El hombre del revés, de Fred Vargas
En mi opinión, el verano es el momento perfecto para leer a tus autores fetiche. El relax, el buen tiempo y las vacaciones hacen que leas los libros de tus autores favoritos con muchas más ganas. Por eso no he dudado en llevarme en mi maleta una novela de mi querida Fred Vargas, la cuarta que leo de su personaje Jean Baptiste Adamsberg, para mí el mejor protagonista de literatura negra y policiaca actual, como ya os comenté hace tiempo en esta entrada.
Si leéis todas las reseñas que he hecho de los libros de Fred Vargas sabréis que soy un auténtico fan de su forma de escribir, pero siempre he tenido una pequeña pega; leer los libros de la saga sin ningún orden hace que seguir la evolución de muchos personajes que rodean a Adamsberg sea algo difícil y embarullado.
Dispuesto a subsanar mi error, hace poco me fui a la librería y me compré todos los libros que tenían de la autora, para así poder leerme las aventuras de Adamsberg en el orden que fueron concebidas. Es por eso que, tras reseñar hace años el primer libro de la saga “El hombre de los círculos azules”, tocaba el turno a “El hombre del revés”, libro que hoy os traigo al blog.
“El hombre del revés” es la novela más atípica hasta el momento de la saga Adamsberg. Es cierto que tiene muchos puntos comunes (que luego comentaré) con el resto de novelas, pero hay algo que llama poderosamente la atención. Nuestro querido y venerado Comisario no aparece hasta el último tercio del libro, conformando los dos primeros tercios del libro una especie de novela paralela con mucho menos interés, aunque indispensable para encauzar la verdadera historia, que se escribe de forma magistral desde el momento en que Adamsberg toma el mando.
Pese al pequeño inconveniente que os comento, el resto de “El hombre del revés” tiene mucho en común con sus novelas “hermanas”. Las historias de Fred Vargas se caracterizan por sus personajes, siempre atípicos y poco sociables, y por sus asesinatos, tan poco comunes como espeluznantes.
En esta ocasión, un sanguinario lobo está haciendo estragos entre el ganado del Mercantour, un Parque Natural de los Alpes franceses. Sin embargo, los rumores de un posible hombre lobo por la zona se confirman cuando una pastora es brutalmente asesinada, poniendo tras la pista del licántropo a un trío de personajes de lo más peculiar. Camille, viejo amor de Adamsberg, se unirá en su búsqueda a Soliman, un inmigrante africano adoptado por la víctima, y al “Veloso”, pastor de la zona cuyo único hobby consiste en beber vino de su pueblo. Mientras la primera se relaja leyendo el “Catálogo profesional de herramientas”, el joven africano se dedica a memorizar el diccionario y a inventar fábulas. En resumen, un trío pintoresco acorde al prototipo de Fred Vargas.
Como ya he dicho, este trío es el protagonista durante dos tercios de la novela, hasta que aparece en la acción principal el Comisario Adamsberg. Que a partir de su presencia la novela coja mucho más ritmo habla claramente de la grandeza del personaje creado por Fred Vargas. No dudo que la historia no tenga fuerza por sí misma, pero a un personaje como este hay que sacarle el jugo desde el principio, y junto a él al resto de sus compañeros, ya que en este caso sólo su lugarteniente Danglard aparece, y de pasada.
Pero no quiero que os quedéis con la impresión de que la novela no merece la pena. Es una novela negra de Fred Vargas, y eso ya es garantía de éxito. Dejémoslo en que “El hombre del revés” es una historia con una introducción demasiado larga, pero con un final de 150 páginas absolutamente brillantes; y que estamos ante una saga de una calidad altísima, gracias a un personaje como Jean Baptiste Adamsberg, a la altura de los más grandes. Próxima parada… “Bajo los vientos de Neptuno”.