El noctario de Anna von Schlotterstein, de Angela Sommer-Bodenburg

El noctario de Anna von SchlottersteinLas novelas infantiles de El pequeño vampiro marcaron gran parte de mi infancia. Recuerdo con mucho cariño aquellos libros porque me los llevaba a todas partes: al parque, a la piscina —de hecho uno de ellos, El pequeño vampiro en la granja, se mojó y fue un drama para mí—, a casa de mis familiares… Siempre con un libro de aquella saga a cuestas. Tenía un póster de Rüdiger y Anton, y calendarios donde aparecían la tía Dorothee y la abuela Sabine la horrible. 

Por eso, cuando descubrí que L’Encobert había publicado El noctario de Anna von Schlotterstein, de Angela Sommer-Bodenburg —la misma autora de la colección—, no tuve dudas. Quería leerlo. No, ¡qué digo! Debía leerlo.

Han pasado muchos años, pero la escritora sigue en pie para regalarnos un nuevo tomo con terroríficas aventuras protagonizadas por esos personajes que tanto me hicieron disfrutar —y encima desde el punto de vista de la hermana pequeña—. ¡Imposible ignorarlo!

Así que, lectores, si queréis conocer los sentimientos y pensamientos de Anna y destapar todos los secretos que esconde su noctario —su diario pero escrito por la noche, claro. No olvidemos que es una niña vampira—, os prestaré la llave que abre su candado para que sigáis leyendo.

Anton, el amigo humano de Rüdiger, recibe un paquete negro. Cuando lo abre descubre el regalo más preciado que la hermana del vampiro le pueda hacer: su noctario. En él, Anna ha escrito todo lo que ha ocurrido desde que Anton entrase en sus vidas, así como secretos familiares —por lo que este libro nos lleva al comienzo de la saga desde la perspectiva de la pequeña de los Schlotterstein—. Lo malo es que tener un noctario está terminantemente prohibido entre los vampiros, ya que si cayera en manos de la persona inadecuada, la familia correría peligro. No obstante, Anna no lo puede evitar y vuelca en él todo lo que necesita expresar. Pero eso no es todo. Anton encuentra una pluma negra junto al noctario. Una pluma con poderes especiales que el niño y nosotros mismos tendremos que descubrir.

Dicho esto, creo que la autora demuestra con este libro que ha sabido retomar sin problema la historia de El pequeño vampiro, y que además el paso de los años ha hecho que incluso mejore y se reinvente. Estando como estamos en 2020, me parece ideal que le haya dado voz y protagonismo a una niña, pero no a una niña cualquiera, sino a una niña vampira. Por lo que estoy encantada de tener entre mis manos una novela de esta colección que nos invita a experimentarlo todo desde los ojos de Anna.

Sí, Anna. Porque en este libro, en su noctario, nos desnuda su alma. El alma de una niña o… ¿de una mujer en el cuerpo de una niña? Porque años tiene muchos, pero todavía bebe leche y no le gusta lo que toman sus familiares. Ya sabéis, ¿no? Así que digamos que no es una vampira en toda regla.

Pero sabe tomar decisiones, es fuerte y segura, sensata, leal, comprensiva, buena hermana y mejor amiga. Incluso nos desvela que, antes de que Rüdiger conociera a Anton, ella ya había hecho amistad con una humana. Sin embargo, las cosas no salieron… bien. Y lo más importante, Anna sopesa los pros y los contras de ser un vampiro. Nos cuenta cómo se convirtió su familia y qué circunstancias la empujaron a su transformación. Porque a veces, aunque no queramos hacer algo, el amor por los nuestros nos obliga a dar el paso.

Y, ¿qué os puedo decir de las ilustraciones? ¿Sabéis quién las hace? Sí, sí, ni más ni menos que la ilustradora original, Amelie Glienke, que ha vuelto a colaborar en este libro. Sus creativos y graciosos dibujos me han sacado una sonrisa, porque sin ellos esta historia no sería lo mismo.

En resumidas cuentas, El noctario de Anna von Schlotterstein me ha hecho disfrutar mucho y reencontrarme con personajes clave de mi niñez. Personajes que estaban guardados en mis recuerdos deseando volver a volar con sus capas de vampiro. Personajes que nos enseñan que entre amigos de verdad no deben existir los prejuicios.

Vampiros y humanos, humanos y vampiros. Siempre que vengan de la mano de Angela Sommer-Bodenburg será un placer volver a saber de ellos. En esta ocasión nos ha hecho llegar lo que esconde el corazón, loco por bombear, de una niña tan especial como Anna la Desdentada, Anna la Valiente, Anna von Schlotterstein… Para mí, simplemente Anna.

 

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