Los asesinos del emperador

Los asesinos del emperador, de Santiago Posteguillo
Los asesinos del emperador

Durante el año pasado leí muchísimas novelas y la verdad es que las últimas me estaban costando un poco; las disfrutaba, sí, pero sentía que necesitaba un cambio, que tanta ficción me estaba cansando, que necesitaba un poco de realidad; le hice caso a mis ganas y comencé a leer algunas biografías, pero a las pocas semanas supe que la cosa tampoco pasaba por ahí, que necesitaba otro tipo de libros, una mezcla de realidad pero sin caer en el periodismo puro; la novela histórica era lo que necesitaba, pero ¿por cuál empezar? La respuesta la encontré enseguida, mientras leía una entrevista a un escritor español en una revista de historia que me había comprado: tenía que leer el libro Los asesinos del emperador, de Santiago Posteguillo. Y menos mal que me dejé llevar por la recomendación y no dejé pasar de largo esta maravillosa novela histórica, la cuarta que escribe Posteguillo, luego de la también reconocida trilogía sobre Escipión el Africano, cuya primera parte reseñó tan bien mi compañera Susana Hernández.

Los asesinos del emperador logra, a través de más de mil páginas y con un ritmo fabuloso, transportarnos en el tiempo para vivir, como si estuviésemos ahí, la histórica Roma de emperadores, gladiadores y legatus, más específicamente los 35 años que van desde el 63 d.C (Nerón) hasta los primeros momentos del año 99 d.C, cuando llega al poder Marco Ulpio Trajano, el primer emperador hispano de la historia.

¿Pero quién fue Trajano? ¿Y cómo es posible que alguien no nacido en Roma haya sido elegido como emperador del imperio? Modificar el curso de la historia es prácticamente imposible. Solo unos pocos se atreven a intentarlo y solo uno entre millones, siempre de forma inesperada para todos, es capaz de conseguirlo. Así se explica en la solapa de este libro el increíble logro de Trajano, que pasando inadvertido y siendo siempre leal a los emperadores comenzó un ascenso discreto pero firme hasta llegar a convertirse en Imperator Caesar Augustus, algo impensado para alguien no romano. Pero en la solapa es imposible explicar lo que general la forma de escribir de Santiago Posteguillo, con la que uno entra en las casas, habla con la gente, siente sus temores, vive los miedos internos y hasta llega a entender el odio, como en el caso de Domicia Longina, esposa del tirano Domiciano, para mí el mejor personaje de la novela.

Cuando tuve el libro en mis manos calculé que tardaría unos tres meses en leerlo, no solo por su extensión y tamaño, sino también por su peso, casi un kilo, que me impediría llevarlo conmigo en el bus. Sin embargo, como tantas otras veces, mis conjeturas no se cumplieron para nada: leí (devoré, gocé, sentí, viví) el libro en poco más de un mes y para nada me importó que todo el mundo me mirara con cara de asombro en el bus al verme con un libro gigante entre mis manos y menos que se rieran al notar lo mucho que me pesaba. Peor la pasaban las legiones controlando las fronteras del imperio y luchando contra los Dacios y los Catos, los enemigos inventados del paranoico de Domiciano y los pobres esclavos o cristianos en la arena del Coliseo, cuando se convertían en comida para las fieras…

“¿Pero es difícil de leer este libro si nunca leí nada de historia?”

Todo lo contrario, Santiago Posteguillo escribe como si estuviera tomando un café a tu lado y te contara un cuento; este profesor de lengua y literatura inglesa en la Universitat de Valencia logró que me pregunte una vez más porqué la historia se sigue enseñando tan mal en las escuelas (clases aburridas, repetitivas, llenas de fechas inservibles) cuando sería genial que se busquen otras alternativas. Yo aprendí más de Roma (y de su gente, y de sus calles, y de sus costumbres) en un mes y medio con este libro que en mis pasados 29 años de vida.

