Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez
Cada vez que leo un libro de Gabriel García Márquez me imagino un clima especial. No se si esa sensación fue prevista por el autor o es algo personal. Pienso en un ámbito tropical, en un barrio con rasgos españoles y arquitectura barroca. Me imagino mujeres vestidas con amplias faldas que caminan por la calle o que se asoman a las puertas de las casas. A esos hogares los pienso como lugares un tanto lúgubres donde las tareas se asignan de acuerdo a lo que permita el calor sofocante que hace afuera. Y a los barrios los concibo con calles de tierra, puertos intensamente activos y mercados llenos de coloridos productos.
Todos esos aspectos aparecen en mi mente cuando leo a este escritor. Por eso, cuando tomé Crónica de una muerte anunciada me trasladé a ese escenario de inmediato. La historia es breve pero atrapante. Se trata del asesinato de Santiago Nasar y el relato comienza ya adelatando cual será el desdichado destino de este hombre.
García Márquez pensó en un relator que se convierte en periodista. Todas las acciones que realiza Nasar son narradas con precisión. La voz de esta novela se encarga de recoger testimonios de distintas personas del pueblo y se logra armar el hecho una y otra vez desde las perspectivas de cada personaje.
Por tratarse de una crónica breve, me parece un poco desalentador contar demasiado cuál es el desarrollo, pero no me quiero ahorrar las sensaciones. Se trata de un libro ejemplo para quienes busquen buenos trabajos con orientación periodística, pero también para quienes busquen literatura pura.
Santiago Nasar aparece como un personaje interesante y lleno de tradiciones. Está siendo buscado por los hermanos de una mujer que quieren vengarse. La historia comienza con el alba de un día cualquiera en un pueblo y, a medida que continúa la historia, se desarrolla el viaje hacia la inminente muerte de Nasar. De todas maneras, también explora historias que se mantienen al margen del relato central con personajes tan ricos como el principal.
¿Qué puede ser atrayente de un libro que ya anuncia su fin con el mismo título? Primero, disfrutar de la redacción de uno de los mejores escritores de la historia; segundo, conocer la belleza de un relato simple pero que recobra vida al ser bien contado. Y, sobre todas las cosas, zambullirse en un clima tropical e irresistible.
Georgina Marrapodi
Uno de los grandes logros de García Márquez en este libro, a mi entender, es la capacidad de conseguir atrapar al lector. A pesar de que ya conozcamos el desenlace no podemos dejar de leer para conocer el desarrollo de los acontecimientos que llevarán al protagonista a ese final anunciado.
Otro detalle destacable es como, en esta ocasión, su “Realismo Mágico” se decanta más por la vertiente realista, con esa especie de relato “periodístico” que describiste, supongo que su profesión como periodista le ayudó mucho a la hora de estructurar el libro de esta manera.
En fin, un libro cien por cien recomendable, como todos los de Gabo.
Acabo de descubrir este lugar, un grato descubrimiento.
Un saludo
Hace poco tiempo que leí “Relato de un náufrago”, y por lo que veo no fue la única inmersión de García-Marquez en el periodismo novelado… Bueno, digo “periodismo novelado” por llamarlo de alguna forma. Realmente no sé si existe un género para esto. En cualquier caso este autor es un auténtico maestro en llevar a novela hechos que sucedieron realmente y que llenaron portadas de periódicos en su momento…
Mejor haría la gente leyendo al gran García Márquez que sobre Yisel Charboneau, que además de ser una desvergonzada, arremete sin freno contra los valores políticos, o contra los toros, que si sufren o que si no sufren, y plantea escenas de prácticas sexules en el interior de una parroquia. Creo que tal tipo de libros no debería existir, pues se burla el autor, por llamarlo de alguna manera, de la institución monárquica y, como Iñaki Gabilondo en sus noticias, distorsiona la realidad utilizando algunos casos de pedofilia que se han dado en algunas parroquias para meter a todos en el mismo saco, como hace José Saramago con su nueva novela, ‘Caín’. ¿Qué tienes que ver la trama Gürtel con la Iglesia? ¿O el terrorismo con Amenábar?
