Y retirarme para siempre de la realidad

Reseña del libro “Y retirarme para siempre de la realidad”, de Luis A. D. Mirado

Y retirarme para siempre de la realidad.

En el instituto tenía una compañera que hablaba por los codos. No diré su nombre para preservar su intimidad, pero digamos que Manolita me ponía la cabeza como un bombo. Este tipo de personas tienen, además, la habilidad de cambiar de temas de conversación sin ton ni son. Lo mismo te están contando algo sumamente interesante como que pasan a hablarte de la prima del pueblo que regenta una panadería. Como comprenderéis, cuando Manolita me hablaba, mi cabeza tendía a irse por otros derroteros. Vamos, que yo no le hacía mucho caso y me ponía a pensar en mis cosas.

Dani, presidente de una comunidad de vecinos, también tiene su propia persona-catapulta, esa que te hace lanzarte a otros universos mentales paralelos cuando te habla. Se trata de Benito, el conserje del edificio, capaz de provocar en él un maravilloso estado de ensoñación y de enviarle a los viajes más inesperados por los recovecos de su mente. Bien pensado, este tipo de personas deberían ser consideradas Patrimonio de la Humanidad por su excelente aporte a nuestra imaginación.

Pues bien, como cualquier otra mañana, Benito entretiene a Dani en el rellano. Esta vez para hablarle sobre unas enormes ratas que han aparecido en el edificio. Pero Dani, el protagonista de Y retirarme para siempre de la realidad, no es que le preste demasiada atención. Ya sabéis, los caminos de la imaginación son inescrutables. El caso es que mientras el conserje continúa su discurso y Dani fantasea con otras realidades, la vida sigue. Benito con sus ratas; doña Paquita, una vecina, con sus encargos en la farmacia… sí, definitivamente la vida sigue.

Dani acude como cada día al bar Castilla. Hoy, sin embargo, todo será diferente. Una elegante mujer cruza las puertas del bar y Dani no puede evitar fijarse en ella. Más perplejo se quedará, aún si cabe, cuando esta se le acerque: “No tienes ni idea de quién soy, ¿verdad?”. Tras realizar varias conexiones mentales y alguna que otra pista, se desvela el secreto: se trata de la Rufa, hermana del Rufo, un antiguo amigo del barrio. Aunque ahora la Rufa es Rocío, una despampanante diseñadora de joyas que está a punto de cambiarle la vida.

Ni que decir tiene que Dani cae desde el primer segundo atrapado en las redes de Rocío y ella, muy consciente de ello, decide engatusarlo para lograr su objetivo. Necesita que entre en la casa de su tía Margarita, que falleció hace más de diez años y que, precisamente, vivía en el mismo edificio que él. Resulta que hay una herencia escondida en la casa, nada más y nada menos que en un escritorio victoriano. Pero claro, en esa casa ahora vive doña Sagrario. ¿Cómo logrará entrar en ella para buscar la herencia? Dani comienza entonces a urdir el plan perfecto para recuperar el dinero y, por supuesto, para sorprender a Rocío. No hay nada que pueda parar a este hombre de acción dispuesto a entrar en el corazón de esta mujer.

Y a partir de aquí, lectores, la trama de Y retirarme para siempre de la realidad comienza a enredarse casi tanto como los pensamientos de Dani cuando Benito le habla: allanamientos de morada, mentiras, pintores polacos, vecinos surrealistas, policías, pasadizos secretos a través de un armario, gatos que comen flan, sectas asesinas… Todo esto y más, mucho más, encontraréis en las páginas de esta original novela que tan bien me lo ha hecho pasar estos días.

Luis A.D Mirado (Mieres, Asturias), autor de La cruz de Euge, nos regala con su segundo libro una historia digna de una mente privilegiada. Una novela divertidísima que te transportará a otras realidades y que te sumergirá en un mundo donde todo es posible.

La verdad es que hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien con una novela. Me he reído muchísimo, he disfrutado y me he dejado llevar de la mano de Luis A. D Mirado a este universo surrealista tan real que nos regala en esta fantástica novela. Con un estilo ágil, directo y un sentido del humor absurdo digno del mismísimo Woody Allen o los increíbles Monty Python, no puedo más que recomendaros Y retirarme para siempre de la realidad.  

No se me ocurre mejor lectura para estos días de verano.

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