Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas y panes dulces y salados

Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes, dulces y salados, de Caroline Bretherton

Pasteles pastas galletas merengues tartas panes dulces saladosYo tengo una debilidad: los postres. Pero como toda debilidad, se me da fatal hacerlos. Siempre que he intentado ponerme a hacer algo, acabo abriendo el horno y encontrándome una mancha borrosa donde deberían estar magdalenas, pasteles, o todo aquello que requiera un mimo especial en su elaboración. Por eso, cuando descubrí este libro, tenía que tenerlo. Esta es mi debilidad, ¿recordáis? Así que cuando lo tuve entre mis manos, babeé del gusto por el simple hecho de pensar en todo lo que podía aprender, en todo lo que podía construir (en mi mente, la repostería es como la carrera de ingeniería, ni más ni menos), y en aquello que iba a endulzar mis tardes, noches, días, y todo lo que se terciara. Pero, ¿sería capaz? Aquí, donde me veis, me puse el delantal, y empecé a hacer realidad algunas de las recetas que, en “Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados” (he cogido carrerilla para escribirlo, lo prometo), aparecen. ¿Cuál fue el resultado? Una autoestima elevada y mis primeros postres bien hechos. ¿Se puede pedir más? Ah sí, que esto es una reseña. Veréis lo que sigue, si después de leerme, no corréis a endulzar vuestra vida como yo lo he hecho, es que no tenéis perdón. Lo prometo por todos los ingredientes que han acabado en la basura.

 

Blume, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en una de esas editoriales que siempre aparecen en mi memoria cuando quiero tener algún libro que merezca la pena. Gastronomía, fotografía, y un sin fin de aficiones que aparecen editadas con sumo cuidado. Pero hablando de comida, de postres, de a lo que todos gusta, pero pocos saben hacer (por lo menos a mi alrededor), resulta que estamos ante una de esas maravillas que te hacen sentirte provechoso cuando ves el resultado final y aparece como si fuera de la nada algo tan extraordinario como algo, sencillamente, bien hecho. ¿El primer acierto de este libro? Ser sencillo. Resulta curioso cómo los demás libros que he consultado, las diferentes páginas en las que me he introducido buscando algo que me apeteciera, parecían estar destinadas a que el cocinero con más estrellas Michelín del mundo las visitara. Había muchas veces que no entendía ni una palabra. Pero eso no sucede aquí. Tú abres el libro, y en seguida te enteras de lo que hay que hacer, de lo que necesitas, de la forma de elaboración, de los ingredientes, en definitiva, te das cuenta que el mundo de la repostería no es tan complicado como te lo habían pintado.

¿Cuál es el segundo de los aciertos de “Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados”? (he vuelto a coger carrerilla para escribirlo, lo prometo). Que, cuando muchas veces los libros de cocina, echan para atrás a la gente que me rodea, este libro ha conseguido que todo el mundo quiera tenerlo. Puede que sea por su edición (esos colores y lo que encontramos en su interior es apetecible desde la primera página), puede ser por su precio (y sí, en esta reseña también hablo de precios, porque una de las partes básicas de nuestras lecturas es mirar el bolsillo) que hace particularmente asequible un libro con esta edición tan exquisita, o puede que sea porque la cocina, los libros de cocina, tienen esa sensación en la gente de que se está creando algo conjunto. La repostería, como ya he dicho antes, siempre ha sido una de mis debilidades, uno de mis puntos flacos en la cocina, pero con este libro se ha convertido en un reto más a tener en cuenta en mi vida. Los postres, desde siempre, han tenido una atracción desmesurada: siempre que viajo, intento encontrar el postre típico y hacerme con él, probarlo, y conseguir su receta (en algunas ocasiones no lo he conseguido, pero todo se andará). ¿Es este, entonces, un libro imprescindible para alguien como yo? No creo necesario dar una respuesta afirmativa, por ser lo suficientemente clara: sí, este libro hará las delicias de todos aquellos que ya son maestros de la cocina, pero también para todos aquellos que se enfrenten a las cremas, masas, y un largo etcétera, por primera vez.

En el mundo editorial, hay muchos libros de repostería. Pasas por una librería, y tanto estímulo termina por avasallarte y no sabes muy bien qué comprar. Pero si te paras un poco, si haces caso a esta reseña, no sólo sabrás qué tienes que comprar (en nuestra librería online es tan sencillo como hacer click y listo) sino que, además, podrás convertirte en un repostero de los de toda la vida, sorprendiendo a propios y extraños.

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