El cuerpo humano

El cuerpo humano, de Paolo Giordano

El cuerpo humano

Tenía muchas ganas de leer El cuerpo humano. En su día, el debut literario de Paolo Giordano, La soledad de los números primos, me había dejado un gran sabor de boca y, me había quedado prendada de esa forma tan particular, cargada de sensibilidad, de narrar una historia.

Asimismo, he de confesar, que el hecho de que, además de escritor, Paolo Giordano fuera licenciado en Física Teórica (con publicaciones científicas y becas de investigación a sus espaldas incluidas) me atrajo mucho, simplemente porque cuando a la gente se le dice que alguien ha estudiado ese tipo de carreras automáticamente se forma una imagen equivocada. Existe cierta creencia de que ser científico es ser una especie de Sheldon Cooper carente de cualquier tipo de delicadeza literaria. Desde luego que este chico, es una excepción notable.

Convencida de que Giordano (Turín, 1982) no sería autor de un solo libro, en cuanto caí en la cuenta de que en los escaparates de las librerías se exhibía, por fin, la segunda novela del turinés, lancé una serie de comentarios bien lanzados que obtuvieron sus frutos el pasado 23 de abril, Día del Libro, cuando me fue regalado un ejemplar del que di buena cuenta en cuanto tuve la ocasión.

La acción nos traslada a un campamento militar italiano en Afganistán, concretamente a la base avanzada de operaciones Ice, donde un grupo de jóvenes e inexpertos soldados, con el subteniente Antonio René a la cabeza, deberán enfrentarse a todo tipo de situaciones. Por un lado están aquellas más cotidianas, como pueden ser las relaciones personales entre ellos (nuevas amistades, compañerismo, rivalidades etc), así como el aburrimiento ante la inactividad a la espera de esa “gran misión” con la que sueñan como parte de las fuerzas armadas que son. Por el otro, están a aquellas un poco más peliagudas como pueden ser los distintos tipos de maniobras a llevar a cabo en la expedición. Y todo ello aderezado con retazos de la vida que han dejado a miles de kilómetros de distancia.

En este contexto se nos presenta un amplio abanico de personajes de toda índole, perfectamente desarrollados con profundidad sin caer en los típicos clichés soldadescos. Se trata, sin duda, de una novela coral aunque hay un personaje en concreto, el teniente médico Alessandro Egitto cuya estancia en Afganistán supone una liberación de una vida personal especialmente difícil, que sirve de hilo conductor de la historia.

Sin bien es cierto que podría hacer una pequeña presentación de cada uno de ellos, prefiero dejar que los conozcáis por vosotros mismos y que decidáis quién os cae mejor o peor o si os sentís identificados con alguno. No es una cuestión de vagancia, creedme, es porque creo sinceramente que merece la pena que los conozcáis a medida que avanzáis en la lectura del libro porque es ahí precisamente, en el tratamiento de los personajes y en la melancolía que desprenden, donde se ve perfectamente la huella del autor. Y porque a través de ellos el lector se va introduciendo poco a poco y sin remedio en la vida en la base.

A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, El cuerpo humano no es un simple relato bélico. No se trata de una amalgama de fechas, localizaciones y datos relativos a la guerra. Giordano huye totalmente del rigor histórico y periodístico para dejar como único protagonista al cuerpo humano y sus reacciones tanto a nivel físico como mental.

Creo que no ha quedado perfectamente claro que me ha encantado El cuerpo humano y que mi corazonada era buena: Paolo Giordano no es autor de un único libro.

4 comentarios en «El cuerpo humano»

  1. Leí en su día “La soledad de los números primos” y me gustó el libro. Leí luego un par de entrevistas a P. Giordano, quizá también desde el tópico de que era un físico que se había metido en un jardín que no era el suyo, y me hizo ver que estaba equivocada. Acabo de leer tu reseña y creo que compraré y leeré “El cuerpo humano” en cuanto tenga ocasión. Me has convencido. Un saludo.

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  2. Yo leí “La soledad de los números primos” precisamente porque era un físico metido a escritor. Si me tuviera que quedar únicamente con un libro de Giordano, me quedaría con “El cuerpo humano”. A mi, personalmente, me gustó más.
    Me alegro de que te haya convencido y espero que la novela tenguste tanto como a mi. Un saludo.

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  3. Yo también pensaba que habría más y mejores libros de este autor. Desconocía a qué se dedicaba este hombre.
    Muchos de los autores conocidos son médicos, matemáticos…, a mí también me resulta curioso este hecho, que tanta gente de ciencias haya triunfado con sus historias en la literatura. Habrá que investigar sobre el tema!

    Un abrazo!

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    • A mi me resulta reconfortante que la gente de ciencias tenga éxito en la literatura. Será porque me siento identificada. Yo soy de ciencias puras y mucha gente me dice que no se lo explica jejejejeje.
      En mi caso tampoco tiene mérito: en el colegio o el instituto (en la universidad ya todo fue ciencia y tecnología) disfrutaba tanto haciendo problemas de matemáticas, física o química como estudiando historia, literatura o haciendo un análisis sintáctico en árbol.

      Un abrazo!

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