Nueve cuentos, de J.D Salinger

Nueve cuentosSeguro que os suena el nombre del escritor J.D Salinger. Su novela El guardián entre el centeno es una de las obras más celebres de la literatura universal. Si aún no la habéis leído deberíais hacerlo ya. No sé si es uno de mis libros favoritos (mi lista es extensa y sin sentido), pero sí sé que me gusta mucho y que desde que lo leí la primera vez, la historia de Holden Cauldfield me atrapó, como se supone han de hacer las buenos libros. No voy a extenderme demasiado con El guardián entre el centeno, más que nada porque no es el libro del que quiero hablaros hoy. Solo añadiré que la ironía que desprende este antihéroe encarnado por el adolescente Holden Cauldfield, es una de las armas del escritor J.D Salinger que también vamos a encontrar en Nueve cuentos.

Parece que cuando un autor ha escrito una novela que podríamos hoy en día considerar de culto, el resto de sus obras quedan eclipsadas. En cierto modo es lógico. Es muy difícil que todas las novelas de un escritor sean igualmente famosas y reconocidas. Les pasa a muy pocos. Quizás a Paulo Coelho y pocos más. (Es broma, queridos, por si aún no me habéis pillado el punto). Pero, afortunadamente, para eso están los buenos editores y los buenos lectores, para rescatar tesoros olvidados de grandes escritores.

Nueve cuentos ha sido publicado por la editorial Alianza en una edición muy minimalista y cómoda que me parece realmente práctica. La verdad es que no sabía a qué me iba a enfrentar. Tenía el referente de El guardián entre el centeno y poco más. Sabía que J. D Salinger es bueno, que conectaba con su humor, su ironía y su forma de escribir y describir los sentimientos. Todo parecía indicar que este libro iba a gustarme, pero no sabía que iba a gustarme tanto. Nueve cuentos reúne en sus doscientas treinta y siete páginas nueve cuentos. ¿Cómo os quedáis? Sí, el título lo deja claro, pero os lo tenía que decir. No penséis que se trata de once cuentos o veintidós, son nueve: nueve cuentos magníficos.

Lo cierto es que no soy una gran lectora de cuentos, prefiero las novelas. No me preguntéis por qué, quizás es simplemente por falta de conocimiento del mundo del relato corto. Me gustan, he leído algo, pero no estoy muy puesta. Pero bueno, eso no quita para que pueda apreciarlos igualmente. Como os decía antes, presuponía que este libro me iba gustar, pero lo cierto es que me ha encantado y es maravilloso recibir sorpresas así con los libros, ¿no os parece?

También creo que es más fácil reseñar una novela. La trama es generalmente más clara y da para extenderse más. ¿Qué os puedo decir de estos nueve relatos? Desde luego no voy a hablaros de cada uno, porque sería una estupidez. Voy a deciros los que más me han gustado: Un día perfecto para el pez plátano, El tío Wiggily en Connecticut y Teddy. Estos tres me han seducido especialmente. Si tuviera que buscar elementos comunes entre todos los relatos de este libro creo que serían la ironía, la desidia y, en ocasiones, lo sórdido, pero con un gusto exquisito. Creo que es un libro que puede gustar a todo tipo de lectores. Es un libro para tener en la mesita de noche y recurrir poco a poco a él, leer sus cuentos sin prisa y dejándose llevar. Supongo que es eso lo que se espera de los cuentos y los relatos cortos. A mí es que a veces me puede el ansia y quiero leer, leer y seguir leyendo. Pero como ejercicio de contención, de aprender a saborear la literatura lentamente y dejar reposarla me ha venido muy bien. Así es como he leído Nueve cuentos, sin prisas, volviendo a él cuando me apetecía.

El resultado ha sido maravilloso. Los cuentos de J.D Salinger no son, en absoluto, obras menores. Y yo creo que a partir de ahora voy a leer novelas y relatos al mismo tiempo. Por aquello de leer sin mesura y por aprender a detenerme.

 

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