Dicen que hay más escritores que lectores y eso es algo que no me entra en la cabeza. Alguien que no lee, que no ama la literatura, ¿cómo puede dedicarse a ella?
Ser escritor no consiste en escribir frases bonitas, ni siquiera en tener algo que contar. Ser escritor es una labor de autoconocimiento, un ejercicio continuo de ver más allá de la obviedad, una reflexión profunda sobre el propio lenguaje. Puede que hayamos nacido con talento para escribir, pero eso solo será el primer paso. Si queremos ESCRIBIR (así, con mayúsculas), debemos estar dispuestos a pasar muchas horas ante el papel en blanco y, después, infinitas horas más revisando cada capítulo, párrafo, palabra o coma. Porque en la literatura (en la buena literatura, se entiende) nada está puesto al azar.
En Los 65 errores más comunes del escritor, Silvia Adela Kohan nos habla del difícil arte de la escritura. Quienes busquen un manual para iniciarse o la receta mágica para escribir un libro superventas, que se abstengan de leerlo. Este nuevo volumen de la colección Guías + del escritor de la editorial Alba ofrece remedios para convertir los habituales errores en logros, pero para sacarle provecho es necesario que tengamos historias escritas y voluntad para hurgar en sus debilidades.
No es el primer libro de este tipo que leo. A Cómo no escribir una novela le saqué cierto provecho y Mientras escribo, del prolífico Stephen King, me atrapó tanto por sus consejos como por su parte autobiográfica. Sin embargo, Los 65 errores más comunes del escritor es, por el momento, el que más me ha aportado. Silvia Adela Kohan tiene una dilatada experiencia impartiendo talleres de escritura y eso se nota en cada página. No se limita a enumerar errores y soluciones, ella no nos da la respuesta: nos hace la pregunta apropiada para que seamos nosotros quienes la encontremos. Y por si esto no fuera suficientemente enriquecedor, incluye en cada capítulo las reflexiones de escritores como Italo Calvino, Raymond Carver, Jorge Luis Borges, Antón Chéjov, Gabriel García Márquez, Juan Rulfo o Edgar Allan Poe, que en su día tuvieron que enfrentarse a los mismos problemas que cualquiera de nosotros.
Los 65 errores más comunes del escritor no pretende que corrijamos nuestra novela o relato para que se corresponda con un modelo determinado, sino que consigamos que brille nuestro mundo propio, nuestra esencia, eso que hará nuestra historia diferente a todas las demás. Para eso tendremos que hacer una campaña contra los tópicos; no solo los tópicos de la pluma, sino los tópicos de la mente y los tópicos del corazón, como dijo Martin Amis. Aceptaremos que nuestro borrador está lejos de ser un texto acabado. Modificaremos o eliminaremos frases, capítulos, la novela entera, aunque la pasión con la que escribimos cada palabra nos haya hecho resistirnos por largo tiempo a cambiar nada.
Es un arduo camino, por eso son pocos los que se deciden a atravesarlo y menos aun los que alcanzan la meta: escribir buena literatura. Los que no leen este libro ni ningún otro y se creen que escribir es fácil se quedarán lejos, pensando que ya lo saben todo y escribiendo nada.
¡Me lo apunto!
Espero que su lectura te sea útil.
Gracias por comentar. 😉