No sé cómo me las apaño, pero aquí estoy, hablando sobre un libro que es la continuación de otro que ni siquiera he leído. Ya me vale, ¿verdad? Lo cierto es que estas cosas me ponen bastante nerviosa. Ya os he comentado alguna vez que soy desordenada, pero que con el tema papeles y libros es cuando más organizada soy, así que no creáis que me emociona leer la segunda parte de un libro sin haber leído el primero. Pero, ¿sabéis por qué lo he hecho? Porque me han asegurado que Tonto de remate, la continuación de Ni un pelo de tonto puede leerse independientemente del primero. Así que respiré aliviada y me propuse disfrutar del libro.
Obviamente, el título llama mucho la atención, y entre eso y las críticas que leí sobre él que hablaban sobre un libro tremendamente divertido, revoltoso y repleto de una esperanza humana irrefrenable mis ganas de leerlo aumentaron.
Como os he dicho, Tonto de remate es la continuación de Ni un pelo de tonto, novela publicada en 1993. Richard Russo, el autor, es un escritor norteamericano con varios libros publicados y un premio Pullitzer bajo el brazo que recibió en 2002 por su novela Empire Falls.
En esta ocasión, el autor vuelve a traer a sus personajes a North Bath, un pueblo ficticio en el norte de Nueva York. Donald Sullivan, o simplemente Sully, es nuestro protagonista. En la taberna White Horse (que también fuera escenario de la primera parte), se fragua la vida del pueblo y de sus personajes. Un pueblo donde la vida transcurre de manera monótona y previsible y donde, a simple vista, no ocurre nada. Pero como sabéis, lectores, la tranquilidad y la monotonía siempre esconden algo y esa calma aparente agita la vida de sus vecinos. En esta ocasión, Sully es un hombre rico, pero una dolencia cardiaca diagnosticada le augura un corto porvenir: apenas dos años más de vida. Junto a Sully, encontramos a otro protagonista indiscutible. Se trata de Douglas Raymer, jefe de policía de North Bath. La tarea de Raymer en esta entrega está bastante clara: averiguar a qué garaje pertenece el mando a distancia que encontró tras la accidental muerte de su esposa. Para ello no durará en ir probando en todos los garajes que encuentre hasta descubrir la identidad del que fuera amante de su esposa. Un trabajo personal bastante inquietante, la verdad.
El resto de personajes, bien elaborados, incluye a Ruth, una mujer casada con la que Sully mantiene un romance; el insistente Rub Squeers, empeñado en convertirse en el mejor amigo de Sully o Gus Moynihan, alcalde del pueblo. Lo cierto es que es inevitable coger cariño a todos los personajes que desfilan por las líneas de esta novela. Richard Russo tiene el don de dotar con alma a los personajes que crea y eso es algo que el lector capta enseguida.
Por cierto, me he enterado de que existe una adaptación cinematográfica de Ni un pelo de tonto dirigida por Robert Benton y con Paul Newman en el papel de Sully. Habiéndome gustado tanto Tonto de remate y gustándome tanto como me gusta el señor Paul Newman me planteo hacer trampa y ver esta película antes de leer la primera parte. No sé, ya os contaré (o tendréis noticias en forma de reseña, tal vez).
Richard Russo me parece un muy buen escritor. Sabe bien cómo hacer y qué hacer con sus personajes. Sabe plasmar la otra cara de Estados Unidos, ese lado amable, popular y único de los pueblos. Una novela repleta de humor y sentimientos tan contradictorios como los personajes que Russo crea. Sin duda un gran descubrimiento la prosa de Russo y su magnífica imaginación.