Los olivos de Belchite

Los olivos de Belchite, de Elena Moya

los olivos de belchite

Andaba yo pensando en estos días en lo injusto que me parece que los alumnos que cursan Bachillerato en la enseñanza pública accedan a la selectividad con sus, en general, escasas y ajustadísimas notas, frente a aquellos alumnos que acceden desde la privada con sus, en general también, excelentes notas. Y claro, no digo yo que los profesores de la enseñanza pública sean más papistas que el Papa a la hora de calificar; ni por supuesto, que los de la privada inflen las notas para poner a sus alumnos en una situación de privilegio y así asegurarse la continuidad y el prestigio de su centro.

¡Dios me libre de pensar estas barbaridades!

Pero es que yo, que soy mujer de poca fe, y tengo una hija que cree que quiere hacer medicina y estudia en un Instituto público, temiéndome lo peor ya he empezado a pedir información y presupuesto en la Universidad Privada de Navarra… en fin, que ya puedo yo seguir escribiendo reseñas (jejeje). Bueno, pues que en estas, como les decía, andaba yo cuando empiezo con la lectura de este libro de Elena Moya, “Los olivos de Belchite”.

Y ustedes se preguntarán ¿Qué tiene que ver toda esta historia que nos cuenta esta mujer con el libro que nos va a reseñar? Pues la tiene, yo creo que sí la tiene, y les advierto que el libro me ha gustado, así que, acomódense, y les cuento …

 

Verán, los dos protagonistas de nuestra novela, Jordi y María, han estudiado en esa selectísima Universidad de Navarra, claro que en su caso ya venían directamente de buenísimos colegios privados y procedentes de familias que no tuvieron que pensar durante dos años antes de donde sacarían el dinero para pagarles los estudios. Ven, ya les decía yo que si que tenía que ver.

Ahora en serio, les quiero confesar que este libro lo elegí por el título; hay ocasiones en que me pasa esto con los libros, que sí, que pueden pensar que soy una “sinsustancia”, pero no les voy a mentir en algo así.

Y es que Belchite es una población que está a unos 50 Km de Zaragoza donde, como casi todo el mundo sabe, tuvo lugar la famosa y durísima batalla que lleva su nombre dentro del marco de la ofensiva republicana durante la Guerra Civil. Una población que no fue reconstruida tras los bombardeos, y los vecinos se trasladaron a un nuevo pueblo nuevo que se hizo muy cerca y que mantiene el mismo nombre.

Nunca he olvidado mi primer paseo por el viejo Belchite. Así pues, tuve esa primera impresión de que un libro que en se titula “Los olivos de Belchite” debería tratar sobre ese tema. No andaba yo tan equivocada.

Por cierto, en Belchite nació la madre de Joan Manuel Serrat y como podrán observar aquellos que tengan la suerte de entender el catalán (yo lo entiendo pero solo lo hablo en la más estricta intimidad), ya hace muchos años que este cantautor le dedicó esta canción a su madre (bueno digo yo que se la dedicaría a ella).

El inicio de la novela me sorprendió, pero también les digo que en este libro nada casi nada es lo que parece, ya ven, como la vida misma. No me gusta leer las contraportadas de los libros, me gusta llegar a ellos sin muchos datos, que nadie me robe la sorpresa, pero en este caso tampoco conocía a  la autora, Elena Moya, y tras la lectura de las primeras páginas, sentí muchísima curiosidad por conocer algo de esta mujer, que, de momento no tenía ni idea de lo que me quería contar, pero el libro me estaba entreteniendo.

Así que, inocente de mí, miré la foto de la solapa del libro y leí que “Se había licenciado en periodismo en LA UNIVERSIDAD DE NAVARRA”!!!!!

