Los renglones torcidos de Dios

Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena

los renglones torcidos de dios

La locura es un tema tan amplio que podrían escribirse miles de libros y siempre quedaría algo por decir, explicar, analizar. Y pareciera que cuánto más leemos sobre ella, más dudas dispara, sobre todo acerca de cuáles son los parámetros para definir a una persona como loca. ¿Cuántos a lo largo de la historia, que rompieron paradigmas con descubrimientos extraordinarios, fueron tratados como locos y murieron sin obtener el reconocimiento que el tiempo finalmente les entregó? ¿Es loco el que disfruta de la vida sin seguir estructuras sociales o aquel que se fija demasiado en la marca de la ropa que lleva? ¿El Quijote estaba loco porque no repetía lo mismo que la mayoría de los mortales? ¿Es la elección de la mayoría lo que marca la idea de normalidad? ¿Alice Gould está loca o no?

Cuando comenzamos a leer Los renglones torcidos de Dios lo primero que se nos viene a la cabeza es esa pregunta: ¿Está loca o se hace? ¿Actúa muy bien para lograr objetivos o perdió el juicio? ¿Cree que es quien dice ser o en realidad es una paranoica con una personalidad imaginada?


Esta duda es la que nos acompañará a lo largo de toda la novela y  la misma razón por la cual no podremos despegarnos del libro; ¿Esto lleva a que la novela “Los renglones torcidos de Dios” se torne densa y sin respuestas? Para nada, porque entre el principio y el final hay más de 300 páginas en las que conoceremos a un personaje inolvidable, el mismo que nos planteó esa duda. Alice Gould se presenta ante nosotros como una detective que, por iniciativa propia, y mediante una serie de eventos a tal fin, logra ingresar a un manicomio para investigar un crimen que quedó impune desde hace un tiempo; mediante sus meditaciones, y luego de acordar con su cliente, hijo de la víctima, ella tiene bien claro que el asesino se encuentra allí dentro; por supuesto que, gracias a sus dotes actorales, fingirá una paranoia que permitirá su ingreso a ese mundo vedado al común de los mortales. Pero, como ocurre durante toda la novela, siempre depende del ojo con que se mire; vamos entonces a ver qué piensan los doctores del manicomio acerca de la nueva paciente:  Alice Gould se presenta como una detective, pero lejos está de serlo; no ingresó al manicomio por iniciativa propia, sino por engaño de su marido, quien, agotado ante los constantes intentos de envenenamiento por parte de su mujer, considera que lo mejor es internarla (y de paso, quedarse con su dinero) Alice en realidad es una paranoica que, para evitar ver lo que no quiere ver, se inventó una personalidad absurda. Ni la víctima ni su supuesto cliente existen.

Y en el medio quedamos nosotros, claro está, escuchando las versiones de la paciente y de los doctores, luchando para creerle a la ciencia médica, pero sabiendo que sabemos que en realidad le creemos a ella, que nuestra razón se alía con los especialistas, pero nuestro corazón y nuestra intuición se encuentran rendidos a los pies de Alice, una mujer que en nada aparenta loca, que se muestra muy inteligente, lucida, atractiva, muy seductora y que en todo momento mantiene una coherencia en su relato.

Justamente esto constituye otro de los puntos importantes del gran personaje creado por Torcuato Luca De Tena: su credibilidad; y entonces ya no estaremos solos: los doctores, uno por uno, comenzarán a ponerse de su lado, a creer que no está loca, a considerar que debe salir del manicomio y a pensar en pedir la dimisión o el traslado del director del manicomio, Samuel Alvar, el principal defensor de la locura de Alice y el primer impulsor de aplicarle a ella los métodos más fuertes para curarla; y repito, en el medio de todos, nosotros, poniéndonos del lado del director por momentos, para a la página siguiente pasarnos una vez más del lado de los doctores. Que un escritor logre eso, jugar así con el lector en uno de sus libros, dice muchas cosas positivas sobre él, ¿No creen?

A esto se le suma un desfile de personajes secundarios que nos muestran un panorama claro acerca de las diversas patologías que se encuentran en un manicomio, como lo son el hombre que duerme apoyando su cabeza en una almohada invisible, aquella niña “oscilante” de una belleza sobrenatural, el “hombre gnomo” al que le encanta tocar traseros y aquél otro Hortelano que sufre fobia de alejamiento y al que cada vez que le dan el alta vuelve solo al manicomio porque no puede volver a su hogar; no menos memorables son “el inventor de su propio idioma”, la “onanista”, la “mujer percha” (carece de huesos) o aquél joven de aparente normalidad que sin embargo se altera ante cualquier contacto visual con el agua.

