Poesía completa, de Cavafis

poesía-completaLeí por primera vez a Constandinos Cavafis cuando todavía se llamaba, para los lectores en español,  Konstantino Kavafis. Era un ejemplar encuadernado en verde esperanza que encontré en mi casa; ahora sé que se trataba de la ya famosa edición y selección de José María Álvarez Poesías completas, de la editorial Hiperión. Debo confesar que no entendí gran cosa de las numerosísimas referencias a la antigüedad clásica, pero sí me llegaron las historias tan humanas de aquellos personajes que, con nombres como Teódoto, Cantacuceno o Aristóbulo, encarnaban pasiones, terrores, cuitas y neurosis que se dan, es de suponer, lo mismo hoy que en aquel antiguo ayer, y lo mismo en gentes menesterosas que en grandes reyes, emperadores y héroes. Compartían volumen con aquellos poemas otros,aparentemente más accesibles, que trataban sobre el amor y la belleza; recuerdo que me cautivó la voz de aquel poeta, que parecía dudar siempre entre la audacia y el sigilo; velaba a la par que revelaba, pero siempre mostrando su pasión y también su profunda melancolía, rasgo este último en cuya expresión me pareció que aquel poeta era un maestro muy especial.

Ahora, con más años y con un poco más de conocimiento, una lectura más experimentada de los mismos poemas de aquel singular poeta me ha permitido disfrutarlos mucho más, aparte de enriquecer esa relectura con el descubrimiento de una gran parte de su obra poética que no siempre ha estado al alcance del lector en lengua española y ahora sí lo está, gracias a la labor y a la entrega del incansable lector, estudioso y traductor de Cavafis Pedro Bádenas de la Peña, de la editorial Alumzara y de la Fundación Biblioteca de Literatura Universal. En efecto, tenemos la gran oportunidad de disfrutar de la poesía completa de Constantino Cavafis, de la cual sus llamados poemas canónicos, siendo los más conocidos y los más difundidos, son solamente una parte. En esta edición de Bádenas de la Peña está todo lo que podamos desear leer de Cavafis, sus originales en griego y su traducción al español, con comentarios –que contribuyen muchísimo a arrojar más luz sobre poemas que requieren de conocimientos de la cultura y la historia grecolatinas para su completo disfrute–, bibliografía, detallada biografía de Cavafis y una introducción que por sí sola ya es un estudio en miniatura, a la par que glosa y ensayo de presentación, de la vida, obra, psicología y voz poética de Cavafis.

Con todo lo que esta cuidada y actual edición aporta a la lectura de la poesía y la prosa poética de Cavafis, y con lo mucho que me ha ayudado a esclarecer pasajes, referencias y anécdotas que en una lectura desnuda permanecieron para mí en la más completa oscuridad, aumentando así el disfrute de estos poemas por mi parte, debo decir sin embargo que mi impresión de la poesía y del poeta es sustancialmente la misma de años atrás, y que ésta se ha visto confirmada por la erudita introducción de Pedro Bádenas de la Peña. Y es que la poesía de Cavafis, como toda buena poesía, es de alcance universal, está por encima de sus referencias históricas y literarias, de sus evocaciones y apelaciones exclusivas y elitistas de puro eruditas. Enriquece, en efecto, la lectura saber algo más acerca de los troyanos o de Orofernes, pero en ningún modo es necesario, pues al leer esos poemas nos alcanza la flecha del mensaje certero de Cavafis sobre lo efímero de la vida y de sus placeres, a los que con tanta desesperación se arrojan sus personajes, y lo seguro de la derrota última; podemos adquirir, por unos momentos, la postura estoica de los helenos ya rendidos a la certeza de la superioridad de los romanos; o el heroismo, derrotado pero orgulloso, de Demetrio Soter, que se aferra al recuerdo de su tenacidad y del orgullo de su raza a pesar de haber sido humillado. Y ¿acaso hay algo más actual y que podamos sentir más cercana que esa cansada ironía del pueblo que espera a los bárbaros que han de llegar, y a los que rechaza y teme pero, al mismo tiempo, anhela, porque “esta gente, al fin y al cabo, era una solución”? Cavafis nunca es tan cercano a cada alma humana como en sus poemas más aparentemente inaccesibles, más exquisitos; Cavafis acude a las fuentes históricas, tan caras para él, con el fin de acercarse mejor a nosotros; con el fin, quizás, de demostrarnos que nada hay tan constante y tan predecible como la naturaleza humana.

Tampoco nos es ajena la audacia, ya abierta y exhibicionista, ya añeja y añorada, ya un poco avergonzada de sí misma, que despliega en sus versos de temática erótica; y también aquí el tema más aparente es pretexto para lo más importante, que no es otra cosa que tratar de aferrar lo efímero y reflexionar, al mismo tiempo, sobre ello. Cavafis observa y, a menudo, recuerda los momentos gloriosos del amor, de la juventud, del placer y de la contemplación de la belleza que nada necesita del mundo intelectual ni filosófico, pero lo hace siempre como un poeta reflexivo, alguien que muestra y revela lo voluptuoso y lo sensual como magdalena proustiana; ahora que tiene nuestra atención hablándonos de sus hermosos amantes jóvenes y de la perfección de sus cuerpos y de su amor secreto, nos revela lo que tiene en mente, a saber, que este momento también ha de pasar, o incluso, que ya ha pasado, llevándose consigo nuestra vida. Ahora lo que queda es tal vez dar sentido a esa vida pasada haciendo que sea fuente de otro tipo de belleza, la belleza lírica. También se muestra Cavafis autobiográfico, y nunca nos conmueve tanto como en ese breve poema titulado Murallas, donde denuncia y lamenta a la vez el ostracismo al que lo sometió la sociedad por causa de su homosexualidad; otro poema tan universal como todos los del autor de Alejandría,con el cual todo aquel que por cualquier causa haya sufrido desprecios y arrinconamientos puede sentirse identificado.

Poesía completa de Cavafis es una edición que no pueden dejar pasar los seguidores y admiradores del gran autor alejandrino, una de las voces poéticas principales que dejó el siglo pasado.

1 comentario en «Poesía completa, de Cavafis»

  1. Quienes hemos tenido la suerte de descubrir a Cavafis siendo muy jóvenes, con ese ejemplar que yo también tenía por casa, y que nunca supe de donde había salido, creo que no nos queda mas remedio que crecer con esas historias a medio entender y a las que dábamos forma conforme se formaba nuestra mente y nuestro cuerpo … Hoy leo a Cavafis y como tu comprendo más y mejor, y es pssible que eso me asuste un poco 😉

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