Pero también me encontré con otra sorpresa, Elena Moya, aunque vive en Londres es de TARRAGONA, (jejeje otra curiosa coincidencia), eso sí, ya tras éstas, y exceptuando que una vez tuve unas acciones con las que estaba obsesionada y seguía a todas horas su evolución en Bloomberg (empresa en la que trabajó la autora varios años), creo que ya no hay más coincidencias. Aunque nunca se sabe las vueltas que puede dar la vida.

¿Cuantos españoles siguen sin saber de donde vienen? Y el que no sabe de donde viene ¿Puede saber adonde va? Pues esto mismo me he preguntado yo mientras leía esta novela. Pero a pesar de que al leer libros como “El corazón Helado” nos hacíamos estas preguntas, pero no crean que aquí encontrarán más de lo mismo, de eso nada, esto es otra cosa, ahora veremos si se explicarles.

Yo diría que es una crítica a la España de hoy, a este país en el que el tema de la Guerra Civil sigue latente porque todavía es un tema sin cerrar; no hemos sabido, o podido, pasar página porque el silencio no cierra heridas y además produce un tremendo rencor. Muchos piensan que se habla y se escribe demasiado de la guerra, yo no lo creo, y como bien dice Elena Moya en alguna entrevista que he leído, cada familia debería conocer y escribir su propia historia, pero la de verdad, no la que nos hemos obligado a contar, porque como vemos en esta novela, hay ocasiones en que cada cual adaptó a su vida la historia como más le convenía.

Se siguen escribiendo libros sobre la Segunda Guerra mundial, sobre el Holocausto, los americanos siguen escribiendo sobre su Guerra de Secesión, los franceses sobre su Revolución…, y nosotros debemos seguir investigando para analizar el presente y poder mirar al futuro con honradez.

Les comentaba que me ha gustado la novela, y me han gustado esas pinceladas de humor, bueno que supongo que si el que lee el libro es miembro o afín al Opus Dei, pues igual ya no le hace tanta gracia.

Y verán, si bien tratado está todo el tema del pasado, y lo hace siempre desde el presente, las tramas secundarias, o no tan secundarias: El papel de la Iglesia, el poder del futbol, el catalanismo, el centralismo, la enseñanza privada, el poder de la banca, la especulación, la homosexualidad, …, todas ellas van reforzando y dando sentido a la trama principal. Vemos como el tratamiento y visión real que hoy tenemos de temas que nos puede parecer que están totalmente superados, como las relaciones homosexuales, que si bien ya se ha legislado en la igualdad no creo que sea un tema superado, (y mucho menos cuando hablamos de mujeres), la influencia de la Iglesia en como somos y como pensamos los españoles no se puede dejar de lado si queremos comprender la evolución de este  país. Y si a todo esto le añadimos ese humor tan realista del que hace uso la autora, nos encontramos con una obra prima ágil, bien construida, donde los personajes, sobre todo los del entorno de María, están muy bien definidos, y a través de esas mujeres iremos conociendo la evolución de la historia, y podemos llegar a entender el porqué de determinados comportamientos.

Desde que leí este libro me fijo mucho en como conducen mis amigas, y créanse que  yo misma me he psicoanalizado por la forma en que acaricio el volante (jejeje).

Me gusta esa visión idílica que siguen teniendo algunos Ingleses de nuestra guerra, de nuestra “joven democracia”…

¡Ay mis queridos ingleses! Que diferentes y alejados los veo de la encantadora Nell.

Susana Hernández

16 comentarios en «Los olivos de Belchite»

  1. Me parece un libro interesante, que seguro podrán apreciar más los habitantes de la zona o los que conozcan más del tema. En todas las sociedades hay “heridas” para cerrar del pasado y algunos libros suelen retomar de buena manera esos temas.
    Un saludo grande y suerte con la elección de Universidad!!!

