Esta belleza no arde

Reseña del libro “Esta belleza no arde”, de Wendy Heard

esta belleza no arde

Me gustan los libros que te mantienen en tensión desde la primera página hasta la última. Esos que no puedes soltar porque necesitas saber qué va a pasar cuando termines ese párrafo que ya ha conseguido que tu corazón se acelere. Esos en los que los protagonistas ocultan grandes secretos que quieres descubrir cuanto antes, aunque sepas que no lo vas a conseguir hasta que llegue el final.

Quizás por eso me haya gustado tanto Esta belleza no arde, porque tiene todos esos ingredientes que, mezclados de una forma magistral, hacen que la novela funcione a la perfección. Así que me atrevo a decir que este libro inspirado en El retrato de Dorian Gray (traído a España por la editorial Munyx y de cuya traducción se ha encargado Aitana Vega) va a ser todo un éxito en el panorama juvenil.

La historia que nos propone Wendy Heard comienza con Mick, una chica que, en un principio, podría ser la típica estudiante estadounidense a la que le encanta nadar y competir. Sin embargo, cuando conoce a Veronica —una apasionada de la fotografía cuyo mayor sueño es exponer y vivir de ello— vamos comprendiendo que Mick esconde una naturaleza salvaje y peculiar que va a hacer que todo estalle por los aires.

El caso es que Mick, gracias a Veronica, descubre un mundo nuevo a su alrededor y, como todos los mundos, este le traerá gente nueva, más concretamente, un grupo de amigos cuya afición es el arte y que harían cualquier cosa con tal de que sus performances sean conocidas en el mundo entero. Así, Mick se verá inmersa en una serie de acontecimientos que al principio parecen ser unas bromas de mal gusto pero que acabarán con varios cadáveres que harán que Mick crea que está perdiendo la cabeza.

Una de las cosas que más me ha gustado de este libro de Wendy Heard es el uso de la figura de la musa. Mick se convierte en la musa del grupo, el ingrediente que les faltaba para hacer que el arte florezca. Así que es inevitable que Veronica se enamore de ella y que las chispas comiencen a saltar en cuanto se conocen. Su relación es muy particular y, aunque en un principio podamos pensar que este libro se acerca más al thriller que a la novela romántica, su relación va ganando peso a medida que avanza la historia y hace que el lector se interese muchísimo por ella.

Hablando de relaciones, hay un aspecto de la novela que me ha gustado especialmente, y es la relación que ambas protagonistas tienen con sus madres. Mick tiene una madre de «caravana», como a mí me gusta llamar a este personaje que tiene más idas que venidas, que tiene mil parejas y que no es capaz de pensar en su hija más que en ella. En cambio, Veronica tiene una madre que es la envidia de toda la ciudad: atenta, cariñosa, divertida y que, a pesar de ser la mejor amiga de su hija, sabe poner límites. Parece un aspecto irrelevante de la novela, pero a mí es una de las cosas que más me ha gustado y con la que más he disfrutado, porque normalmente no se le suele dar importancia a esta parte de la ambientación y creo que es muy importante para comprender por qué las protagonistas actúan como actúan.

También tengo que destacar el hecho de que el libro parece un guion de una película. ¡Y siempre digo esto como algo superpositivo! La autora sabe mantener perfectamente los puntos de tensión y darle al lector la información justa para ir soltando pequeñas bombas a lo largo de todo el libro. Eso, junto a una estética muy cuidada que podría hacernos pensar en series como Euphoria o Riverdale, hace que el lector se imagine que está viendo una película más que leer un libro. Un trabajo excepcional por parte de la autora.

En definitiva, Esta belleza no arde me ha gustado muchísimo. Me ha mantenido enganchada hasta el final y ha hecho que mi cabeza estallara cuando iba descubriendo los secretos que la autora va soltando poco a poco. Nunca la belleza ardió de esta manera.

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