El sueño de las Antillas

El sueño de las Antillas, de Carmen Santos

Carmen Santos nos lleva desde un puerto asturiano a un viaje dolorosamente fascinante. Viajamos en el tiempo, pues retrocedemos hasta mitad del Siglo XIX, y en la distancia, ya que nos lleva hasta la isla de Cuba, donde descubriremos, de su mano, aquel ambiente opulento de La Habana colonial.

Tomaremos el Bergantín “Gran Antilla”, donde compartiremos viaje con nuestros primeros amigos en esta historia, Valentina y Gervasio, su marido … Y Tomás. No iremos en primera clase, ni tan siquiera en segunda, iremos donde iban los desheredados de la tierra, la gente más humilde que partía hacia un sueño: “El Sueño de las Antillas”; pero en muchas ocasiones los sueños se pueden tornar en las peores pesadillas.

Y me doy cuenta de que no leeré rápido, que el cuerpo me pide recrearme en la narración. Es un libro escrito para disfrutar de la lectura, que avanza ágil, a buen ritmo pero sin  escatimar en detalles. Y de ninguna manera el lector se impacienta, porque casi desde el inicio descubres que las cosas irán sucediendo al ritmo al que pasan las cosas en las Antillas, ya saben, las malas duran como una terrible tormenta que parece que nunca acabará y las buenas son apenas  un suspiro, esa es la sensación.

Unas pinceladas a través de las palabras de los protagonistas en el barco, y justo antes de embarcar, nos darán la imagen de la España que dejan atrás, una patria que es normal que no añorasen ni recordasen de forma idealizada, que es lo que suele suceder cuando uno tiene que emigrar. Y es que una vez más esta autora nos hace salir de España, y si cuando leímos Días de menta y canela, vivíamos días en que España recibía emigrantes y daba pie su novela para hablar de cómo olvidamos nuestra historia, aquella en la que los españoles debimos salir a trabajar al extranjero en los años 60, hoy, que otra vez debemos salir al mundo en busca del trabajo y futuro, llega Carmen con esta obra en la que muestra lo duro que resulta para muchos tirar hacía adelante cuado se empieza de la más absoluta nada. Y así es como llegó nuestra protagonista a Cuba, y así es como se desvanecieron sus primero sueños en las Antillas por la dura realidad.

Una obra en la que destaca y se deja ver la perfecta documentación de la autora, el trabajo que hay detrás de la historia, que hace que resulte convincente, que no cuestiones los hechos. Ya saben que yo soy muy dada a irme corriendo a Internet para comprobar datos o buscar más información, en este caso he dejado que me la dé la autora, aunque ahora sí, una vez terminada la novela, iré a mis libros y volveré a empaparme de la historia de Cuba, y dentro de ellos, intentaré situar a nuestra querida Valentina.

Os he hablado de Gervasio y Tomás pero aparecerán otros muchos hombres y mujeres, aunque la protagonista absoluta del libro será Valentina. A través de ella conoceremos la evolución de la historia de Cuba, el proceso de descolonización, las nuevas ideas que llegaban de Norteamérica,  y sobre todo la imagen de la mujer tanto en la España que Valentina dejaba, como en la isla a la que llegó.

Pero también veremos la evolución de esta mujer que tiene que aprender a ser valiente y ambiciosa, a desvestirse de prejuicios y escrúpulos para salir adelante, aunque en más de una ocasión la sorprenderemos cediendo a los sentimientos más puros del amor y la pasión, esos que en tantas ocasiones ha debido frenar, y con los que luchará  para que no solo sea la venganza su objetivo último.

En ocasiones, cuando uno lee historias como esta de Carmen Santos, El sueño de las Antillas, se da cuenta de que el mundo avanza gracias, no solo a grandes acciones de esos hombres y mujeres que reconoce la historia, sino de las de aquellos seres anónimos que no pasaron a la historia, pero que con sus pequeños actos, buenos o deplorables, dieron pie al cambio de rumbo de los acontecimientos.

¡Cómo somos los seres humanos! Parece que cambiamos mucho, pero por otra parte somos casi iguales en distintos lugares y distinto tiempo, absolutamente hipócritas, clasistas,  egoístas … Aunque también es cierto que hay actitudes de compasión y generosidad, pero esas no son actitudes sociales sino personales. Y será esta una de las cosas que mejor nos transmite Carmen Santos, esas diferencias entre la moral social y la individual.

Susana Hernández

10 comentarios en «El sueño de las Antillas»

  1. Hola Susana!!
    Me alegro mucho de que lo hayas disfrutado tanto.
    Ya sabes que yo lo estoy leyendo justo ahora (voy por la mitad, cuando conocemos a Sebastián) y me está gustando mucho.
    Un beso!

    Responder
  2. La verdad es que tiene pinta de ser una completísima novela (no lo digo solamente por su volumen, que también). Como me lo autoregalé en Sant Jordi-Jorge-Xurxo… espero leerlo pronto, y que me guste tanto como a ti o como a Isi, que me da que también hará una favorable reseña.
    Besos

    Responder
    • Qué buen utorregalo para Sant Jordi-Jorge-Xurxo (jajajaj 😀 )
      Pues eso espero Mer, que disfrutes tanto como nosotras con este viaje a la perla de las Antillas.

      Ahora habrá que hacer el viaje real!!! jejeje

      Un abrazo, amiga!

      Responder
  3. Pues estoy con Carmen, me gusta ese enfoque que dices que subraya, lo de que una cosa es la moral colectiva y otra la indiviual, pues sí, eso es de todas todas, estés donde estés, o tengas la ideología que tengas.
    Pues como vengo al revés, de la entrevista a la novela, pues juego con ventaja, ya sabía de la fortaleza de la protagonista, y de su labor de documentación.
    Me alegro de que te haya gustado, apetece, apetece.
    Un abrazo

    Responder
    • Sé que te vas tentada de esta lectura, que tú nunca te niegas a hacer un buen viajecito 😛

      Pues cuando te adentres, espero que disfrutes de él y que despierte muchas sensaciones en tu interior, además de la información y el traslado a un timepo pasado… Yo he pasado ratos muy agradables tirada en el sofá con este libro entre las manos, no te digo más

      Muchos besicos, Icíar!

      Responder
  4. Susana:
    no había podido venir a leerte con total calma ¿cómo resistirse a esta reseña? voy a estar atenta para ver si lo encuentro en físico (con la extensión que tiene, no me preguntes por qué no lo qiuero leer en digital…ni yo lo se).
    Un beso,
    Ale.

    Responder
    • Pues espero que lo encuentres, porque como ves somos muchos los que estamos disfrutando del libro 😛

      Jope, Ale, yo aun no soy capaz de leer en electrónico… Pero este es de los de tener entre las manos 😀

      Responder

Deja un comentario