El arte de la prudencia

El arte de la prudencia, de Baltasar Gracián

El arte de la prudencia

 

Mi amiga Eva es de un pueblo de la Comarca de Calatayud, “Belmonte de Gracián”, pero cuando ella nació aun no era “de Gracián”. Hasta 1910 se llamó “Belmonte del río Perejiles”, a partir de 1920 se llamó “Belmonte de Calatayud” y fue ya en el año 1985 cuando, en homenaje a su hijo más ilustre, paso a llamarse “Belmonte de Gracián”.En 1985 creo que mi amiga ya tenía un par de licenciaturas, amen de hablar inglés como la mismísima Reina Isabel y contar con un ingenio superlativo, y yo me digo, que si tardaron trescientos años en decidirse a llamar al pueblo de “Gracián”, no les extrañe que dentro de otros trescientos pase a llamarse “Belmonte de Betrián”, que a mí me parece que también suena bien.
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