    Responder
  2. Sobre lo de las notas de unos y otros alguien tendría que hacer algo.
    Sobre el resto que me has puesto la miel en los labios o lo que es lo mismo el deseo en los dedos de pasar páginas, después de que los ojos hayan leído líneas.
    Por último. Estoy de acuerdo con lo que dices sobre ahondar en nuestro pasado: Quien no sabe de dónde viene no sabe a dónde va. Fantástico pensamiento. Sin embargo, ¿por qué cuando digo que estoy con algo de la Guerra civil o la posguerra, me dicen que ya están cansados de lo mismo, que nos repetimos en exceso?

    Responder
  3. ¿La enseñanza privada pone notas más altas que la pública? Vaya debate, porque por aquí me llegan otros comentarios.
    La universidad de Navarra, no sé bien por qué razón, la tengo relacionada con el Opus Dei. Creo que es una de las mejores de España, con lo cual, merece el esfuerzo, pero también creo que algo tiene que ver con el Opus. Pero no lo sé, aún así, qué más da, no hay que ser racistas,jeje.
    El tema de la guerra civil es para mí un tema que han conseguido politizar, y por eso me desagrada una barbaridad. Se empieza a notar los rencores creados. Puesto que ya no hay fascismo, no entiendo por qué ambos partidos no se pusieron de acuerdo en avanzar en lo que pide los familiares del bando que perdió, con acuerdo de ambos partidos, sin aprovechameintos, para no crear esas tensiones, a las que yo desde luego, me niego a decantarme por ninguno de los dos grupos.
    Cuánta coincidencia 😀
    Besicos

    Responder
  4. No creas, amiga mía, que hace falta conocer las zonas de las que habla el libro pues de ser así deberíamos conocer la historia de Aragón y Cataluña en la posguerra, pero tampoco es tan importante, lo que sí importa es conocer que en España hubo una guerra en la que la mayoría perdió algo. Lo que me ha gustado es ver el por qué de la evolución de cada una de las familias implicadas, y como cada uno cuenta la historia según le conviene, o como menos le duele, que también es posible.

    Gracias a ti por tu comentario!

    Responder
  5. Este es un libro contado en presente, con referencias al pasado, necesario para entender a estas terceras generaciones que se han creido a pies juntillas lo que parecía ser la historia que siempre se había contado en su familia, o que a fuerza de silencio habían sencillamente olvidado.

    En cuanto a lo de las notas, yo sí creo que debería hacerse algo, pero como dicen por mi tierra “casi que mejor no menealo”, porque igual lo único que se les ocurre es privatizar toda la enseñanza jejejejej

    Muchas gracias por tu comentario !

    Responder
  6. ¡Qué debate! Supongo que lo de subir las notas es algo que siempre sucederá. Sucedía en mis años de estudiante allá en la década de los 90. Y lo digo con conocimiento de causa. Que estudié en colegios concertados y puedo asegurar que aprobar, no me aprobaban por la cara, pero mis notables en el Cou se convirtieron en sobresalientes por arte de magia. Y eso sin pedir nada, que si llego a pedir, me ponen hasta matrícula, jajaja. Y no pedía porque quería estudiar hispánicas y ahí no pedían nota, así que prefería yo, con la inocencia que da la juventud, ir con mis verdaderas notas. Pensaba que todo el mundo haría lo mismo…¡ilusa yo! En fin, dejemos estas cosas que tanto cabrean…
    No conocía este libro, pero ya está apuntado y en colorines este libro. Para que no se me olvide, que tiene pinta de estar muy bien. Y es que los libros que tratan nuestro pasado, un pasado que parece a veces que queremos olvidar y rechazamos, me gustan mucho. Nos conocemos mejor, conocemos mejor el por qué este país está como está y llegamos a comprender muchas cosas. Y a reconocer nuestros propios defectos.
    Besotes!!!

