El sol de Argel

El sol de Argel, de Esther Ginés

el-sol-de-argelNo tengo nada claro que se pueda definir de una única manera qué es escribir bien, pero sí que estoy convencido de que hay cosas que sólo están al alcance de quien lo sabe hacer. Describir una escena como la noche del suicidio de un chico joven en casa de sus padres y la reacción del hermano gemelo ante un suceso así con la elegancia, la sutileza, la ausencia de efectismo y sensiblería y con la verosimilitud con que Esther Ginés comienza esta novela es una de ellas. Sólo por disfrutar de la rotunda delicadeza de esta autora en un trance semejante ya merece la pena decidirse a leer este sol de Argel, pero esta novela es mucho más que eso, más que un notable ejercicio de técnica narrativa: es una buena historia. Y tampoco hay tantas.

Leído el párrafo inicial puede parecer que esta novela es un drama, el de la tragedia íntima más extrema que puede afectar a una familia, pero no es así. Si ahora contase que buena parte de las páginas beben de la investigación del hermano gemelo de las causas del suicidio, no mentiría, pero tampoco diría toda la verdad. Si me centrase en la construcción que Esther Ginés ha logrado de un personaje femenino misterioso y atractivo aunque un tanto falto de desarrollo tampoco iría desencaminado, pero me movería por carreteras secundarias. El misterio, la investigación, el dolor, la incomprensión, todo eso está en la novela, pero no es la novela. Martín quiere averiguar lo que le pasó a su hermano Matías, pero no ha querido Esther Ginés convertir su historia en una novela detectivesca, el misterio existe porque hay cosas que se desconocen pero no porque haya complicadas tramas que suplanten el corazón que debe latir en un buen libro. Ni siquiera el edificio que la autora convierte en personaje, que es un gran activo del sol de Argel, es el verdadero protagonista.
¿Y qué es entonces? ¿De qué habla El sol de Argel? Para mí, esta novela habla de la identidad, es una reivindicación de la individualidad aun en el caso más extremo de identificación entre dos personas, que es el hecho de que sean gemelos idénticos. Esta novela nos enseña que puestos en la misma situación que otro, nada nos obliga a repetir sus errores, ni nos garantiza tampoco lograr sus aciertos. También es un buen antídoto contra la tentación de juzgar a los demás y es un buen tratamiento contra el dolor, contra ese sentimiento tan humano capaz de convertir el amor en resentimiento cuando no se es capaz de comprender al otro.

Pasé el segundo y el tercer día mirando a mi madre sin verla, como si no estuviera en la misma habitación que yo o se hubiera marchado tras Matías, un fantasma que corre a alimentar a otro para que no sienta la soledad de la muerte. Sabíamos que no habría palabras, que el silencio sería un arma de doble filo, consuelo y condena a la vez, pero enseguida nos dimos cuenta de que éramos incapaces de hacer cualquier otra cosa que exigiera un mínimo de voluntad, de coordinación.

Uno se puede pasar la vida investigando un misterio sin averiguar nada, uno puede analizar la muerte de un suicida hasta la nausea, bucear en sus pensamientos para encontrar una causa y destrozarse su propia vida sin averiguar que la causa probablemente no exista, que a Matías, como a tantos suicidas, le mató la vida, o su incapacidad para asumirla con sus complejidades y sus matices. Y la única investigación al respecto que merece la pena es la que se nos plantea a nosotros mismos sobre nuestros propios mecanismos para hacerlo mejor que él.
Esther Ginés ha dotado, por si tenía pocas virtudes, a este Sol de Argel de un ritmo y una tensión narrativas notables, ha trufado su historia de referencias literarias (tal vez la del Extranjero de Camus sea un tanto recurrente en exceso, pero es que es importante para la trama), ha construido unos personajes muy logrados, especialmente interesante y entrañable me ha resultado la madre, y ha conseguido integrar los escenarios (el edificio singular del Instituto Homeopático, por supuesto, pero también la ciudad de Madrid) en la narración de forma extraordinariamente natural. Porque la naturalidad es uno de los activos principales de esta novela. Uno no puede evitar pensar que la autora ha sufrido un drama familiar, que ha vivido en un edificio abandonado, que es amante de los gatos, que ha ayudado a un hijo a superar un trauma, que ha luchado por seguir adelante tras sufrir un dolor arrasador, y aunque uno es consciente de que probablemente no sea así aunque sólo sea por lo difícil que tiene una persona vivir tantas vidas a la vez, cuesta imaginar que lo escrito no es lo vivido, y no sé si se puede decir algo más positivo de una obra literaria.
Quisiera añadir una última idea a la amplia nómina de cosas que hay que destacar en una autora joven como Esther Ginés. Vivimos una época en la que existe una misteriosa correlación entre el peso de una obra y su éxito en las listas de ventas, con honrosas excepciones para tener unas ventas notables es necesario en primer lugar que el libro sea gordo, y en muchos casos se alargan las historias artificialmente, lo que incide muy negativamente en el resultado general. El sol de Argel no tiene ese problema, cuenta lo que su autora quiere contar y aunque siempre puede el lector desear algún desarrollo mayor o menor de algún tema, situación o personaje, nadie puede acusar a Esther Ginés de alargar la novela artificialmente y es algo que yo, personalmente, no puedo dejar de agradecerle.

Andrés Barrero
andres@librosyliteratura.es

 

9 comentarios en «El sol de Argel»

  1. Lo he leido dentro de un par de días (a pesar de mi nivel en español…). Me costaba dejar el libro por las ganas que tenía de conocer a la misteriosa M. y por hechizada que estaba por la investigación de Martín.
    ¡Ojalá que esta obra encuentre éxito y que aparezca una gran autora en plena luz!
    ¡Suerte, Esther!

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  2. ¡Hola a todos! Gracias por hacerme descubrir este maravilloso libro! Bueno, como nativo de argel, me veo obligado de una manera o otra a opinar sobre dicha obra literaria cuyo nivel de escritura y madurez me captivó desde el primer párrafo. Ahora bien, tengo una pregunta: existe una versión del libro en braile o bajo formato electrónico para un amigo mío que es ciego y que le gusta muchísimo leer?ñ¡ Gracias de antemano por responderme!

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  3. ¡Gracias Andrés! Encuanto a la versión en braile, pues según me informaron en la biblioteca de la ONCE, está por llegar, pero existe una versión del libro leída por una voz humana en un cd; yo creo que la voy a comprar para mi querido amigo.
    ¡Un abrazo!
    Amine

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