Hay muchas cosas que nos pueden generar un placer inmediato: disfrutar de una buena lectura, la comida, el sexo, un bono bwin , pasar tiempo con las personas que queremos, ver una exposición o acudir a charlas de temas que nos gustan. Cuando las cosas en nuestra vida están en orden, podemos disfrutar de los pequeños detalles y ser felices.
Pero hay veces que las cosas no van bien: problemas con el trabajo, relaciones interpersonales, la muerte de alguien cercano o una enfermedad pueden colapsarnos y dejarnos sin saber qué hacer. Habrá quien pueda acudir a una persona de confianza para pedir ayuda, o pagar a un especialista para que le oriente y le ayude a reestablecer el orden, pero no todo el mundo cuenta con esos apoyos, o puede que ni siquiera sepa que los necesita.
Los libros de autoayuda no son la panacea rosada, (disculpad, quería decir “panacea dorada”, pero es que mi madre lo dice así y no pude evitar la tentación de honrarla escribiéndolo como lo dice ella), y aunque hay muchos que son simplemente malos libros, como ocurre con todo tipo de literatura, que hay mejores y peores, sí que puedo decir que he leído multitud de libros de autoayuda que me han servido como recordatorio o guía de cosas importantes.
Muchas veces he oído decir que los libros de autoayuda no aportan grandes soluciones ni puntos de vista excepcionalmente innovadores, y sin embargo, yo creo que ahí radica su fuerza. Quien no haya estado perdido de verdad nunca puede que no lo entienda, pero cuando sufres una situación emocionalmente grave, una de las primeras cosas que te ocurren es que olvidas lo más básico para la vida, te encierras en ti mismo y el dolor te supera de tal forma que no sabes reaccionar, produciéndote más dolor y cayendo en una espiral que solo hace que empeoren las cosas. Habrá gente con una mayor resiliencia que sea capaz de recuperarse y autocurarse de una forma más o menos efectiva, pero hay otras personas que necesitan de verdad una ayuda externa para salir de ahí.
Y en este punto es donde un buen libro de autoayuda puede salvarte. Te puede hacer reflexionar sobre lo que te ocurre, te puede dar ideas de cómo reorientar tu vida, te puede dar guías para que tú explores posibles soluciones a ese problema que no te deja avanzar, y puede recordarte cosas que ya sabías pero que habías olvidado en el camino.
No me importa reconocer que he recibido muchísimos buenos consejos de libros de autoayuda. He leído sobre temas como la felicidad, la suerte, el trabajo, la pareja y los proyectos que me han servido para mejorar aspectos importantísimos de mi vida. Si bien es cierto que estos libros no te solucionan nada, porque al final el trabajo lo tienes que hacer tú, sí que han resultado una buena orientación. Y entiendo que haya personas para los que no sean necesarios en general, pero creo que ante situaciones particulares, un buen libro puede ser tan útil como un buen amigo.