    Responder
  7. La Universidad de Navarra es una universidad privada perteneciente al Opus Dei y fundada en Pamplona (Navarra, España) en 1952 por Josemaría Escrivá de Balaguer (Extraido de la Wikipedia o como se escriba). Que yo no sé muy bien donde hay que apuntarse para ser socia de esto, y si es “de gratis”, pero lo mismo me voy informando también… Jajaja

    en cuanto a lo de las notas: Lee, lee el comentario de Margarita, querida (jejeje).

    Pasando a la parte más triste, te diré que de lo que nos habla este libro es de lo que pasa cuando se desconoce la historia real. Y claro también se habla, y mucho del Opus, porque esta corriente de la Iglesia es la que ha formado, está formando y formará a numerosos jovenes en este pais (economistas neoliberales, médicos objetores ante el aborto, farmaceúticos objetores a dispensar métodos anticonceptivos…), y el resultado puede ser lo que les ocurre a Jordi y María, que no saben quienes son ni de donde vienen. (Jope! y ahora como les digo lo de hacerme de ellos?)

    Ahora ya no hay fascismo. Tienes razón, pero todavía conozco gente (cada vez menos, eso es verdad) que vivió la guerra y que la sufrió en primera persona, gente que aun se encuentra todos los días en la panadería con aquellos que tanto les hicieron sufrir. Ves, aun es pronto. Pero tenemos la obligación, y el derecho, a ir desenvolviendo la guerra y la posguerra, de contar y escuchar las verdades de todos, que puede ser que no siempre sea lo que pensábamos…

    Un placer Icíar! Y un (castísimo) besico! (por si acaso)

    Responder
  8. Que envidia me das! Que bien te explicas y en que poquito trozo, ya ves yo necesito un par de folios y, aun así, no lo termino de dejar claro jejejje.

    Gracias por compartir con nosotros tu experiencia personal en tu colegio, fíjate hoy en día con tus brillantes notas (verdaderas) no podrías cursar muchas de las carreras ofertadas en la Universidas Pública (bueno … hispánicas, filosofía, derecho y esas cosas que todos hemos hecho sí.. jejej)

    Y chica, a mí la evolución de María en el libro me ha gustado mucho, previsible, sí, pero también muy simpàtica.

    Un besico y gracias por tu comentario!

    Responder
  9. Tus comentarios tienen algo distinto al resto: cuando termino de leerlos siento que me tengo que ir a casa ¿what? Claro, porque es como visitarte, tomar unos mates con vos, y escucharte hablar, ahí, los dos, tomando mates y vos contándome el libro ¡es un halago, eh!

    El libro me atrapó, al verdad, porque es bueno lo que propone; creo, y yo vengo de Argentina donde todo se psicoanaliza y revisa, que acá no se revisa el pasado y que muchas familias tapan más de lo que descubren; no creen en al terapia o en comprender el pasado para estar bien en el futuro y eso se ntoa (mirá, en Francia y Alemania, se están creando los nuevos Hitler de la democracia, por ej) y en lugar de hacer museos de la memoria, para que todos sepan lo que pasó, piden tirar y tapar todo lo que fue del asqueroso de Franco; en fin, creo que tu libro resultará interesante; en cuando a la iglesia… bueno… me sorprendió lo “religiosos” que son en España; y cuando lo digo entre comillas es porque son religiosos a la hora de ir a misa, porque a la hora de cumplir con la palabra de amor de Dios… bueno… ya sabemos lo que son las mujeres mayores de acá (y sobre todo de Galicia) donde la que no se abusa de su condición de mayor para colarse en el súpermercado, te hace callar o te trata de tonto con total caradurez, emulando a pequeñas franquitas que no se dan cuenta que vivimos en otros tiempos. Sí, me copé criticando, pero bueno, eso lo causaste vos, con tu hermosa reseña de ese libro que pienso leer!! =) Saludos!

    PD: ¿Sabés qué? yo creo que no es causalidad que hayas elegido ese libro, yo creo que uno “va” a los libros que nos vienen bien en el momento; muchas veces me pasó de elegir libros que tocan temas que mi vida iba transitando. Somos energía y vamos hacia donde nos atraen.

