Mix de ruedas de prensa de ganador y finalista del Premio Planeta 2017

Bien. Pues esto ya está, señoras y señores. Ya pueden seguir circulando que aquí ya se acabó. El pescado se ha vendido y solo falta degustarlo en noviembre.

Un año más Libros y Literatura ha tenido el honor de ser invitado y poder asistir en directo a este increíble y prestigioso show festivo literario, el mejor de su categoría, sin duda.

Pero vamos al grano que hay mucho que contar y mucho sueño también.

Ayer se celebró la gala anual de los premios literarios mejor dotados económicamente y, como ya se ha hecho el análisis de los dos premiados, vamos a resumir en esta entrada las declaraciones de las ruedas de prensa del domingo noche y la de hoy lunes por la mañana.

La de ayer noche comenzaba con una frase que era toda una declaración de la política mercantilista de la empresa:

“El Premio Planeta no está para descubrir autores sino para conseguir lectores. Mucha gente no lee, pero en Navidad compran el Planeta”.

Y tras esto ya, entramos en materia pura y dura.

Comentaba Sierra que llevaba diez años en las quinielas de los lectores. “Nunca me había presentado a los Planeta, pero los lectores tenían tanta ilusión y había tanta decepción al día siguiente, que sentía una prisión terrible”. Que los periodistas se centran en los qués y olvidamos los porqués y uno de ellos es su madre. Que su madre trasnochaba para ver si ganaba el premio y que al día siguiente le echaba la bronca y le decía que había perdido el premio cuando todo el mundo se lo estaba dando. Ayer su madre le dijo:“Por fin, hijo, por fin”.

Para Sierra, la clave de su novela está en la cita de Doris Lessing: “El origen de todo libro se ancla muy atrás en la noche de todos los tiempos, cuando los sapiens se reunían en torno al fuego a contar historias

Su novela, El fuego invisible, está escrita en primera persona  y tiene como protagonista a David Salas, un profesor de lingüística en el Trinity College de Dublín, que acaba de terminar un trabajo sobre Parménides. Victoria Goodman, la directora de un centro de educación especial mueve los hilos para que Salas se traslade a Madrid porque está obsesionada con un cuento inacabado de Chrétien de Troyes, pero le oculta algo: un alumno ha muerto cuando estaba a punto de averiguar la utilidad del Grial.

Es, dice, al igual que la novela finalista, una novela de viaje, un akhet, un viaje en busca de algo trascendente un fuego invisible que espera contestar la pregunta ¿de dónde vienen las ideas? Y es que para Sierra, desde que se inventó la novela, el concepto de viaje está en el ADN de esta, pero tiene que haber otras cosas. Si no hay misterio, conflicto… no funciona. Su novela, afirma, cumple con todos esos ingredientes. Sus personajes descubren que al final hay un cosmos que les ilumina. El fuego invisible es el rescoldo creativo que todos tenemos dentro.

“Creo que va a gustar a todos a los que les gusta escribir. Escucha ese fuego que tienes dentro y avívalo, no lo sofoques”.

Detallando algo más, comentó que la acción transcurrirá en Madrid, Barcelona y el Pirineo de Huesca, pero no, no aparece Montserrat ni León (se centra más en el Grial de Valencia)  y tampoco es la novela tópica del Grial, ya que el propósito no es encontrar la copa.

Señala Sierra que la idea surge del libro de Valle-Inclán, “La lámpara maravillosa”. En ella Valle apostaba por la quietud, algo que deberíamos aprender en esta época y que él ha querido introducir.

Tiene lo que tienen sus novelas, no solo entretenimiento, no te deja respirar, pero tiene un punto más, incluso filosófico. Además, es una novela para tener los ojos abiertos y la pintura, al igual que en El maestro del Prado, tiene importancia axial, pero no fundamental.

A la pregunta de “¿qué esperas producir al lector que no hayas producido ya?”, el autor contestó: “Despertar el fuego invisible que está dentro de cada lector.

A Eslava Galán, que de estas cosas algo sabe le sorprendió mucho ya que lleva escribiendo cuarenta años del tema y opina que esta es la mejor novela de Sierra. La define como sinfónica en el sentido de que caben muchas cosas en ella. Hay policíaco, acción trepidante, nunca te aburre, incluso en momentos de reflexión filosófica. Una novela redonda del tipo que a todos nos gustaría leer y escribir.

 

 

En cuanto a Niebla en Tánger, se trata de un viaje, el de Flora Gascón a Tánger, en busca de un amante de una noche y de quién solo tiene como pista el título de la novela que este leía. Es una novela circular, de una mujer que buscaba salir de una vida monótona, una novela dentro de otra y un viaje al fondo de sí misma, un misterio y a la vez un juego de espejos… Pero también habla del mal moderno de la sociedad, el ir siempre con prisas y llevar una vida que no queremos llevar, esa resignación a vivir en una rueda de hámster… El verdadero viaje de una novela es de transformación y esto se comprueba al saber que Flora Gascón está en tratamiento con una psicóloga y que la novela está escrita en tercera persona pero con focalización interna que pretende ver esa transformación.

Reconoce Cristina la influencia del cuento de Cortázar “Continuidad de los parques” y juega mucho con “La decadencia de la mentira” de Oscar Wilde.

Tánger será, para los personajes, un lugar al que vuelven, ese lugar donde buscan, que te hace transformarte, representa la nostalgia el lugar al que van los perdidos…

A Fernando Delgado, miembro del jurado, la novela de Cristina le ha entusiasmado, no solo por la historia; la estructura de las dos novelas es hermosa, enriquecedora. La de Cristina tiene una prosa, una capacidad relatora exqisita y mucho gusto por el palcer del texto, por la palabra

 

Las dos novelas saldrán a la venta el tres de noviembre. El fuego invisible tendrá una tirada inicial de 200.000 ejemplares y Niebla en Tánger 90.000. El siete de noviembre será la presentación en Madrid, y a partir de entonces comenzará una gira durante todo noviembre y parte de diciembre que patirá de Vigo y finalizará en Zaragoza.

Solo me queda felicitar a los dos premiados, a Planeta y a la organización por el mimo y buen trato que siempre nos brindan y esperar a noviembre para poder juzgar las obras.

¡Enhorabuena a ambos!

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