Jonathan Strange y el Señor Norrell

Jonathan Strange y el Señor Norrell, de Susanna Clake

Jonathan Strange y el Señor Norrell

A veces un libro te gusta tanto que te cuesta escribir una reseña sobre él, quieres expresar todo lo que te ha hecho sentir, los buenos momentos que has pasado mientras lo leías, el modo en que el autor, en este caso la autora, te ha introducido en la historia, te ha hecho divertirte y sufrir con sus personajes y la pena que te ha dado el acabarlo porque abandonabas un mundo del que ya te sentías parte, quieres explicar todo esto del mejor modo posible, para intentar que otra persona descubra ese libro y lo disfrute igual que tú, pero lamentablemente no poseo la maestría a la hora de escribir que si tiene Susanna Clarke en su primera novela, y sí, todo esto me lo ha provocado una novela de una escritora novel, y es que estamos en mi opinión ante el debut más impresionante de los últimos años junto a Patrick Rothfuss y su “El nombre del viento”

Jonathan Strange y el señor Norrel” podría entrar dentro de lo que se suele calificar como ucronías o novelas históricas alternativas, los ya famosos “what if” que enseguida reconocerán los amantes de los comics.

En este caso nos encontramos a principios del Siglo XIX, cuando la magia que el Rey Cuervo llevó a su máxima expresión prácticamente ha desaparecido de Inglaterra y solo pervive en unos cuantos estudiosos de la materia de manera teórica, hasta que el Señor Norrell, convencido de que debe poner sus servicios a las ordenes del gobierno en la guerra contra Napoleón, demuestra a todos que la magia todavía puede ser practicada en uno de los pasajes más emocionantes del libro.

“Contempla, lector, a un hombre que, día tras día, se encierra en su biblioteca. Es un hombre bajo, sin atractivo personal. Encima de la mesa, ante sí, tiene un libro, y al alcance de la mano una buena provisión de plumas nuevas, un cortaplumas, tinta, cuartillas, cuadernos… No obstante, en el árido corazoncito del señor Norrell alentaba una ambición, la de volver a llevar la magia a Inglaterra, y era una ambición tan viva que hubiese merecido hasta el aplauso del mismo señor Honeyfoot. Y en esos instantes, con objeto de cumplir ese propósito largamente acariciado, se disponía a trasladarse a Londres”.

Muchas críticas suelen comparar el estilo de Clarke con una mezcla de Jane Austen y Charles Dickens y los grandes autores de la fantasía, no podría estar más de acuerdo, porque une perfectamente el costumbrismo y las formas de la Inglaterra decimonónica con los elementos mágicos.

“– ¿Puede un mago matar a un hombre por arte de magia? – , le preguntó Lord Wellington a Strange. Este frunció el entrecejo. Pareció que no le gustaba la pregunta. –Supongo que un mago podría – admitió – pero un caballero, jamás”.

El libro consta de una variada gama de personajes, todos muy bien trazados y con el arco de su personalidad muy bien definido, nada parece casual, tienen una evolución natural y todas las decisiones y momentos tienen una explicación en lo que ya hemos leído anteriormente.

Los protagonistas evidentemente son los que dan título a la novela, Jonathan Strange y el Señor Norrell, el joven y alegre aprendiz y el viejo y huraño estudioso, son la representación de muchas de las ideas que nos comunica la novela, el enfrentamiento entre el ardor juvenil y la tradición clasicista, la innovación y experimentación contra el inmovilismo, en dos personajes que tendrán diversos encuentros y desencuentros durante la historia pero que nunca podrán cambiar que lo que les une es más fuerte que lo que les separa.

Una de las cosas más interesantes del libro son las notas al pie de página que casi constituyen otra novela diferente y le dan un trasfondo de realidad al mundo mágico creado por Susanna Clarke muy de agradecer en mi opinión, es cierto que a veces por su extensión pueden cortar un poco el ritmo de la narración, pero creo que aportan mucho a la construcción de la historia.

Otro atractivo es la participación de Strange en momentos históricos, como la guerra contra Napoleón, llegando a desempeñar un papel determinante en la mismísima batalla de Waterloo o la guerra de la independencia en la península ibérica y su encuentro con personajes de la época como el duque de Wellington, Lord Byron o Jorge III.

En definitiva, un libro en el que el amor, la guerra, la historia y la magia se mezclan para convertirse en una novela imprescindible para todos los amantes de la fantasía y para todos aquellos que busquen una novela que les va a absorber durante varios días, porque pese a su extensión es de la clase de libros que te provoca adicción, que no puedes esperar a tener otro rato para seguir leyendo y con el que llegaras hasta altas horas de la madrugada diciéndote “solo otro capítulo más y ya me voy a dormir”. Creo que el término “clásico instantáneo” nunca ha sido más oportuno que en este caso.

Óscar Rodríguez

@orc1979

5 comentarios en «Jonathan Strange y el Señor Norrell»

  1. Te animo a que lo descubras Margarita, si con cada reseña una sola persona descubre un libro que le gusta ya me doy por contento.
    Muchas gracias por tu comentario

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  2. Qué interesante lo de las notas al pie. Y entiendo eso de no poder explicar cuando un libro es tan mágico; lo bueno es que ahora sabemos que tenemos que leerlo. Saludos!

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  3. Pues si Roberto, las notas a pie de pagina crean toda la estructura del mundo mágico anterior a los protagonistas y explica muchas actitudes de algunos otros personajes secundarios, es muy interesante. El libro me parece recomendadisimo, a ver si te gusta.

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