Enigmas de Ciencia

Reseña del libro-juego “Enigmas de Ciencia”, de Víctor Escandell

Sabes que un libro-juego funciona con las criaturas cuando en un despiste tu hija pequeña lo coge y se pone a dibujar los personajes y a componer sus propias escenas. La producción sobre lo leído es la señal del éxito en esa experiencia lectora. Los dibujos de Víctor Escandell lo ponen muy fácil. Y es que este nuevo título de la colección de Enigmas que edita Zahorí fue un descubrimiento al que seguimos la pista (juaz juaz) desde 2018. Primero fueron Enigmas de Misterio y luego Enigmas de la Historia. Ambos divertidísimos, bellos y con mucho que aprender.

En esta ocasión son Enigmas de la Ciencia. Para una persona de letras puras como yo un título así por lo menos asusta. Por un momento, dudé si sería capaz de acompañar a mis peques en el desafío. Más bien diría que me han cogido ellos de la mano. Ahora que el contenido escrito de Ana Gallo, tanto en cada uno de los 25 enigmas como en las explicaciones finales, hacen fácil la teoría de cuerdas. Ahí queda eso. Fácil no significa reducirla o simplificarla como otras publicaciones infantiles que en un afán de hacer digest para los menores pierden calidad o rigor. Para nada, aquí hay mucha verdad verdadera, solo que accesible para peques a partir de 6 años.

Los Enigmas están clasificados en materias y en dificultad. Recorren la biología, la astronomía o la óptica. Además de la solución que esconde la solapa en cada doble página, al final del libro hay un “extra” en clave científica que ahonda en la explicación de la respuesta y propone un experimento para afianzar esos conocimientos. Tanto en los propios Enigmas como en estas sugerencias, el humor es la tónica. En una entrevista, el autor confesaba que se imaginaba a los padres y a las madres pensando: “¿Será bribón?”.

Agradezco hasta el infinito que un libro de ciencia no tenga sesgo de género, es decir, que cumpla la paridad tanto en los personajes como en las referencias científicas. Merci Víctor y Ana y Zahorí. Desde las primeras páginas, si a un lado está Stephen Hawking o Albert Einstein al otro está Marie Curie o Rosalind Franklin. Combatir las desigualdades de género empieza por dejar de invisibilizar los referentes y este libro-juego es “de calidad” también en este aspecto.

Por último, poner en valor la belleza de la paleta de colores que, siendo básica, es elegante y acertada. Un color destacado en cada doble página, con negro y un pequeño contrapunto en rojo. La información visual, la composición de las escenas como si de un cuaderno de un detective y sus anotaciones se tratase, y los datos facilitados en las 4 pistas de cada desafío hacen que la investigación de esos Enigmas resulte gratificante en todos los sentidos.

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