“¿Y qué más tiene este libro? Es que aun no logras convencerme…”

Tiene muchísimo más: traiciones, envenenamientos, poetas, combates en la arena que te hacen sudar, torturas extremas, menciones a Juan, el último apóstol de Cristo, la erupción del Vesubio, gladiadores (y gladiadoras), amigos, enemigos, nueve emperadores (Nerón, Galba, Otho, Vitalio, Vespasiano, Tito, Domiciano, Nerva y Trajano), y por supuesto una historia de amor, porque el amor existe siempre, incluso en la cruel y sanguinaria Roma. Y repito: muy bien contado, sin aburrir nunca, con una prosa atrapante, magnífica, simple; ¿Algo que criticar? Absolutamente nada ¿Algo que advertir? Sí: una vez empieces a leerlo, inevitablemente, te aislarás de amigos, novias, parientes, vecinos, trabajo… todo.

Este libro habla de una fecha específica, el 18 de septiembre del 96 d.C, cuando un grupo de personas va camino a asesinar a un emperador de Roma, pero para llegar a este punto que genera el título de la obra, primero, y por suerte, debemos revivir 35 años de historia a través de un viaje fabuloso, inolvidable y absolutamente recomendable. No lo dejen pasar de largo. Ave, Cesar.

19 comentarios en «Los asesinos del emperador»

  1. Leí esta novela al poco de publicarla y sinceramente me ha gustado mucho. Creo que aún así la trilogía de Escipión (estoy con el último volumen) es algo superior.
    Imprescindible lectura para aquellos a los que les guste la novela histórica, el ritmo narrativo de Posteguillo es simplemente magnífico, y su descripción de las batallas antológica.

    Absolutamente recomendable. Y como dice tu compañera, si te ha gustado, no te pierdas las andanzas de Publio Cornelio Escipión.

    Responder
  2. Me alegra leer esta reseña, yo recomendé este libro porque me tenía buena pinta en mi blog sin haberlo leído antes, y veo que no me equivoqué…sin duda lo añado entonces a mi lista de libros para leer. Buena reseña, un saludo¡¡

    Responder
  3. Muchas gracias por los comentarios! Qué bueno que disfruten de este tipo de novelas; sin dudas que leeré la trilogía anterior, me la recomendó mucha gente!

    Un abrazo!

    Report Writer: Thank you! =)

    Responder
  4. Gracias por sus comentarios y por sumar interesantes pensamientos sobre esta magnífica novela de Santiago Posteguillo. “How”, es verdad las batallas se viven! Orlando: coincido, Domicia es un personaje REAL!

    Responder
  5. Gracias por sus comentarios y por sumar interesantes pensamientos sobre esta magnífica novela de Santiago Posteguillo. “How”, es verdad las batallas se viven! Orlando: coincido, Domicia es un personaje REAL!

    Responder
  6. a los que les guste la novela histórica, el ritmo narrativo de Posteguillo es simplemente magnífico, y su descripción de las batallas antológica.

    Responder
  7. Con esa descripción quien no se lo lee…..estoy deseando terminar el que estoy leyendo y retroceder 1000 años para meterme de lleno entre Emperadores, gladiadores…..gracias por la recomendación.

    Responder
  8. Muy buenas: Acabo de terminar esta novela de Posteguillo de nada menos que 1.110 páginas, ya aparte los anexos en cuanto a términos latinos, mapas, gladiadores, etc. Ya sé que un poco tarde desde que salió al mercado, pero tenía lista de espera. En resumen, una lectura agradable y en algunos momentos, apasionante. El autor documenta perfectamente la obra y al final aclara cuáles son las partes en las que entra la ficción. La forma de narrar los hechos es muy buena, me recuerda a mi admirado Follet, aunque Posteguillo avanza menos en la acción que el británico. Por eso, tengo que decir que en algunos puntos la lectura se hace un poco densa, pero para todo aquel que guste del género no representará un problema. Un sólo punto no me gustó, y por eso quizá no le de el sobresaliente: las “movidas” en el tiempo no me parecen demasiado idóneas; una cosa es dejar al lector con la intriga y otra distinta meter en medio 600 páginas de trama antes de ver el final … Salvo por esos detalles, una lectura francamente recomendable y un trabajo muy bien hecho.

    Responder

Deja un comentario