Novedades infantiles 7

Novedades infantiles 7

novedades infantilesTodos los domingos, os acercamos algunos de los libros que más nos han llamado la atención, que más nos han gustado, o que simplemente nos hacen sentir algo dentro, para que los pequeños puedan divertirse con el mundo de la literatura y que vosotros os convirtáis con ellos en niños por un momento. Este domingo, para mí es especial. Si de normal hay algo que me incita a hablar de libros, hay algo que me apasiona a la hora de escribir para vosotros, hoy tengo a uno de mis compañeros al lado, Andrés Barrero, presentando para vosotros a un personaje que todos los niños conocen, pero que los adultos podemos mirar un poco de reojo. Para mí es todo un honor contar con él en esta sección de Novedades Infantiles que intentan hacer más llevadero el principio de una nueva semana. Recordad que nosotros estamos aquí para vosotros, para regalaros historias que compartir con los vuestros, que mirar sin pestañear, que sentir en el corazón como si fuerais aquel pequeñajo que se divertía con las palabras, con los dibujos, con una historia para niños, que los adultos nunca deberíamos olvidar.

¡Disfrutad, porque hoy os traemos a Peppa Pig y a unos personajes del bosque, unos Bichitos Curiosos que, de seguro, saludaréis a partir de ahora como buenos amigos!

 

Feliz Cumpleaños PeppaVen a jugar con PeppaLo primero que hay que agradecerle a Peppa Pig, bueno, a sus padres (a los autores, no a Mamá Pig y Papá Pig) es algo muy literario: la creación de un mundo propio. Un mundo reconocible con sus colinas empinadas, sus charcos de barro, sus dibujos sencillos pero entrañables y su colorido llamativo pero agradable. Pero esto del mundo propio es algo que ocurre a menudo con la literatura y la animación infantiles, lo que realmente es de agradecer es que sea un mundo que no sólo es entrañable para los niños a los que se dirige, sino que es habitable para los padres. Eso es infrecuente y quienes se vean en estos trances de tratar de acompañar a sus hijos cuando pasean por su mundo me entenderán y, probablemente, compartirán el cariño que le profeso al entrañable personaje.

Los dos libros que nos ocupan son bien diferentes ya que ¡Feliz cumpleaños Peppa! es una historia y por tanto se puede contar, mientras que ¡Ven a jugar con Peppa! es un libro de actividades, y es más de jugar que de contar. Y, ya que de todos modos el niño te va a pedir que se lo cuentes, esto de poderse contar o no tiene su enjundia. Tienen, no obstante, algo en común: una cierta interactividad. En el primero de ellos porque trae unas figuras recortables (y disfrazables) de los personajes, que como de todas formas vienen siendo parte de la familia se agradece que se hagan corpóreos, y en el segundo, además de las actividades, unas chapas que, amén de cómo tales, sirven como fichas de un juego que hay en las páginas interiores.

Cualquiera que haya visitado jugueterías estas pasadas navidades se habrá podido hacer una idea bastante aproximada del éxito de Peppa Pig, lo suyo en las estanterías ha sido una suerte de omnipresencia que le hacía a uno poner en duda la imposibilidad de la bilocación y la ubicuidad, y no es casual. A los niños verdaderamente les encanta y estos libros permiten acompañarles en ese siempre incierto viaje suyo a la fantasía, lo que es una experiencia tan difícil de explicar como de esquivar. Tiene sus riesgos, no todo es tan bonito: a los niños les encanta emular a sus personajes preferidos y a éstos en particular les encanta saltar en los charcos de barro. Cuando recoges a tu hijo del colegio con aspecto de guerrero de terracota de Xian y te dice que es que ha estado haciendo como Peppa con esos ojos deslumbrantes que no conciben que nada tan divertido pueda ser reprobable, con ese brillo en el que viven las sonrisas que dan vida a Peppa Pig igual que a Peter Pan, es muy difícil reñirle. Así que es mejor acompañarle al charco y saltar con Peppa, George, Papá y Mamá Pig, que es lo que estos libros permiten hacer de una forma metafórica, sí, pero indudablemente más limpia.

Maria Princesa HormigaHay historias que nos enseñan la vida, que nos enseñan aspectos de una realidad que muchos olvidamos. ¿Quién no ha querido alguna vez que le quieran? ¿Quién no ha querido sentirse la persona más guapa en una fiesta, en una fiesta que lleva esperando durante mucho tiempo? Julieta Ranita está enamorada, pero todo el mundo se burla de su amado. Y es entonces cuando, trazando un plan, su enamorado consigue que todo el mundo sepa que él es la persona adecuada para que su amada y él se casen. Y es que las fábulas, los animales, muchas veces nos enseñan aquello que nosotros como humanos no podemos poner en palabras, en sentimientos que describir. Y es ahí donde entran estas historias, donde se puede encontrar una moraleja, un final feliz para un cuento, una aventura para todos los públicos con la que se aprenderá a apreciar lo que tenemos, lo que realmente valemos, sin necesidad de que los demás nos tengan que decir lo que hacer o lo que sentir. Pero también pueden hablarnos de nuestros deseos, de lo que queremos conseguir, de aquello que nos hace especial ilusión. Y es que María Princesa Hormiga quiere ir al baile de las abejas, pero no tiene un vestido con el que acudir. Será entonces cuando alguien le ayude a convertirse en la más guapa del baile y a ser la princesa que siempre había querido.

Y es que de eso se trata vivir una historia, sentirla, ver con nuestros propios ojos que aquello que estamos leyendo lo hemos vivido nosotros, que nos gustaría hacerlo, porque lo que de verdad importa en estos momentos es disfrutar con lo que aparece ante nuestros ojos. Estas dos historias reflejan a la perfección lo que es ser niño, lo que es vivir una infancia llena de historias que contarnos a nosotros mismos, historias con las que vivir en un mundo completamente nuevo y que aquello que creíamos imposible, podamos tocarlo con la punta de los dedos.

Todos deberíamos soñar en algún momento con historias como éstas. Porque en un mundo donde despedimos a la infancia, donde van pasando los años y nos olvidamos de aquello que vivimos cuando éramos un niño pequeño que miraba a los ojos todo por primera vez, ¿no es importante guardar esas historias que nos han tocado muy en el fondo, convirtiéndonos en otra persona completamente distinta, en una persona mucho mejor, que olvidarnos que alguna vez en la vida existieron estos momentos? Se trata de vivir, de sentir, de abrazar a estos bichos curiosos que, bien sea en el bosque, bien sea en un panal, bien sea en un estanque, nos harán recordar que aquello que creíamos perdido, siempre habrá alguien que no nos lo haga caer en el olvido.

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