Niebla en Tánger, de Cristina López Barrio

Niebla en TángerComencé Niebla en Tánger con tantas ganas como miedo porque mi experiencia con los libros galardonados con el premio Planeta, hasta ahora, ha sido mala. Cuando he leído las obras con las que algunos de mis autores favoritos han ganado este premio, me he decepcionado muchísimo. Hasta tal punto ha sido así que me había prometido a mí misma que nunca volvería a leer ningún premio Planeta.

Pero cuando Libros y Literatura fue el primer medio en desvelar en las redes sociales que Javier Sierra había ganado el premio Planeta 2017 y Cristina López Barrio había quedado finalista, se me iluminó la cara. ¿Cristina López Barrio? ¿No era esa la escritora madrileña que me cautivó hace ya varios años con La casa de los amores imposibles?, pensé. Enseguida la busqué en Google para asegurarme de que no me equivocaba. ¡Sí, era ella!

La casa de los amores imposibles es un libro al que le tengo mucho cariño porque la forma de escribir de Cristina López Barrio y el toque de realismo mágico de aquella historia consiguió tocarme el corazón. Luego publicó El cielo en un infierno cabe, y entre unas cosas y otras, no llegué a leerlo, aunque me apetecía mucho. Después, le perdí la pista, ni siquiera me enteré de cuándo salió Tierra de brumas. Por eso, cuando la gala de los premios Planeta la puso en la primera plana del mundo literario español, supe que ella iba a hacerme romper mi promesa y crucé lo dedos para no llevarme un nuevo chasco.

La última novela de Cristina López Barrio cuenta el vuelco que da la vida de Flora Gascón tras una noche loca con un desconocido llamado Paul Dingle, del que no vuelve a tener noticias. O, para ser más exactos, el vuelco lo provoca la lectura del libro que este hombre tiene en su mesita: Niebla en Tánger, escrito por Bella Nur. Su protagonista es Marina, una tangerina judía sefardí que, en diciembre de 1951, también perdió a su amante, Paul Dingle. La similitud entre ambas historias hace que Flora decida viajar a Tánger, escapando por unos días de su trabajo traduciendo instrucciones de electrodomésticos y de un marido tan amable como aburrido. Así conocerá a la autora, Bella Nur, y a medida que recorra los lugares que se citan en la novela, la frontera entre fantasía y realidad cada vez se difuminará más.

Como no podía ser de otra manera, en esta ficción dentro de otra ficción, la literatura es protagonista. Las referencias son constantes: el Quijote, Penélope, los cuentos tradicionales del Rif y, sobre todo, La decadencia de la mentira, de Oscar Wilde. La historia de Flora Gascón puede verse como un viaje, tanto físico como introspectivo, en el que la protagonista, mientras cree buscar a su enigmático amante, realmente se encuentra a sí misma. Pero Niebla en Tánger es en realidad —o, al menos, así lo veo yo— una reflexión sobre el papel de la literatura, de la fantasía misma, en nuestras vidas.

Axia Kandisha, un cautivador personaje del folclore judío, los huevos de astrogón que conceden deseos y las hechiceras que hablan con los muertos son importantes en la vida de las protagonistas. Y aunque a veces parezca que esas fantasías las conducen al desastre o que solo son un refugio para huir de su realidad, les acaban sirviendo para vivir, para seguir adelante. Por eso, Niebla en Tánger es un regalo de la autora a los lectores de siempre, pues nos vemos reflejados en todo momento en esa sensación.

No diré que Niebla en Tánger me ha gustado más que La casa de los amores imposibles, porque mentiría. Pero ha sido un gusto reencontrarme con Cristina López Barrio, con ese poder evocador que desprenden sus palabras, con esa capacidad que tiene de sumergirnos en su historia para que la hagamos nuestra, como la propia Flora leyendo Niebla en Tánger.

No sé si volveré a romper mi promesa y leeré otros libros galardonados con el premio Planeta, pero de lo que no me cabe ninguna duda es que con Cristina López Barrio repetiré.

2 comentarios en «Niebla en Tánger, de Cristina López Barrio»

    • Hola, Marta:
      Creo que tenemos una sensación similar. ‘Niebla en Tánger’ es una novela más que correcta, pero quizá le falta un poco de alma. ‘La casa de los amores imposibles’ me parece más redonda y se recrea muchísimo más en el lenguaje y en el realismo mágico, cosa que me encanta. Si las lees, espero que la disfrutes tanto como yo lo hice.

      Saludos.

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