Reseña del libro “Abandonar Coasta Boacii”, de Oriol González Fàbregas
Los motivos por los que uno decide leer un libro no siempre son fáciles de entender, yo al menos no podría compartir con ustedes qué me llevó a leer este libro ya que es un retrato de Cioran y yo no sabía de él más que las generalidades que mal que bien todo el mundo conoce. Una corazonada, podríamos decir. Lo que importa es que fue un acierto, pero me siento en la obligación de explicar esto porque no estoy en condiciones de hablar en esta reseña de Cioran, sino del libro como tal, como experiencia literaria. Porque es una francamente interesante que he disfrutado mucho y supongo esta reseña la leerán más personas ávidas de experiencias literarias originales que expertos en el pensador rumano.
Me parece una experiencia sumamente interesante en primer lugar por su estructura, Abandonar Coasta Boacii es un relato fragmentario compuesto por textos de diferentes autores, contemporáneos a Cioran además de los del propio autor y de citas del mismo Cioran, cuyo estilo también era fragmentario. Es sorprendente cómo un texto así construido puede transmitir semejante sensación de unidad y ser tan fluido, verdaderamente se lee como si fuera una historia y no deja del ser digno de elogio en estos tiempos tan dados a la uniformidad que un libro tan arriesgado y diferente vea la luz y que además lo haga tan brillantemente.
Otro motivo, y sospecho que este espantaría al propio Cioran, es que independientemente de su faceta como pensador, que asumo que es controvertido porque era digamos que contundente y provocador (no todo el mundo es capaz de decir cosas como a veces quisiera ser caníbal, no tanto por el placer de devorar a fulano o mengano como por el de vomitarlo) es todo un personaje. Su faceta de pensador, de filósofo aullador como él mismo dijo, por supuesto es la que le ha hecho ganarse un lugar en la posteridad y es, por así decirlo, la más importante, pero su condición de ciclista y posteriormente de caminante, por ejemplo o su obsesión por la alimentación con productos ecológicos cuando nadie pensaba en eso le convierten en un personaje interesante.
Sus obsesiones, entre las que destacan Bach, Dostoievski, Shakespeare, sus temas recurrentes, como el suicidio o el aburrimiento, su dominio del lenguaje, sus relaciones personales (especialmente interesante es el relato de su amistad entrañable y duradera con Mircea Eliade que no impidió que ambos se despellejaran públicamente en ocasiones), todas las facetas de un personaje que es tan enigmático como contundente, logran que Abandonar Coasta Boacii sea una de esas rarezas que uno se alegra de haber leído, un libro que dignifica cualquier biblioteca personal.
El libro es tanto una biografía de Cioran como el retrato de su época a través tanto de sus palabras como las de aquellos que le influenciaron o a quienes inspiró, de la Europa que conoció pedaleando o caminando, del París bohemio tan frecuentado por las letras, y dentro de ese relato, por otro lado interesantísimo, destacan de tanto en cuanto las citas del propio Cioran que sacuden al lector, le sorprender y le hacen pensar, pero sobre todo ejercen un efecto extraordinario sobre el conjunto de una narración que, en conjunto, se lee con placer. Les dejo, a modo de despedida, algunas de ellas:
No siempre estoy triste, luego no siempre pienso
Al estar abolido el uso de las piernas, el caminante, en medio de estos paralíticos al volante, parece un excéntrico o un proscrito y pronto se lo considerará un monstruo
El hombre no ha sido creado para estar clavado a una silla, pero quizá no merezca nada mejor
En una obra de psiquiatría sólo me interesa lo que dicen los enfermos
Mi misión consiste en matar el tiempo y la de esta es matarme a mí. Se está bien entre asesinos
Andrés Barrero
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