Trail Run: Una guía desenfadada para salir corriendo, de Lisa Jhung

trail run una guía desenfadada para salir corriendoCuando empecé a correr lo hice por asfalto y acera. Es decir: por ciudad. Era innegable que correr por ciudad tenía ciertas ventajas: como acceder a fuentes para refrescarte, las luces que en invierno a media tarde iluminan la senda que fuera de la urbe estaba bastante lóbrega, baños a disposición de las vejigas más nerviosas y si te daba una pájara los servicios sanitarios podían atenderte antes y mejor. Pero entonces fueron apareciendo las desventajas: un poco de polución por aquí, unos coches que no respetan un paso cebra por allá, calles muy concurridas, la desafortunada concatenación de semáforos en rojo, ruido desagradable y extremo. ¿Cómo carajo iba a relajarme así? En fin, que me deprimí y casi lo dejo. Pero entonces, suertudo de mí, descubrí que vivía a solo cinco minutos (corriendo) del bosque; con su río, su tranquilidad, los cantos de los pájaros, los caminos de tierra y las aventuras épicas. Como esa vez que, junto a un compañero de andanzas, nos pilló una tremenda tormenta bastante lejos de cualquier núcleo urbano. Así que corrimos por zonas embarradas, por lugares que se inundaron en un santiamén, bajo un aguacero que nos empapó hasta el tuétano y que trajo la noche antes de lo debido. O como esa otra vez que tras un recodo del camino me topé con un enorme jabalí. Una cosa era cruzarse con patos, faisanes, perdices, cabras, caballos con su jinete, musarañas, ratones, liebres, ranas… pero, ¡un jabalí! Ambos dimos un bote y, mientras él huía montaña arriba, yo corrí como alma que lleva el diablo batiendo todas las marcas habidas y por haber. O esa vez que calculé mal el agua que debía llevar y llegué a casa muerto de sed y tambaleándome, como si hubiera cruzado el desierto de Mojave a la hora de la siesta.

Calor, frío, polvo, sed, sudor, lluvia, animales salvajes, subir montañas, cruzar ríos, picadas de mosquitos (o tragártelos), plantas urticantes… Al final, la experiencia unida al sentido común te ayudan a afrontar todo lo que te encuentras por el camino, pero al principio, en algún momento (y a pesar de que he disfrutado de todas esas caídas que me han hecho levantarme con más fuerza; metafóricamente hablando) no hubiera despreciado algunos consejos. Por simples que fueran. Unas sencillas directrices que hubieran marcado mis primeros pasos. Consejos e instrucciones como los proporcionados en Trail Run: una guía desenfadada para salir corriendo.

Trail Run: una guía desenfadada para salir corriendo de Lisa Jhung y editada por geoPlaneta, es un libro pequeñito, de los que caben en el bolsillo trasero; aun así, a lo largo de sus 260 páginas da jugosa información para salir a correr por esas rutas que gozan de tierra, piedras o barro pero nada de asfalto. La autora es una experta corredora que cuando no lleva las zapatillas calzadas para correr lo hace para aventurarse en lugares inhóspitos, si a esto le añadimos que es una reportera freelance que ha colaborado con algunas revistas como Runner’s World o Trail Runner no es de extrañar que más pronto que tarde acabara escribiendo un libro de estas características.

Trail Run es una guía que está estructura en doce capítulos. En los primeros se nos mostrarán cosas tan básicas como los diferentes tipos de trail y qué tipo de atuendo podemos portar para hacer que nuestra salida resulte más cómoda. Algo imprescindible si eres un iniciado en este deporte. Luego, poco a poco entra en materias más avanzadas: alimentación, la potabilización del agua o cómo actuar ante animales salvajes. Incluso toca temas que tienen que ver con salud e higiene (aquí entran la caca, el pipí y los pedos además de otros fluidos corporales que resultan muy molestos mientras corres). En los últimos temas Lisa Jhung nos muestra ejercicios para fortalecer pies, tobillos, glúteos, core y espalda, además de técnicas de pisada o braceo, algo esencial para afrontar una carrera con éxito. Todo ello aderezado con consejos o recomendaciones de expertos en rescates de montaña, en medicina, en animales salvajes o en nutrición deportiva. Añadir también, y agradecer, la adaptación que la editorial Planeta ha realizado en la versión española. Añadiendo animales autóctonos como el lince, el oso pardo, culebras variadas o el jabalí, así como trail urbanos que podemos encontrar en Barcelona o Madrid en el tema Adónde ir.

En Trail Run: una guía desenfadada para salir corriendo no vais a encontrar nada que rebuscando por internet podríais hallar en diferentes páginas web especializadas. Pero lo interesante de la guía es lo estructurado que está todo y el tono afable, muy divertido en ocasiones, que utiliza la autora, sin que por ello pierda ni un ápice de interés o profesionalidad en sus exposiciones. Si a esto le añadimos los estupendos y descriptivos dibujos (muy necesarios en el tema ejercicios) de Charlie Layton, la guía se convierte en un orientador muy útil e imprescindible para los que empiezan y en un recordatorio estupendo (con algunos trucos de gran provecho) para los que llevamos unos años en esto de tragar polvo.

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