Antología poética, de Philip Larkin

Antología poéticaLlamadme ignorante, pero no conocía a Philip Larkin. Cuando vi que Cátedra publicaba una antología suya me pregunté por qué no había oído nunca hablar de él. ¿Qué si he encontrado la respuesta? Bueno, al menos he hallado un motivo para justificar mi ignorancia. Resulta que aunque la primera edición publicada en España de Philip Larkin fue en 1986, no fue hasta 2014, cuando se publicó Poesía reunida, que el autor vendió numerosos ejemplares, llegando incluso a alcanzar una tercera edición. Elogiado por autores de la talla de Antonio Colinas o Enrique Vilá-Matas, el libro obtuvo uno de esos boom literarios tan extraños que no se sabe bien cómo ni por qué se producen. Me diréis que de eso han pasado ya dos años, tiempo suficiente para haber descubierto al autor. Tenéis razón. La única justificación que puedo daros es que, aunque me encante la poesía, no tengo por qué conocer a todos los autores. No seáis tan exigentes. Además, la sensación de descubrir a un nuevo escritor también tiene su encanto.

Antología poética reúne la poesía más esencial y algunos poemas inéditos (que no se encuentran en aquella edición que os he mencionado antes). El libro del que os hablo es un trabajo de Damià Alou. El prólogo de esta antología es bastante extenso (unas cien páginas), pero aunque pueda pareceros demasiado largo para un libro de poemas (sí, a mí también me parecen infumables algunos prólogos), éste es realmente interesante. En él, Damià Alou, realiza un breve esbozo biográfico del autor, así como un intenso análisis de su obra. Obviamente, es un gran entendido de la obra de Larkin y esto se nota en la pasión que pone en las líneas de esta introducción. Además, como no sabía nada del autor, estas páginas me han venido de perlas para aprender sobre él.

Vamos a hacer algo, a partir de ahora, os diré en mis reseñas cuándo un prólogo es infumable y cuándo interesante. No, no tenéis que darme las gracias, para eso estamos.

Volviendo a Larkin, puedo deciros que este autor inglés nacido en 1922, publicó su primera novela en 1943. Algunos datos curiosos sobre el escritor: se libró de ir a la guerra (Segunda Guerra Mundial) a causa de su miopía, fue el encargado de las bibliotecas de varias universidades, alcohólico y un auténtico mujeriego (he buscado fotos suyas en google y no lo entiendo). Todo esto lo sé gracias a las palabras de Damià Alou, que es mucho mejor que la Wikipedia.

Sobre su poesía he descubierto que en sus inicios pertenecía al grupo poético denominado The movement. Se trata de una poesía sincera y en ocasiones amarga, como este poema:

Muchos se dicen más sabios en la vejez:

a mí eso me parece una memez.

En mi segundo cuarto de siglo he perdido

todo lo que en la universidad habría aprendido.

Y en lo que pasó después, mi mente ni piensa.

Ya no conozco a los que salen en la prensa

y la gente se ofende porque olvido sus caras

y  juro que nunca he estado en sus casas.

Habrá valido la pena si logro eliminar

lo que sea que me empiece a perjudicar.

Y al final ya no sabré nada.

mi mente se replegará, como un campo, una nevada.

También descubrimos en Antología poética a un Larkin que se atreve a utilizar el humor en temas “tan serios” como el amor:

Lo que más cuesta del amor

es ese egoísmo impulsor,

esa ciega persistencia

para alterar una existencia.

Solo porque te da la gana.

Mira que hay que tener cara.

Y luego está abnegación:

¿cómo vas a encontrar satisfacción

poniendo a otro por delante

y llevándote tú la peor parte?

Mi vida es mía, ¿verdad?

Lo contrario es como ignorar la gravedad.

Pero, vicioso o virtuoso,

el amor se adapta a todos nosotros.

Solo el idiota de la opinión

que es egoísta esta contradicción

es rechazado al cien por cien,

y, por mí, que le den.

No me digáis que para un autor de aquella época no es un poema genial. Por mí también, Larkin, que le den.

Me ha gustado descubrir a Larkin, su franqueza y su sutil humor. Un poeta capaz de escribir al fracaso o la vejez. Un poeta que nos habla de su propia vida a través de los poemas. Un buen poeta y, sin duda, una buena antología.

 

Deja un comentario