Diario de un fiscal rural

Diario de un fiscal rural, de Tawfiq al-Hakim

diario-de-un-fiscal-rural


Pocas veces me he acercado a la literatura proveniente del mundo árabe, salvo dos pequeñas, pero gratificantes, experiencias con el argelino Yasmina Khadra. La tercera de ellas me ha trasladado a Egipto, para leer la obra cumbre de uno de los iconos de la literatura árabe contemporánea, el egipcio Tawfiq al-Hakim.

Me ha gustado mucho la forma que tiene de contar la historia; Es directo como pocos. No se detiene en presentaciones, y los rodeos o divagaciones no van con él. El autor nos cuenta sólo lo que interesa, la historia en sí. Por no presentar, no presenta ni a los personajes.

Desde el principio de la novela, te sientes enganchado por la historia del fiscal rural, perdido en un anónimo pueblo del Delta del Nilo, enganchado entre miles de trámites burocráticos y judiciales. Al contrario de lo que pueda pasar en El Cairo, la vida en un pueblo egipcio del primer tercio del Siglo XX es aburrida, y la vida del fiscal se desarrolla entre delitos de poca monta y sin importancia, eso sí, llenos de trámites y de papeleo. Todo esto cambia con un misterioso asesinato, que tendrá que resolver, y una desconcertante chica, Rim.

 

 

Con estos precedentes, las 159 páginas del libro nos cuenta el frenético ritmo de vida que llevará el fiscal, que mientras resuelve el misterioso caso, tendrá que hacer frente al día a día de sus funciones, que, aunque imprescindibles, no siembran más que desazón al propio fiscal. Para ello estará rodeado de toda la parafernalia del caótico gobierno egipcio (jueces, auxiliares, delegados gubernamentales…), que funciona más o menos como en tiempo de faraones.

Todo es narrado de forma sencilla, con situaciones que pueden resultar curiosas e incluso desconcertantes para el lector. El conocimiento que tiene el autor del oficio de fiscal está más que justificado, pues esta novela es considerada autobiográfica, ya que Tawfiq al-Hakim ejerció de fiscal en el inicio de su carrera.

Poco más que comentar de esta pequeña novela. Es interesante tenerla en cuenta para conocer un poco más la situación política y social del Egipto de principios del Siglo XX. Una lectura muy amena, y a la vez, instructiva.

Lo mejor: El retrato de la época da lugar a situaciones curiosas y divertidas, como son los extractos en que los cadíes (jueces) imparten la justicia, a su modo.

Lo peor: Quizá las últimas páginas, con la revolución política, dispersa un poco la historia principal y a sus personajes.

César Malagón cesar@librosyliteratura.es

4 comentarios en «Diario de un fiscal rural»

  1. Lo cierto es que la literatura árabe nunca me llamó la atención, o, en todo caso, siempre había otros autores que me atraían más. Últimamente he leído varias reseñas que, como ésta, están despertando mi curiosidad. Ya tengo un buen propósito para el año que viene 😉

    Responder

Deja un comentario