Hechicero, de Sebastien de Castell

hechiceroImaginad que estamos paseando por una librería y nos encontramos de pronto con una carta de una baraja que nos muestra a un joven con poderes mágicos, y sobre su hombro… ¿un gato? ¿Un lince? ¿Un híbrido de ambos? Además, el chico tiene unas extrañas bandas tatuadas en su brazo derecho. En la misma portada, pero debajo del chico, nos sorprende la imagen de otro personaje, pero ¡eh! ¡Que está boca abajo! Así que le damos la vuelta al libro para ver mejor a esta mujer misteriosa de pelo rojo, con sombrero, guantes y una baraja de cartas en la mano. Por su media sonrisa nos dice que está resabiada y mucho, vamos que seguro sabe más que el chico y seguro que tiene mucho que enseñarnos. Maestra y alumno, entenderemos muy pronto. Muy buena presentación, sin olvidar ese contraste del rojo pasión, rojo fuego, rojo sangre, sobre ese blanco que representa la inocencia y la pureza. Así es Hechicero, de Sebastien de Castell.

¿Y qué ocurre entonces al pasar las primeras páginas? Aparece Kellen, el chico de la portada, que nos narra lo que sucede desde su punto de vista. Es todo un pillo, que debe enfrentarse a su primer duelo de magos sin contar con lo que debería controlar y poseer ya desde el inicio: MAGIA. Y es que en lugar de ir en aumento, su magia disminuye sin saber por qué. Y cuando menos se lo espere, Kellen se topará con una mujer de armas tomar, astuta e intrigante: la atractiva Ferius Parfax. Ella, con sus tres barajas de cartas, sus secretos y lo que puede contarle a nuestro protagonista sobre los peligros que esconde su pueblo.

Kellen me conquistó desde el principio, un chico cercano, a pesar de pertenecer a un mundo tan diferente al nuestro. Simpático, atrevido en sus contestaciones y con un gran sentido del humor. Y lo que me hizo engancharme del todo fue cuando hizo acto de presencia el nekhek. Y os preguntaréis, ¿pero qué es un nekhek? Pues tendréis que descubrirlo, pero por el momento llamémosle gato ardilla Reichis. Según avanzaba la historia, me picaba más la curiosidad y no podía parar de leer. Ansiaba mis mañanas en el tren para unirme a Kellen, Ferius y Reichis y anhelaba la caída de la tarde de vuelta a casa en el tren de nuevo para zambullirme en sus vidas.

Quizás Kellen tenga más de Ron Weasley que de Harry Potter, y eso a mí me ha ganado. Original a pesar de tocar el tema de la magia y hechicería, y digamos que no es todo magia al estilo Harry Potter, ya que también toca otro tipo de magia, (no trucos, sino cartas) de la mano de Ferius Parfax, por lo que se acerca a la película Ahora me ves.

¡Y qué maravilla descubrir las diferencias entre los jan’tep y los sha’tep, a pesar de ser el mismo pueblo e incluso familiares! Los jan’tep están por encima y los sha’tep por debajo, simplemente porque a los primeros se les han iluminado las bandas de los brazos y pueden realizar hechizos, mientras que los segundos no han sido capaces de ello. Por ese motivo se limitan a ser esclavos de los jan’tep. Me recuerdan a los Squib en Harry Potter, humanos que pertenecen a familias de magos pero que no han desarrollado poder, así que sus familias los repudian o quedan decepcionados con ellos. Sin embargo, los sha’tep demostrarán ser algo más que sirvientes.

Por otro lado, personajes como Shalla o Nephenia (una total Hermione Granger, pero sin el carisma de ésta), no me han dejado indiferente, pero tampoco me han caído muy bien. Y Ra’meth, un malo más del tipo Quirrell que Voldemort. Las pruebas que intenta pasar Kellen para ser nombrado mago son del tipo Harry Potter y el cáliz de fuego, pero más… intensas, digámoslo así. El misterio que aporta Ferius y la presencia de la maga viuda Mer’esan y sus acertijos me han causado mucha intriga y para mí lo mejor del libro, junto a Reichis y la evolución y madurez que alcanza Kellen.

Y es que Kellen nos demuestra que empieza la historia como un Bastian Baltasar Bux, pero algo más pícaro y liante, para convertirse en un forajido que todavía tiene mucho que vivir y que averiguar en las próximas entregas de la saga. Porque son seis los que componen esta serie de libros de Sebastien de Castell, siendo Hechicero el primero, un maravilloso comienzo. Comienzo que con tanta magia, hechicería, secretos, peligros, mentiras y mucho humor, augura una gran aventura que no os podéis perder.

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