Vivian: Estoy de acuerdo con vos, y es un poco lo que pongo al principio de la reseña. García Márquez crea un clima interesante que te atrapa desde el primer párrafo. Y claro, su relato periodístico es muy enriquecedor. Saludos y ¡bienvenida!
Francisco: Si, es un grande en el “periodismo novelado” y es un estilo muy presente en el periodismo actual.
me ha gustado este término, e inmediatamente mi mente ha saltado a una de las obras que considero paradigmáticas de este género que hasta ahora no sabía como calificar: A sangre fría, de Truman Capote.
es pura obsesión
Fue lo primero que leí de García Márquez y me encantó! En realidad me gustan todas sus obras, su estilo, su forma de narrar y describir el mundo es realmente cautivadora.
Saluditos
Garcia MArquez es mi autor preferido. En verdad opino que es el mejor escritor vivo del momento. Y Cronica me parece una obra maestra. Como bien has dicho, aunque en la primera frase ya te cuenta el desenlace, el libro te atrae de una forma que no puedes parar de leer. Me parece magistral el ritmo que le da a la narración. Muy recomendable.
Y si a alguien le interesa ahi va alguna recomendación sobre Garcia Marquez: aparte del famoso “Cien años de soledad”, os recomiendo que no dejeis de leer “El coronel no tiene quien le escriba” y “La mala hora”. Si os gusta el universo Garcia Marquez, en estos dos libros encontrareis la esencia misma de su mundo imaginario. Y una cosa muy curiosa es la siguiente: “La mala hora” es un libro bastante desconocido comparado con “El coronel no tiene quien le escriba” pero os recomiendo que os los leais los dos para ver si observais que a pesar de narrar historias diferentes, Garcia MArquez los entrelaza hasta el punto de ocurrir al mismo tiempo y en el mismo pueblo y con varios personajes iguales. De hecho una escena principal de un libro aparece en segundo plano en el otro. En resumen, el universo Garcia Marquez.
Eva: A Sangre Fría es una obra de arte ¡coincido en eso! Saludos
Lillu: Este libro es un buen primer paso para entrar al mundo García Márquez. Saludos
Emilio: no leí esas obras que mencionaste, pero seguramente deben ser muy interesantes.”Del amor y otros demonios” también es un libro para recomendar. Saludos
Leí este libro hace… mejor dejamos ese tema. Ya lo tenía casi olvidado, pero leyendo la reseña, y los comentarios, me vuelven a la mente muchas sensaciones. Es un libro que deja huella.
Coincido con lo dicho anteriormente: nunca un título fue tan explícito; pero lejos que restar interés a la trama, conocer el desenlace lo que hace es tensar el relato y poner al lector en un continuo estado de alerta.
Ciertamente es una buena elección para iniciarse en la lectura de García Márquez (y para iniciarse en la lectura a secas), aunque no es demasiado representativo el tan nombrado “realismo mágico”. Ya que están dando su opinión, yo me quedo con “El amor en los tiempos del cólera”.
Saludos,
Javier
Estupenda reseña Georgina!!!
García Márquez es una apuesta segura. El primer libro que trabajamos en mi club de lectura fue “El amor en los tiempos del cólera”, y si bien fue estupendo para crear debate por el fondo, en la fomra hubo unanimidad; hace un uso extraordinario del lenguaje. Un Premio Nobel indiscutible.
Un abrazo
Sin dudas, uno de los mejores de este genial autor y quien no lo ha leído, debería hacerlo lo antes posible!
Me gustó mucho a pesar de que ya sabes qué va a pasar. Es muy curioso cómo Gabo consigue mantener la intriga. Muy bueno.
La verdad es que no me esperaba para nada un libro asi. Uno sabe que pasa y sin embargo sigue ahi y se mezclan tantos sentimientos, tantas voces que uno se pregunta porque el desenlace es tal.
Y si, coincido…directamente me fui a un pueblo colombiano con gente en las calles y donde todo esta iluminado x el sol. Mas claro que tu resena, imposible.
La primera recomendacion para ntrar n e mundo de Garcia Marquez y ahora me toca continuar con 100 anos de soledad.