La fábrica de huesos

La fábrica de huesos, de José Giménez Corbatón

la-fabrica-de-huesosTítulo: La fábrica de huesos
Autor: José Giménez Corbatón
Editorial: Prames
Páginas: 236
ISBN: 9788496793163

Las consecuencias de una guerra civil con vencedores y vencidos dejan sabor y olor en la vida. Dejan muertos a los que no puedes llorar y dejan heridas imposibles de curar. Pero el tiempo y el trabajo duro son una buena medicina. Avanzada ya la posguerra española, el país se obligaba a continuar con su vida silenciosa, aquella vida que para tantos se había convertido en una dura rutina.

Trabajar hasta deslomarse y callar. José pide un aumento de sueldo y le ofrecen un doble turno por menos del doble del salario. Y a callar, porque era el tiempo del silencio.

Y sobrevivir.

José, Carmela, y su hijo Paulino, sobreviven en su pequeño mundo, una ciudad de provincias, que como tantas, vieron llegar y tragaron, sin digerir, a un buen número de personas que dejaban los pueblos para alimentar a esos grandes monstruos llamados barrios obreros.

Nuestros amigos además viven en el trabajo, ya saben, una casita dentro de la empresa, una casita que, al verla, hará llorar a Carmela, porque en todo debe haber líneas rojas que uno no debe cruzar, y ella sabe que por muy sutil que esté pintada esa línea roja, allí esta, y ella la ve, y al borde de esa línea está su poca felicidad y toda su dignidad.

Porque como diría Almudena Grandes, eran gentes con toda su pobreza y con toda su dignidad intacta. Así son nuestros protagonistas, y así hemos sido muchos a los que un buen día nos cambiaron un entorno rural y seguro, por una nueva vida en una gran ciudad; una ciudad que al final se veía reducida a las calles de un barrio separado de otros por enormes descampados…

En La fábrica de huesos, Giménez Corbatón, a través de un nutrido elenco de protagonistas y otro no menos nutrido, ni menos interesante, de secundarios, nos hace de cronista de una época. Ricos y pobres, buenos y no tan buenos; algunos con las ilusiones ya gastadas, otros con toda la vida por delante; mujeres y hombres que se venden por dinero, como siempre ha sido, con silencio y dignidad, todos saben que solo se trata de sobrevivir.

Algunos se aman, otros no saben amar, otros suponemos que perdieron lo amado; y el autor, que poco a poco nos va ganando, y que se nos mete dentro para agarrar las nostalgias, y que ya no nos suelta durante toda la historia, porque nadie se quiere soltar de la vida. Y así vamos enganchados a la vida y a la novela hasta que una y otra llegan a su fin. Y como los pueblos se vacían, con esa sensación de vacío nos deja el autor… Y eso solo lo consiguen, conmigo, unos pocos.

La prosa va acorde con la historia, lírica y sonora, dulce y dura, un libro mucho más fácil de leer que de digerir. Unos años indefinidos, finales de los cincuenta o inicios de los sesenta, años de los que poco se ha novelado, pero mucho menos con esta visión. Y una sensación de angustia que te acompaña por toda esa miserable transición, digna, sí, pero miserable, muy miserable.

Me ha gustado leer a este autor que da voces diversas a unas mujeres muy especiales que ya vamos dejando atrás, y de las que la historia poco o nada se ha preocupado. Mujeres santonas o independientes, valientes y decididas, emprendedoras, trabajadoras, cobardes o miserables, mujeres que han participado en la historia más reciente de este país, cada una en su lugar, cada una con su especial familia… Porque como todos sabemos cada casa es cada casa, y solo los que la habitan saben de verdad lo que pasa en su interior.

Si hablásemos de cine hablaríamos de una obra de autor, una cinta independiente de una gran calidad, una novela que nace de la sencillez y solidez a la que muy pocos autores están llamados, porque como yo firmemente creo, hace literatura aquel a quien le nace de la necesidad de narrar, no de la necesidad de ganar.

Susana Hernández

4 comentarios en «La fábrica de huesos»

  1. Está bien eso de lo de la necesidad de narrar y no de ganar, aunque no es menos cierto que como todo requiere su tiempo, si todo el tiempo te lo ocupa el ganar, poco te va a poder quedar para el narrar, jajaja, ¿no?
    Tal y como hablas de este libro, pues no puedo más que quedarme con este pedacito de la posguerra , más fácil de leer que de digerir, tan lírico, como dices, tan variado en caracteres de personajes, en la que los secundarios también tienen su importancia.

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    • Qué bien has pillado la esencia del libro!!! Muchas son la voces del libro porque mucha y variadas son las voces de la sociedad española, y como bien vemos, no solo las de ayer jejeje Un libro estupendo con el que he disfrutado mucho.

      Un besico!!

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  2. entiendo que muestra las diferentes maneras en que uno puede vivir la posguerra…que difícil debe ser reconstruirse después de una donde el que creías amigo puede haber sido quien te persiguió, dondela diferencia de pensamiento podía ponerte en bandos opuestos, donde tantas traiciones y decepciones deben haberse dado.
    Estoy leyendo en estos momentos un libro de la nueva prermio Nobel, Svetlana y pensaba en cómo nosotros en México hemos sido afortunados porque no nos tocó una guerra así (ni dictadura, como en otras partes de latinoamérica…que tampoco hemos estado en un lecho de rosas como diría Cuahtémoc, pero no es lo mismo que la matanza de tantoser querido en una guerra)…vaya en Europa hay familias que desaparecieron por completo, o sólo quedó uno de ellos para llevar dentro de sí el recuerdo de los que fueron.
    Poder reconstruirse dejando que esas heridas no los separen más, es digno de admirarse. Aunque debe haber líneas rojas por ahí que todavía no se deben pisar.
    Como siempre, me dejas con la miel en los ojos Susana.
    Un beso,
    Ale.

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    • Querida Ale, qué difícil poner caras y dar vida a determinados momentos históricos tan dolorosos y tan importantes para el devenir de un país. Casualmente también ando a vueltas con un libro de Svetlana, así que allá voy, aprendiendo un poco de vuestra historia, tan interesante y tan dolorosa. Cosas que nos acercan
      Besicos

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