Mitos nórdicos

Reseña del cómic “Mitos nórdicos”, de Neil Gaiman y VV. AA.

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Si hay algo de lo que no me canso es de los mitos nórdicos. Cada vez que aparece un libro o cómic que trata el tema de marras, aunque sea por encima, primero me emociono y luego me informo para saber si realmente merece la pena o si solo son cantos de sirena y resulta que me he emocionado en balde.

Casualmente ahora estoy leyendo El corazón de la bruja, de Genevieve Gornichec. Todo un feliz descubrimiento de libro que trata de una de las dos esposas que tuvo Loki. La giganta Angrboda, con quien tuvo sus tres famosos hijos: Hela, que acabaría siendo la reina del mundo de los muertos; Fenrir, el lobo que acabaría con Odín en el Ragnarök y Jörmundgander, la serpiente que, también en el Ragnarök, mataría a Thor.

Pues bien, este, muchísimo más ampliado en el libro, es uno de los cuentos que aparecen en este Mitos nórdicos volumen 1 y este en concreto está dibujado además, con su típico y reconocible estilo, por el español David Rubín.

Pero empecemos por el principio. ¿Qué demonios es esto? Ya nos suena de algo, ¿no? ¿Recordáis aquella reseña del 2017 de título Mitos nórdicos? ¡Sí, coño, la del libro de Neil Gaiman! ¡Esa! Pues esta es la adaptación al cómic de esas historias de la mano de tantos dibujantes como mitos se cuentan, en concreto para este primer tomo (de tres que hay proyectados), ocho. ¿Quién iba a decirlo con tan asombroso título?

Creedme si os digo que, de todos los libros que tratan el tema, (y he leído –y también olvidado– muchos) este es uno de los mejores con los que me he topado. Te lo explican todo clarito clarito desde el principio, desde el origen mismo de los Nueve Mundos en los que, según su mitología  se dividía el universo, y no tiene desperdicio. Es una gozada de cómic.

Lo cierto es que partiendo de una base tan buena como lo era el libro de Gaiman, un tío que creció leyendo las aventuras de El poderoso Thor de Kirby y Lee y que profundizó e investigó por su cuenta para poder ofrecernos un libro despojado del lenguaje solemne, nada podía salir mal.

En este primer volumen tenemos un prólogo básico, cojonudo y necesario en el que se nos cuenta el origen de todo, incluso lo que había antes del propio origen, la creación de los dioses, de los gigantes y de los hombres; tenemos también la descripción de Yggdrasil y de todas sus ramas y partes y los cuentos de La cabeza de Mimir y el ojo de Odín; el de los tesoros de los dioses, el del maestro constructor, el ya mencionado de los hijos de Loki y el de la boda de Freya.

En fin, todos ellos no por archiconocidos  por los que estamos más que familiarizados con la temática dejan de leerse con gusto, pues Gaiman mete alguna ligera variación que enriquece el relato al igual que sucedía en su libro. Pero aunque no lo hiciera, son historias tan seductoras que puedes leerlas infinidad de veces.

En resumidas cuentas un cómic para leer y atesorar. Un cómic para uno mismo y para los hijos o sobrinos o nietos, para que sepan de algo más que de milagritos de un tal Jesús y conozcan más mundo e historias que las que les lavan la cabeza en misa.

Un tesoro, repito, una pequeña joya, un bombón y una obra, me atrevo a decir, de referencia rápida y vistosa, para profanos y entendidos. Es más, como también he dicho antes, aunque solo refiriéndome al prólogo, creo que es un cómic básico, cojonudo y necesario.

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