Destino, de María Martínez

DestinoMaría Martínez es una autora que seguro muchos conocéis por libros como Tú y otros desastres naturales y La fragilidad de un corazón bajo la lluvia. Para mí era una autora más que siempre dejaba para más adelante. 

Sin embargo, cuando apareció ante mí la magnífica portada de Destino, debo reconocer que mis ojos se abrieron como platos, el corazón me latió desbocado y sí, se me cayó la baba. ¿Se puede ser más hermosa? No, creo que no.

Esta obra, al igual que los otros dos títulos de la saga, fue autoeditada en 2012. Lo que pasa es que ahora la editorial Titania ha querido darle otro enfoque y traernos de nuevo esta trilogía. Y yo se lo agradezco mucho, porque si no hubiera sido por esta editorial y su reedición, yo habría seguido posponiendo a María. Y, ¿qué os voy a contar? ¿Una novela con vampiros y licántropos? Yo me tiro de cabeza. Sin duda, fue amor a primera vista. No, mejor aún. Amor al primer mordisco.

En ella encontramos a William, un vampiro que tiene algo que lo diferencia de los otros: puede caminar bajo la luz del sol. William no se alimenta de sangre humana. William tiene un pasado que le atormenta, un objetivo, un amigo licántropo y un nuevo problema que le atrae demasiado: Kate. Un pacto entre vampiros y licántropos, actos, consecuencias, sangre y pasión. William, Kate, secretos y verdades dolorosas.

Una gran verdad es que todo lector busca que una historia le atrape desde el primer momento. Y yo puedo decir que con esta novela me ha pasado. Ya su prólogo, que nos traslada a 1863 y nos empuja a esa transformación que sufre Amelia, es simplemente perfecto. Esa fuerza vampírica me cogió de la mano y no me soltó hasta llegar a la página 441.

En mi opinión, la autora ha construido unos personajes con gran profundidad y con una personalidad significativa. Todos ellos tienen unas creencias, unos ideales y unos motivos para hacer lo que hacen. Sus clanes, sus vidas, sus líderes, todo posee una gran complejidad que al mismo tiempo es muy fácil de comprender. Todo fluye de forma natural y consigue mantenernos expectantes, enganchados a la trama y a su desarrollo.

Además, el hecho de que al comienzo se alternen los capítulos que se desarrollan en la actualidad con otros del siglo XIX da mucha vida a la historia. Es una combinación perfecta entre ese ambiente antiguo, de tiempos pasados, caserones, misterio, vampiros sedientos y clanes, y una actualidad de adolescentes humanos en un pueblo de New Hampshire, lugar donde se conocen William y Kate.

Y aunque sí que es cierto que esa actualidad y la relación entre los protagonistas puede tener cierto aire en algunos aspectos a Crepúsculo, no hay nada de malo en ello. No me he desencantado ni me he aburrido porque así fuera, al contrario. Creo que la aparición de Kate en la vida de William es algo necesario para acabar con esos fantasmas que atosigan al vampiro, para que olvide su pasado de una vez por todas y viva el presente. Un presente que le convierte en un ser poderoso y especial, con nuevos dones que le diferencian de los suyos.

Pero en realidad, aunque haya vampiros y licántropos, yo he sentido que esta novela nos habla de las relaciones, del dolor, de los remordimientos, de la esperanza, de la ilusión de un nuevo amor, de la amistad y la lealtad a pesar de las diferencias, de aceptarnos tal como somos y en lo que nos hemos convertido, de encontrar la luz en un mar de oscuridad y aferrarnos a ella.

En definitiva, esta novela me ha hecho conocer la hermosa, profunda e íntima pluma de María Martínez. Una pluma que habla de la soledad, de los errores cometidos y de las consecuencias. Una pluma que ahonda en los sentimientos del vampiro William. Un personaje que tiene todas las papeletas para convertirse en un gran crush literario. Un vampiro distinto al resto de vampiros, esos seres sobrenaturales, inmortales y letales que tanto adoro en la literatura y en el cine.

Destino, primer tomo de la trilogía Almas Oscuras, es una de las mejores novelas sobre vampiros que he leído este año, y creedme cuando os digo que han sido unas cuantas. Es una historia que bebe de las sensaciones, de los miedos, de la melancolía, de la tristeza y del temible paso del tiempo.

María Martínez y su prosa han sido todo un descubrimiento para mí, así que espero que Presagio y Sacrificio no tarden mucho en llegar a mis manos.

 

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