Ahora en noviembre

Reseña del libro “Ahora en noviembre”, de Josephine Johnson

Ahora en noviembre

“Ahora en noviembre es cuando puedo ver nuestros años en su conjunto. Este otoño es un final y un comienzo en nuestras vidas (…) Ha sido un año largo, más largo y más lleno de significado que los diez años que le han precedido”

Hace casi 90 años que se publicó en EE.UU.  “Ahora en noviembre”, una novela que narra un año en la vida de tres hermanas en la granja de sus padres tras la Gran Depresión, y ahora, Alianza Editorial la recupera con traducción de Ainize Salaberri. Josephine Johnson sigue disfrutando del privilegio de ser la persona más joven en recibir el Premio Pulitzer, y lo ganó precisamente con esta novela que podemos disfrutar tras muchos años de espera.

Cada página de Ahora en noviembre describe con sutil amargura los sacrificios que realizan día tras día los granjeros y sus familias, el dolor que causa una sequía o un fuego, por pequeño que sea, la fatalidad que supone no salir a trabajar una mañana ni siquiera por el duelo de un ser querido (hay que ordeñar las vacas y dar de comer a los cerdos como poco).

El punto de partida de Ahora en noviembre es la Gran Depresión, porque es por su causa que esta familia debe volver al punto de partida desde el que salieron muchos años atrás. Pero no es a lo único que hace referencia, también da un repaso a la importancia de la familia en un oficio tan sacrificado, la tristeza que padece un granjero que sólo ha tenido hijas y ningún varón que lo acompañe en sus tareas, o del que habiéndolos tenido, ve cómo en la primera oportunidad cambian de oficio y lo dejan tirado como a un perro.

Los frutos que da la tierra le sirven al granjero para pagar la hipoteca de sus tierras y poder comer todos los días, pero nada más. Si alguno logra ahorrar algo lo gastará en maquinaria o en ampliar el ganado (si tiene suerte y no han sufrido mayores desastres). Ni siquiera los animales comen más que sus amos. Aquí nadie disfruta de las ganancias obtenidas sencillamente porque no las tienen. Todo se basa en la esperanza de que la siguiente cosecha sea mejor.

Una cosa que he aprendido leyendo Ahora en noviembre es que cuando la sequía aparece, se produce la muerte del granjero. Hay mucho dolor en escuchar la tormenta alejarse sin que descargue sobre tus tierras ni una mísera gota de agua, mucho desanimo cuando ves que el color verde se va apagando en el paisaje y que ni siquiera podréis usar lo plantado para alimentaros.

No había leído nunca a Josephine Johnson y he descubierto un bonito y sencillo estilo de contar historias.

Ahora en noviembre es un retrato de costumbres, rutinas, y deseos frustrados. Las tres hermanas protagonistas son tan diferentes entre sí que se podría decir de ellas que no comparten genes, con una madre silenciosa y trabajadora y un padre menos cariñoso pero muy honrado. Crecerán en un ambiente que no les termina de convencer pero saben que es el que les ha tocado, y con ello, de una forma u otra, van avanzando en la vida.

La hermana mayor es muy antisocial, tanto, que no soporta estar ni con su propia familia, intenta encontrar su sitio pero ninguno de los que se le ofrece le parece suficiente. La hermana pequeña es  aparentemente la más dócil, intenta ir por la vida sin hacer ruido, pero no por ello es más débil. Y la hermana mediana, la que nos narra la historia, quiere ser algo más en la vida, pero ni puede ni la dejan y asume lo que tiene con valentía. ¿Se les pueden achacar clichés? No, porque Josephine Johnson escribe con una naturalidad que da a sus personajes realismo, credibilidad y justicia.

Seremos testigos en Ahora en noviembre de cómo puede ir apagándose un hombre con el paso de los años cuando ha probado una vida diferente de la que vivieron sus padres y a tenido que volver a ella porque no ha tenido otra opción; veremos cómo se fraguaron las primeras movilizaciones en EE.UU. de los granjeros para mejorar sus ganancias, pero siempre con la convicción de que no serán ellos los que disfrutaran las ventajas, sino aquellos que les aguardan en el futuro. Y sufriremos los sinsabores que trae consigo el amor no correspondido cuando un joven pase a vivir en el hogar familiar para ayudar al padre en la granja y las chicas lo vean desde sus respectivas miradas.

Es una lectura sencilla, pero para nada simple. Un placer intelectual que permite entender por qué fue galardonada con el Pulitzer. No sé cuáles fueron las otras opciones para el premio ese año, pero imagino que no tendrían la sensibilidad de la que goza Ahora en noviembre.

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