Pequeño Diccionario de Cinema para Mitómanos Amateurs

Pequeño Diccionario de Cinema para Mitómanos Amateurs, de Miguel Cane

Ilustrado por Ana Bustelo

pequeño diccionario de cinemaSoy cinéfilo y me gusta, aunque a mi bolsillo no demasiado, porque a final de mes, son una buena cantidad las películas que acaban siendo mías. Desde clásicos, hasta algunos estrenos de última generación. Pero de los primeros, me considero una de esas personas que se ha creado una videoteca propia que hace las delicias de algunas de mis amistades. Pero todavía me queda mucho por andar, mucho que conocer, títulos y actores que descubrir, por eso cuando aparece ante mi vista algún libro como Pequeño diccionario de cinema para mitómanos amateurs ya saben lo que me ocurre, yo me lanzo a por él, lo leo con avidez, y voy apuntando, poco a poco, aquellos títulos que me llaman especialmente la atención para poder verlos. Pero, en este caso, diría que estoy ante algo más. No sólo porque su edición venga a cargo de Impedimenta, que también, pero este título tiene un halo de vieja escuela, tiene un halo de tesoro guardado que ha sido encontrado por alguien que sabe apreciarlo, y huele a información veraz, de esas que gustan a los que siguen la trayectoria del cine desde sus inicios. ¿Sabéis eso que sucede en el cine cuando acaba la película y suspiráis? Eso me ha sucedido aquí. Porque cuando paseamos por las páginas, nos damos cuenta que los libros, como el cine, pueden ser considerados una obra de arte.

 

No hay razón más evidente, en este caso, que la de ser un amante del cine para querer hincarle el diente. Eso debería bastar para dar una explicación medianamente razonable. Pero hay alguna más: en primer lugar, toparme en la portada con mi actriz fetiche, con la actriz, esa Bette Davis que fumaba y miraba a la cámara como nadie, y que recordaré para siempre en Eva al desnudo; o con el Billy Wilder que nos refrescó a todos el gaznate y la mirada con la película Con faldas y a lo loco o, si me disculpáis el atrevimiento, con la inigualable El apartamento. ¿Quién podría resistirse, si realmente se considera un amante del cine, en alargar sus manos y acariciar con verdadera devoción este Pequeño diccionario de cinema para mitómanos amateurs? Considero un requisito fundamental para todo amante de la buena lectura que este libro aparezca en una estantería, casi diría que en un punto importante en el que todo el mundo pudiera verlo, casi admirarlo, porque no sólo estamos ante algunos nombres con sus respectivos momentos biográficos, sino que además estamos ante una galería de arte con las ilustraciones de Ana Bustelo. Y por si eso no fuera poco, disfrutemos un poco más de la fiesta del cine, de la fiesta de la literatura, disfrutemos de un pequeño listado con las cinco muertes memorables o los mejores cinco besos robados de la historia del cine. Hacedme un favor y ved cine conmigo, será una experiencia única que puedo compartir con vosotros y desde luego, si lo unimos a la experiencia de aprender con el libro que os traigo de la mano, será algo inolvidable lo miréis por donde lo miréis.

 Soy de los que piensan que hay autores con los que te topas, y resultan una sorpresa tan agradable que te gustaría conocerlos en persona. Miguel Cane, el autor de este libro, es una de esas personas con las que pasaría horas y horas hablando de libros, de cine, de la cultura en general, y de seguro no me aburriría. Se nota la sabiduría, se nota la información que maneja, se nota que la mitomanía es una parte de él y la explora adecuadamente en este diccionario de cine. Pero no esperen encontrar aquí un manual aburrido con listas interminables de datos que no van a ninguna parte. Lo que aquí hay es precisamente todo lo contrario. Pequeño diccionario de cinema para mitómanos amateurs es como las migas de pan que Hansel y Gretel dejaban para volver a casa: nos muestra el camino, pero nosotros somos los que debemos seguir encontrando pequeñas joyas que, tiempo después, compartamos con los nuestros. ¿Quién en su sano juicio no disfrutaría con Psicosis, o con 12 hombres sin piedad, o incluso con Charada? El cine clásico es una joya que, hoy en día, vuelve a estar de moda y que las distribuidoras de cine empiezan a reeditar para el disfrute de aquellos que veían su cine únicamente en formato VHS. Así que aquí me ven, hablando de mi videoteca, hablando de aquellos títulos y actores que marcaron mi vida, y haciendo que se me escape una pequeña lágrima por aquellas historias que vi hace tiempo y que aún hoy siguen haciéndome temblar de emoción. Hoy toca Arsénico por compasión, y a ti, ¿cuál te tocará una vez leída esta reseña?

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