Como punto negativo, considero que la forma de escribir de Torcuato Luca De Tena, resulta muy “antigua”, con sus “levantose” y “dígole” y sus signos de admiración constantes como forma de resaltar cualquier expresión (Algo así como “Iba caminando ¡y se calló!”) Los diálogos, además, resultan por momentos muy forzados, se nota claramente que fueron creados para llegar a un fin: al leerlos no suenan naturales.

Sin embargo estas dos cuestiones no resultan un impedimento para disfrutar de un gran libro que mezcla acción, suspenso, mucha psicología y buenos personajes; los invito a leer Los renglones torcidos De Dios, aquellos errores de escrituras del Creador mientras practicaba como crear a los humanos.

¿Necesitan un dato extra para decidirse por este libro? Ahí va: el autor, para entender mejor el mundo de los locos, no dudó en fingir una psicosis depresiva para poder ingresar en una clínica psiquiátrica durante 18 días y (sus largas noches) para luego sí, ponerse a escribir esta excelente historia.

15 comentarios en «Los renglones torcidos de Dios»

  1. Leí esta novela en abril del año pasado y me gustó muchísimo. Me ha encantado tu reseña, creo que has sabido plasmar muy bien todo lo que el libro provoca en el lector. La verdad es que es una novela muy recomendable. Saludos.

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  2. ¡Qué buenísima reseña! Leí este libro hace ya muuuuchos años y llevo ya un tiempo queriendo releerlo otra vez porque fue un libro que me impactó bastante. Me atrapó totalmente. Y es de esos libros que suelo regalar y nunca falla.
    Besotes!!!

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  3. Amando: gracias por el comentario! coincido, es una novela recomendable, y como buena novela, supera el paso del tiempo! Saludos!

    Goizeder: gracias por tus palabras, qué bueno que te haya gustado la novela y la reseña!

    Margarita: gracias! lo bueno de esta reseña es que tal vez actúa como empujón para que vuelvas a leer esta hermosa novela! saludos!

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  4. Para mi lo más impresionante de este libro es precisamente la delgada línea que separa la realidad y la imaginación… O lo que uno entiende y percibe como realidad o como imaginación… O, pero aún, lo que debería ser real o imaginario. No es menos llamativa la posibilidad de adentrarse en un mundo prohibido, un mundo de locos, un mundo que se trata de tabú. Es un libro que para mi no tiene desperdicio alguno y que sin duda alguna te tiene en vilo hasta el final. Felicidades por esta gran reseña!! Como dicen por ahí arriba, has sabido expresar muy bien el significado de este libro.

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  5. Hace unos cuantos años que leí este libro y aún tengo mis dudas sobre la locura de Alice Gould. Recuerdo que lo terminé y me quedé largo rato pensando en los argumentos de ambos bandos que comentas… sí, no, sí, no, no sé. Al final me di por vencida porque me di cuenta de que el amigo Torcuato no buscaba que resolviéramos el enigma sino que disfrutáramos de él a cada página, y eso puedo asegurar que lo hice, cómo no hacerlo. Y no sólo gracias a la historia de Alice, de sus embrollos con los médicos y psiquiatras, también con cada uno de los personajes, a cada cuál más atrayente. Sin duda también yo recomiendo esta novela… como dice Iria, no tiene desperdicio.

    Genial reseña, Roberto.

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  6. Iria, Geor, Juditsinhache y Rosario: gracias por los comentarios! Coincido con ustedes en que el libro no tiene desperdicio, ya que el autor se complace en jugar con nosotros llevándonos de un lado al otro, como locos, y llenándonos de dudas sobre quién tiene la razón; al final, ni recuerdo quién la tenía, pero eso no importa =) Saludos!

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  7. Hace meses que quiero leer este libro, y no lo puedo conseguir, ya recorrí infinidad de librerías, hasta en la Feria del libro lo fui a buscar! Pero imposible, me dicen que está agotado…. ahora que leí tu reseña, más ganas de leerlo!! Qué intriga!

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  8. Yo leí Los renglones…hace muchos años y siempre he tenido la sensación de que es un libro al que regresaré. Hay por ahí una cita buenísima que dice algo así: “No me digas qué libros has leído. Háblame de los que has releído” Bueno, pues esta excelente novela es uno de esos libros a los que siempre hay que volver.
    Ehorabuena por el artículo, es muy interesante

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