La mujer zorro y el doctor Shimamura

Reseña del libro “La mujer zorro y el doctor Shimamura”, de Christine Wunnicke

La mujer zorro y el doctor Shimamura

La mujer zorro y el doctor Shimamura es una delicada historia basada en hechos reales que nos relata Christine Wunnicke (Alemania, 1966).

La edición que nos brinda La Editorial Impedimenta es una maravilla por varias razones:

  • Sus dimensiones permiten que la puedas llevar a todas partes
  • La sobrecubierta rústica convierte al sentido del tacto en un amigo fiel.
  • La portada tiene una ilustración bellísima que me ha hecho ir directa a la información que siempre ofrecen las editoriales para ver quién la eligió, y ese honor se le debe a Enrique Redel que coordinó toda la edición: “chapó”.
  • Tras la sobrecubierta se esconde otra portada que engloba la ilustración de la que antes hablaba y que sumerge al libro en la ilusión de que luzca como una libreta. Una maravilla.
  • Al abrir la novela te encuentras un dibujo antiguo en blanco y negro, con una mujer frente a un biombo y cuya sombra proyectada es la de un zorro. Inquietante y toda una declaración de intenciones sobre lo que ha de venir.
  • Como colofón, nos regala una lámina pequeñita con la portada del libro impresa y en rústica también, que puede usarse a modo de marca páginas.

La edición, como podéis comprobar es un lujo, pero ahora al contenido traducido por Richard Gross.

La mujer zorro y el doctor Shimamura narra la investigación realizada por el citado médico en Japón, durante la era Meiji, cuando en una serie de poblados las mujeres sufrían de un mal extraño: “la obsesión por el zorro”. Con un humor muy sutil, la autora nos va narrando la obsesión de esas mujeres y la del propio doctor por averiguar lo que en verdad les ocurre.

Shimamura convive en su jubilación con las mujeres de su vida: su esposa, su madre, su suegra y una joven de la que no se conoce su nombre y que se quedó con él tras los estudios realizados rescatándola de un manicomio. Eso sí, de la joven sin nombre no se sabe a ciencia cierta si era enfermera o paciente en el hospital.

Entre las fiebres que le provoca la tisis, el doctor tira de recuerdos e intenta escribir sus memorias, lo que le va a traer grandes quebraderos de cabeza puesto que apenas recuerda gran cosa y lo que aún conserva no sabe si es verdad o lo ha imaginado.

De esta novela se han dicho muchas cosas, tras ganar varios premios literarios en Alemania (país natal de la autora), entre ellas me gusta destacar:

“Una joya brillante y absurda en forma de novela” ­– The New York Times

“Christine Wunnicke explora con gran maestría las áreas vergonzosas de la psique humana y la credulidad” – Liberation

Y es que llevan razón, porque es una novela de esas que lo mismo te provoca una risa por la absurda situación que te cuenta, que te provoca pena por la misma situación.

La credulidad de las personas puede ser un arma de doble filo. Que hubiese mujeres abducidas por el espíritu del zorro era utilizado en beneficio propio para las “vasijas” (otras mujeres que deseaban ser contagiadas haciendo una serie incalculable de locuras para que el espíritu transmutase de cuerpo).

El doctor Shimamura no lo tiene todo de su parte en la investigación, sus colegas de profesión no lo toman muy en serio y lamentablemente lo recuerdan más por ser el que inventó una colchoneta que facilitaba las tareas en los hospitales con los pacientes, que por sus logros médicos.

En La mujer zorro y el doctor Shimamura lo femenino juega un papel muy importante y la ironía de la que hace gala la autora para abordar los ataques sufridos por las “poseídas” hacen de esta lectura una opción agradable y entretenida.

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