Ramón y Cajal. Una vida al microscopio

Ramón y Cajal, una vida al microscopio, de Jordi Bayarri

RAMON Y CAJALTítulo: Ramón y Cajal, una vida al microscopio
Autores: Jordi Bayarri y Jesús Huguet
Historiadora: Tayra MC Lanuza
Editorial: Colección Científicos
ISBN: 9788494223785

No es el primer cómic que les acerco de esta colección tan interesante para que los chavales, y los ya no tan chavales, conozcan o se acerquen a las y los científicos más importantes de la historia. Recordemos que en esta colección ya están editados los títulos dedicados a Darwin, Galileo, Newton y Marie Curie, y precisamente de este último les hablé cuando llegó a mis manos, porque como bien saben en aquellos momentos andaba yo muy metida en la figura de tan ilustre científica.

Tal como en su día les conté, Jordi Bayarri inició esta serie de cómics con Darwin, ya que se celebraba su doscientos aniversario, y para ello le encargaron una breve biografía, que más tarde convirtió en el número 1 de esta colección.

Sigue unida a este interesante proyecto la Doctora en Historia de las Ciencias, Tayra Lanuza, que es la encargada de la selección de los protagonistas que luego llegan hasta nosotros. Y naturalmente, entre ellos, no podía faltar nuestro ilustrísimo D. Santiago Ramón y Cajal.

¡¡¡Que es uno y no tres!!! 😉

¿Realmente le damos a nuestro ilustre la importancia que se merece?

Estamos hablando de uno de los más grandes científicos españoles de todos los tiempos, que había recibido montones de premios nacionales e internacionales cuando se le concedió el premio Nobel, y este fue el espaldarazo definitivo para poner el nombre de España en el panorama científico internacional. De hecho ya saben todos ustedes que está considerado como el padre de la moderna neurobiología.

Me ha gustado y me ha sorprendido. Yo ya conocía que era de Petilla de Aragón (Navarra), pero tenía pocos datos de su infancia, alguno más de su adolescencia, también sabía que su padre era médico y que el futuro de Santiago estaba más que marcado por ese hecho, pero desconocía el motivo por el que su interés va más por el mundo de la investigación que por el ejercicio de la medicina.

Es curioso como lo que hoy llamaríamos un niño inquieto y apasionado fue uno de los hombres más importantes de su tiempo, y no por ganar ni mucho dinero ni mucha fama, cosa que hoy solo sería posible si uno se dedica al fútbol o a cosas del “famoseo”, sino por dedicarse a la investigación para poder mejorar la vida de los demás.

No habrá sido fácil para nuestro ilustrador, no era un trabajo nada fácil, ya que en la vida de nuestro protagonista poco hubo de diversión, aunque sí muchísimo trabajo y dedicación. Me ha gustado mucho la transición que ha hecho del Santiago niño al Santiago ya anciano y famoso, pasando, naturalmente, por el joven inquieto que parte a la guerra de Cuba. También, como a través de sus pasiones, la fotografía y la pintura, nos deja entrever su gran humanidad, y de ahí su pasión por la vida, el arte y la investigación.

Ramón y Cajal 2

Quizá, para mi gusto, falta algo más de su vida marital, pues de todos es conocido la vital importancia de su esposa, Silveria Fañanás García, en su vida y en su trabajo, una mujer de la que estaba profundamente enamorado, con la que tuvo siete hijos. Muchas cosas y circunstancias deben darse alrededor de la vida de un o una genio para que sea posible su completo desarrollo, lo vimos en el caso de Maríe Curie, y también de forma muy especial en el caso del propio Darwin con sus respectivas parejas

‘Ramón y Cajal, una vida al microscopio’ es una gran obra, como no podía ser de otra manera, pues de la mano de Jordi Bayarri, han salido unas ilustraciones dignas del ganador del premio al mejor guionista nacional en EXPOCÓMIC, el Salón Internacional del Cómic de Madrid en el año 2004 y del I Premio de Novela Gráfica “Dibujando entre culturas” de la Fundación Tres Culturas en 2009, que en esta ocasión ha contado, además, con la colaboración de Jesús Huguet para dar color a esta maravilla que hoy tengo entre las manos

Susana Hernández

4 comentarios en «Ramón y Cajal. Una vida al microscopio»

  1. Una idea genial esta colección. Apetecen todos. ¿Te he dicho alguna vez que me encantó la versión de Ulises de Gerónimo Stilton? Me vino genial, jajaja.
    Lo que comentas de las familias como un apoyo que permite a este tipo de genios desarrollar todo su potencial, es verdad, sobre todo el de los cónyuges. No estoy muy de acuerdo con que lo tuviera Marie Curie. Sé que te refieres a su marido, mientras vivió, claro, porque tuvo mucho mérito, hasta el punto de amenazar con no aceptar el Nobel si no se lo daban a ella también. Pero una vez muerto …. no tuvo ya la misma suerte. Esto no les suele pasar a un Ramón y Cajal o a un Einstein. La suerte les acompaña hasta el final. Éxito sin precio.
    Pero te cuento todas estas cosas de feministas, no porque lo sea, jajajaja (estoy de broma), sino para tener una excusa de quedarme por aquí un poquito más.

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  2. Coincidimos en que esta colección es de lo más interesante. Y en que Curie, recibió todo el apoyo por parte de su primer marido, lástima que falleciese tan pronto, pues juntos podrían haber hecho cosas muy interesantes, pero por otra parte, en ese caso concreto, el hecho de quedarse sola fue lo que hizo que pudiese reconocérsele como figura única en su campo 🙂

    En este caso la figura de la esposa se ve, incluso en el cómic, que era sabia e imaginativa, así debió ser para sacar adelante una familia de siete hijos y con un padre siempre ausente (En casi todos los sentidos jejejej)

    Pues yo no te he contestado todo esto porque no lo sepas, que casi seguro que sí, jejejej sino para quedarme también un poquito más conversando contigo jajjaja Besicos!!

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  3. a mi esta serie que tu me descubriste me parece fantástica, y lamento mucho que mi peso ande tan mal, porque salen carísimos para nosotros. Les he echado el ojo, y algún día los tendré. Pero ya será cuando no tenga que pagar universidades de los hijos.
    Y quiero decirte que cuando estudié psicología, mi maestra de neurociencias estaba (¡y como no!) orgullosísima de Ramón y Cajal. Mucho de lo que veíamos ahí se lo debíamos a él.
    Un beso,
    Ale.

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