Ateísmo para principiantes

Reseña del libro “Ateísmo para principiantes”, de Richard Dawkins

¿Crees en Dios? Pues no deberías. O eso es al menos lo que defiende Richard Dawkins, como científico y excelente divulgador de la ciencia, en este nuevo libro suyo Ateísmo para principiantes. Quien quiera comprobarlo puede echar un vistazo a una de sus obras de referencia La magia de la realidad. Es además uno de los mayores expertos en biología evolutiva, responsable de la archifamosa teoría del gen Egoísta, que da título a otro libro suyo. Desde hace tiempo, usa sus bastos conocimientos en el campo para atacar supuestas pruebas de la existencia de Dios. En esta dirección ha escrito El relojero ciego y especialmente,El espejismo de Dios, considerado por algunos “la biblia del ateísmo”. 

Pero Dawkins no es solo un intelectual que agota su actividad en la producción de libros y documentales sino un activista, que promueve el ateísmo en la calle, con acciones como la famosa campaña de autobuses ateos en cuyos laterales podían leerse mensajes como: “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Con razón, Dawkins es considerado uno de los llamados Cuatro Jinetes del Apocalipsis, que lideran el movimiento cultural conocido como Nuevo Ateísmo.

En Ateísmo para principiantes, Dawkins defiende que Dios no existe. Eso no significa que tenga pruebas contra su existencia. Tampoco le hacen falta, dice, igual que a ti no te hacen falta pruebas contra la existencia de los gamusinos para afirmar que no existen. La cuestión es si hay razones para creer en su existencia y Dawkins asegura que no. Y como buen científico, además trata de demostrarlo.

Una de las razones que llevan a la gente a creer en Dios es lo maravillosamente bien hecho que está todo en la naturaleza. Dawkins dedica un extenso capítulo a explicar algunas de las maravillas que puedes encontrar en el mundo natural. Mi preferida es la del pulpo, que puede camuflarse con el entorno gracias a que “toda su piel es una pantalla de televisor gigante” con millones de píxeles, que cambia de color de una forma muy parecida a como lo hace un monitor. ¿Cómo algo tan bien diseñado va a ser resultado de las fuerzas ciegas del azar? ¿No te hace todo pensar que la piel del pulpo ha tenido que ser creada por algún tipo de inteligencia? Y de esta manera asoma su cabecita la conocida Teoría del Diseño Inteligente. Sin embargo, Dawkins defiende de manera convincente que, para explicar estas maravillas, no necesitamos recurrir a Dios sino a Darwin y su teoría de la evolución por selección natural. 

Otra razón que lleva a la gente a creer en Dios es la Biblia, considerada como un testimonio de las acciones de Dios en la Tierra. Así, según el texto sagrado de los cristianos, Dios liberó al pueblo judío del cautiverio egipcio, enviando al faraón diez plagas para hacer torcer su voluntad y envió a su hijo, Jesús, que dio pruebas de su divinidad, realizando milagros, como convertir el agua en vino o resucitar. Muchas personas fueron testigos de esos milagros, piensa el creyente. Y habrá registro arqueológico de que los egipcios esclavizaran a los judíos y padecieran diez plagas por ello. ¿No son todas éstas, pruebas de la existencia de Dios? 

Los primeros capítulos de Ateísmo para principiantes analizan el valor de la Biblia como fuente fiable de conocimiento de hechos históricos. Respecto a las historias del Antiguo Testamento, Dawkins defiende que “no tenemos más razones para creer en ellas que en las historias de Homero sobre Aquiles o Helena”, o sea, que son meros mitos. El Nuevo Testamento es distinto pero tampoco es muy de fiar, pues fue escrito años después de morir Jesús y es más que probable que las historias que cuenta sufrieran distorsiones de quienes las escucharon del estilo del teléfono escacharrado, por no hablar de las incoherencias entre los evangelistas.

Ateísmo para principiantes está escrito como una guía para vivir sin Dios. Por eso, además de ensayar una explicación evolucionista de la creencia en la divinidad, Dawkins dedica varios capítulos a discutir la cuestión de si hay que ser creyente para ser bueno y en concreto, si la Biblia con sus Diez mandamientos debe ser considerado el libro de ética que debemos seguir. Y de paso si Dios es realmente un modelo de bondad, como pretenden. Porque la fe no debe ser una excusa para no pensar.

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