    Responder
  10. Pero mira que sos gracioso amigo! Tu condición de argentino te delata…

    Me gusta leer por muchos motivos, pero sobre todo por las buenas conversaciones que genera la lectura. Muchas veces al margen de lo bueno o menos bueno que sea el libro, lo que me gusta es que me lleve a la vida cotidiana, a esos temas que tanto me gustan, al menos para discutir sobre ellos, jejeje y claro, si es tomando unos mates o unos vinitos, pues mucho mejor.

    Muchísimas gracias por compartir tu reflexión. Un abrazo!

    Responder
  11. Después de leeros, todavía me siento más orgullosa de mi chico pequeño, que sacó matrícula en bachillerato, en un instituto público… si no puedo presumir de mis chicos ¿de qué voy a presumir? 😉

    El libro me tienta mucho y me pasa como a ti, el título me encanta. ¡Otra “sinsustancia”! ¿Y la portada? ¡Preciosa!

    Besos.

    Responder
  12. Susana:
    mi hija también anda pensando si se dedica a la medicina o qué (yo lo veo muy difícil porque es una escandalosa cuando llega a ver sangre) así que estamos en casa más o menos como tú: viendo cuáles son sus posibilidades de entrar a la universidad del estado (gratuita) o pagarle la privada (que sale en un ojo de la cara). Sin duda, el argumento del libro es interesante. A la universidad uno acude en busca de formarse académicamente, pero la visión de la universidad también llega a impregnarse en el educando. Si es más liberal, humanista, o educa con miras a hacer dinero sin importar a quien se pise (aquí casi por la universidad puedes decir del buen hacer, o no, de un profesionista gracias a lo que la universidad consideraba importante: formar jefes, dueños de empresas o formar personas). Todo un tema.
    Un beso,
    Ale.

    Responder
  13. Estupendo Ale! Has pillado la esencia de lo que quería decir en la reseña. La educación que se recibe (fuera de casa) en la Escuela primaria, secundaria y sobre todo en la universidad, imprime una forma de ser, y de ahí mis temores a que deba desembarcar en una universidad privada que además es del Opus Dei.

    Deseo lo mejor para tu hija y la mía, y el mejor futuro para todos los jóvenes que cada vez lo deberían tener más fácil pero … de momento no es así.

    Un fuerte besico!

    Responder
  14. hola a todos, y muchas gracias por vuestros comentarios y a Susana, por su resenya. Os escribo desde Londres, aunque la semana proxima estare firmando en una libreria en Vallderoures, Teruel, justo antes de pasar una semana en Espanya, tranquila, haciendo investigacion para la proxima novela. No sabeis cuanto me alegra que haya personas en Espanya que sean conscientes de lo que yo veo con mucha claridad desde fuera: los paises anglosajones, donde he tenido y tengo la oportunidad de vivir, no son perferctos, ni muchisimo menos, pero si tienen una democracia mucho mas avanzada. A nosotros nos falta mucho, pero ser conscientes de ello es el primer paso para madurar lo que tenemos. Lastima que este proceso tardara una dos generaciones en consumarse, asi que a nosotros, lamentablemente, ya no nos pilla. Pero todos podemos aportar -y yo siento que lo hago a traves de los libros. Asi que un abrazo muy fuerte a todos, salud y republica!
    Elena.

    Responder
  15. Elena, que placer que te hayas pasado por nuestra casa, que ya es la tuya para compartir estas palabras con nosotros.

    Esa zona de Teruel es preciosa así que te deseo que disfrutes de ella.

    Espero que descanses y sobre todo que pronto nos puedas ofrecer otra buena obra con la que debatir sobre quienes somos, de donde venimos y hacia adonde vamos, en defintiva hablar sobre la vida.

    Un fuerte y afectuoso abrazo!

    Responder

Deja un comentario