Suicidio Perfecto

Suicidio perfecto, de Pétros Márkaris

Suicidio perfecto

novela s. f. 

— negra Novela protagonizada generalmente por un detective, en la que se refleja el ambiente de la delincuencia y de la criminalidad organizada; surgió en Estados Unidos en el periodo de entreguerras.

(Mal)acostumbrado últimamente a que el escenario de la novela negra se ubicara en fríos paisajes escandinavos poco podía imaginarme que en latitudes más cercanas a la nuestra podríamos situar también los elementos de una ficción de éstas características. Sin embargo, la saga que Petros Márkaris ha concebido (del que Suicidio Perfecto es el tercer libro) es todo lo negra que puede ser y la acción transcurre en una calurosa y sofocante Grecia. Supongo que la misma extrañeza debí de sentir cuando la ola de autores nórdicos invadió las librerías y desplazó momentáneamente a la tradicional novela negra americana.
En cualquier caso, las debilidades humanas son patrimonio universal y no se circunscriben a una determinada geografía por lo que la rabia, el ansia de poder, la envidia, el odio, la avaricia y otras pasiones desencadenantes de crímenes pueden darse tanto aquí como en la China popular (que diría aquel). Eso sí, no dejaba de resultarme curioso leer nombres de calles como “calle Herodoto”, “calle Aristóteles” o “calle Plutarco”, por poner un ejemplo.

Dicho esto, no tengo reparo en confesar que ni conocía de antes a Petros Márkaris ni a su comisario Kostas Jaritos, pero que las 400 páginas (clavadas) de Suicidio Perfecto me han enganchado como en su día hizo Henning Mankell con su detective Wallander.

En Suicidio Perfecto Márkaris constuye un personaje real y del todo verosímil. De baja porque en el libro anterior se cruzó en el camino de una bala; con problemas de verdad porque se aburre mortalmente, y preso de los cuidados de su mujer… Los días se suceden lentamente y Jaritos se entretiene con la lectura de sus diccionarios (de ahí el pequeño homenaje al comisario al inicio de ésta reseña) hasta que en un programa de televisión un importante, afamado y respetable empresario griego, dueño de la  constructora responsable de las obras de los Juegos Olímpicos, se suicida en directo sin haber causas aparentes. ¿Se ha suicidado el constructor o lo han asesinado? Y si se ha suicidado… ¿por qué lo ha hecho en público?
Después de leer éstas dos preguntas… ¿no sientes curiosidad por saber la respuesta?

A Jaritos, y al lector, por supuesto, el asunto le huele mal y empieza a investigar por su cuenta a través de los periódicos.

A todo esto hay que añadir que su puesto de comisario peligra al ocupar su lugar un colega con pocas luces pero algún enchufe… Comprendiendo que para recuperar su puesto tendrá que resolver un caso que se irá complicando cada vez más, a Jaritos no le queda más remedio que poner toda sus células grises a trabajar bajo un calor agobiante.

Eso, el calor, es una de las cosas que transmite perfectamente el libro. No sé si en parte se debe a que leí el libro en una de las semanas más calurosas del año, pero lo cierto es que las descripciones de Jaritos en su viejo Mirafiori sin aire acondicionado son de lo más creíble… y caluroso.

Al igual que Mankell, y parece ser que en toda novela negra actual, Márkaris rodea la trama con una atmósfera crítica con la sociedad en las que los problemas sociales, el racismo, la inmigración, la precariedad laboral y la corrupción están en todo momento presentes de forma patente, como refleja muy bien la frase “El griego que no piensa que el Estado le roba y no se cree en el deber de desquitarse, o está loco o no es griego”. Y eso que la crisis aún ni asomaba los dientes…

Suicidio Perfecto es una lectura agradable, intrigante, de fácil lectura y comprensión. Márkaris nos lleva de la mano poco a poco para descubrir los detalles del caso a la vez que el comisario, pero sin llamar tonto al lector. Novela ágil, con capítulos cortos, con personajes bien perfilados, con diálogos rápidos y acertados y una trama ya de por sí más que misteriosa.
Mi primer libro de Márkaris me ha descubierto a un gran autor y a unos grandes personajes a los que espero volver a ver pronto, en otra aventura.

3 comentarios en «Suicidio Perfecto»

  1. Le tengo ganitas a este autor del que he oído hablar muy bien, pero aún no he leído ninguna de sus novelas. Y ahora con tu reseña me confirmas que debo de estrenarme ya, que me estoy perdiendo muy buena novela negra.
    Besotes!!!

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