de que se incluyesen junto a las reediciones de vinilos que sacó el sello independiente Yazoo Records. Él éxito que tuvieron estos cromos entre el público propició que con el tiempo se decidiesen a comercializarlos por separado, primero en una caja de treinta ilustraciones y, posteriormente, en formato libro.

Estamos ante una enciclopedia personalista, en la que se juntan estrellas de la talla de Louis Amstrong o Jimmie Rodgers con bandas y artistas de mucho menos renombre, a los que el dibujante quiso hacer justicia con sus dibujos. La falta de información sobre buena parte de ellos hace que las anotaciones sean en numerosos casos pobres e incompletas; hay que tener en cuenta que muchos de los héroes del autor tuvieron una historia fugaz en la música; algunos de ellos apenas pudieron sacar un disco de 78 RPM antes de volver a dedicarse por completo a las labores del campo. Por suerte, los dibujos de Crumb, que en varios casos tuvieron que basarse en fotografías familiares de los protagonistas, compensan este inconveniente.

Los retratos se dividen por género musical: ‘Héroes del blues’, ‘Los primeros grandes del jazz’ y ‘Pioneros de la música country’, división que se mantiene en el CD, en el que se incluyen siete canciones de cada estilo. La selección musical es también muy personal y variada. Pero hasta la baja calidad de algunas grabaciones le dan un toque especial, que te transporta a los orígenes de la música popular americana.

Lo más importante para que nadie se lleve sorpresas es dejar claro que éste no es un libro para leer. Como digo, podría prescindir de todas las anotaciones y tener el mismo valor. En realidad es una obra para aprender y disfrutar. Y es que, exceptuando a los grandes melómanos, el resto de los mortales deberemos tener el CD y la aplicación de Spotify o Youtube a mano para complementar a las ilustraciones.

Bueno, voy a callarme ya, que se apagan las luces. Ya salen Duke Ellington y su orquesta al centro del escenario. ¡Qué manera de tocar el piano! Venga, vamos a disfrutarlo. Y guarda bien el libro a la salida, que ya sabes que Harlem es muy peligroso por las noches.

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