Crónica de un vendedor de sangre

Crónica de un vendedor de sangre, de Yu Hua

Cronica-de-un-vendedor-de-sangreTítulo: Crónica de un vendedor de sangre
Autor: Yu Hua
Editorial: Seix Barral
Páginas:304
ISBN: 9788432210136

He vuelto a la literatura de Yu Hua. De ese hombre que dice que “La literatura no puede cambiar la sociedad, pero sí puede modificar la forma en que el lector ve esa sociedad”

¿Recuerdan cuando les hablé de “Vivir”? Yo recuerdo ese libro con muchísimo cariño, porque aprendí bien la historia de China al mismo tiempo que humanizaba esa misma historia, dejaba de ser fría, porque así es la literatura de Yu Hua, cálida y cercana. Y así es este nuevo libro que les traigo, esta “Crónica de un vendedor de sangre”.

Es curioso, nunca hubiese pensado el peso emocional que puede tener la familia en China, o sí; es posible que nunca hubiese pensado en este asunto, o sí, porque ya son varios los autores chinos actuales que voy leyendo y que me van dejando una idea bastante clara de esa sociedad. La familia importa. Por la familia y por sus miembros se hace casi cualquier cosa.

En este caso nos encontramos con un protagonista que por su familia, por su mujer y sus hijos, será capaz de hacer casi todo, capaz de dar todo, incluso la vida gota a gota.

Donar sangre en China no está muy bien visto, así que en esto, como en otras muchas cosas no nos parecemos a ellos, a ellos les pagan por sus donaciones, se supone que, nosotros, lo hacemos de forma solidaria.

En este, como el resto de sus libros, nos encontramos con ese ya reconocido estilo del autor en el que no le duelen prendas en ironizar hasta la burla, un estilo que engancha al lector, que, en este caso, agradece mucho más esta forma tan entretenida de bucear por los interiores de la evolución china y naturalmente de los seres que la habitan, más que por el valor literario de la obra. Que lo tiene, no lo duden. Calidad al servicio de todos o como digo muchas veces, literatura democrática 😉

Verán, un buen amigo mío, leyó aquel ¡Vivir!, del que ya les hable en su día y me dijo que era uno de los libros más tristes que había leído, le había gustado mucho, pero le pareció muy triste, pues bien, tras la lectura de este libro he indagado un poco sobre el autor y sus influencias, y al parecer la más clara es la de Dostoievski, ¡claro!, y desde luego resulta lógico, visto no sólo por lo que escribe sino por cómo lo escribe. Dice el autor: “Mucha gente en China me ha dicho que después de leer mis novelas ya no tiene miedo a la muerte. Porque el mundo de los vivos que describo es muy terrible”. Yo no sé si el habrá leído a Dickens, pero a mí algo me recuerda, será por esos tiempos terribles, míseros… y esos niños con infancias dormidas.

En realidad en este libro, mucho más que en el anterior, se refleja la situación y forma de vida en china, pero la historia que nos cuenta, como dice el autor, y yo comparto, es transportable a cualquier otra sociedad, a cualquier otro pueblo. Al final el ser humano, sea de la condición que sea, de la cultura que sea, incluso del momentos histórico que sea, es un compendio de sensaciones y sentimientos, y en este caso yo les aseguro que el autor da una visión optimista de la vida, solo tienen que ver como es capaz de ir superando todas las duras pruebas que encuentra en su camino por la vida.

Fugui, es nuestro protagonista, y él es el que nos contará su historia, en primera persona, que es como hay que llegar al lector cuando se quiere llegar al punto al que llega Yu Hua, hasta el fondo, hasta esos sentimientos más profundo a los que sólo se puede llegar desde esa primera persona.

Es importante el acercamiento y comprensión entre Oriente y Occidente, y la literatura, como siempre, estará ahí para acercar a los hombres, y de la misma forma que Yu Hua bebe de las fuentes de Dostoievski, él mismo será inspiración para muchos otros jóvenes escritores occidentales.

Susana Hernández

2 comentarios en «Crónica de un vendedor de sangre»

  1. Seguro que me gusta, aquel y éste. A mundo los libros de los que se dicen que son tristísimos , a mí no me lo parecen, y precisamente por lo que comentas en éste del optimismo que a pesar de todo contiene el libro. Aunque lo que cuente sea desesperanzador o cruel, si existe ese, como tú le llamas optimismo y calidez, pues parece como si compensara, como si fuera el precio que se paga por estar vivos, el hacernos pensar, movernos, buscar y disfrutar de esa otra parte que a todos nos gusta y que no hace falta explicar.

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    • Leyendo este tipo de libros uno piensa que cuanto menos tiempo necesitamos para nuestra sobrevivencia, más tiempo tenemos para la reflexión existencialista y más infelices somos. El hombre se pone objetivos demasiado altos y amplios.

      Un autor muy interesante al que seguiré leyendo, seguro.

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