Las lecciones peligrosas

“Las lecciones peligrosas”, de Alissa Nutting

Las lecciones peligrosas

Si un libro empieza así “La noche anterior a mi primer día de trabajo como profesora no pegué ojo. Inmóvil en mi lado de la cama, me sumí en una excitada espiral de callada masturbación.” no puedes evitar seguir leyendo.  Y lo haces.

Cuando a la vuelta de la hoja la protagonista, Celeste Price, afirma que el único problema que tiene con su marido es su edad (ella veintiséis, él treinta y uno) porque supera en diecisiete años la edad que acapara todo su interés sexual y calculas rápida y mentalmente que la edad a la que se refiere es los catorce años, comprendes que tienes entre manos un libro polémico que no va a gustar a todo el mundo.

Celeste es una mujer hermosa no: lo siguiente. Tanto que su abogado defensor alega en el juicio que “es demasiado bonita para ir a la cárcel”. Incluso su marido lo es (“ganadores de la lotería genética”,poseedores de rostros que parecen retocados con PhotoShop”, se afirma también en esa primera página). Sin embargo a Celeste lo que le pone son los muchachos de 14 años. Esos que aún no han desarrollado la musculatura, ni han cambiado de voz y en particular aquellos a los que, tras un sondeo y algún acercamiento (arrinconar al joven elegido al final de la clase, desabrocharse el botón de la blusa, tocar el pene,…), ve capaces de guardar un secreto, de no decir a sus colegas “hey, tío, me he follado a la profesora”, o de tener algún desliz involuntario. Porque sí, eso es lo que quiere Celeste: follarse a un alumno durante un año, o menos, si su cuerpo cambia al de adulto.

Y el alumno que reúne las condiciones, tanto por carácter y físico como por vivir con un padre que pasa la mayor parte del tiempo fuera de casa es Jack. No obstante, Celeste toma muchas precauciones. Es una depredadora sexual pero no quiere que la pillen y los primeros encuentros transcurren lejos de cualquier lugar en el que cualquiera pueda reconocerlos.

Alissa Nutting no se corta un pelo. Es explícita y gráfica a más no poder en sus expresiones y vocabulario como Tarantino en sus películas (“quiero oler la corrida en tus calzoncillos”) y hay prácticas sexuales de todo tipo (anal, oral, y hasta lluvia dorada,…)

No obstante, Las lecciones peligrosas, al margen de polémicas, es un gran libro. Empieza fuerte, con un gran ritmo y un tono que parece ser meramente sexual pero la trama va in crescendo y derivará sin darnos cuenta en una espiral con tintes de novela negra y criminal sin dejar de lado en ningún momento el sexo.

El estilo directo, la prosa clara y sencilla facilitan que la lectura avance fluida entre la fascinación por un personaje como el de Celeste y la repulsión por algunos de sus actos (y no me refiero a lo meramente sexual). La lectura se hace pretendidamente incómoda, pero no se suelta el libro: somos morbosos, queremos saber todo lo que vendrá después…

Celeste es un personaje enfermo, pero no por el gusto por los jovencitos ni porque le repugnen los hombres de su edad, sino por su percepción de la vida en general. Lo importante, al margen de tirarse jovencitos, es ella y no envejecer. A pesar de sus veintiséis años es asidua al gimnasio y no puede despegarse de sus cremas antiarrugas y antiedad. Sabe que tarde o temprano el tiempo la alcanzará y envejecerá y que entonces los jovencitos ya no la desearán. Por eso quiere retrasar ese momento lo máximo posible.

No tiene remordimientos, ni siente culpabilidad (y debería pues la lía bastante parda), tan solo piensa en su bienestar y se permite criticar las preferencias sexuales de otra gente. Mientras,  Jack se enamora, hace planes de futuro y sueña con que Celeste deje a su marido y se case con él, ella solo ve claro que en cuanto él cumpla los quince le dejará.

El libro también parece querer lanzar una pregunta al lector: ¿somos más tolerantes con una mujer que “abusa” de un menor que de un hombre que hace lo propio con una menor?

Por otra parte, ¿quién no ha fantaseado alguna vez siendo adolescente con la profesora buenorra del colegio/instituto? ¿Quién no se dejaría “abusar”?

Las lecciones peligrosas es un libro que merece muy mucho la pena (para mí es de lo mejor que he leído en lo que va de año), pero reconozco que no es apto para todos los estómagos. Será polémico, será inmoral, será transgresor, políticamente incorrecto… pero me ha gustado.

PD: ¡Y no he mencionado para nada Lolita!

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