Everless: La hechicera y el alquimista, de Sarah Holland

everlessEverless: La hechicera y el alquimista ya nos hace ver, por su diseño de cubierta, que la historia gira en torno al tiempo. Un reloj de arena de cristal… El cristal denota fragilidad, así que nos invita a entrar en una novela donde hay que tener cuidado con el tiempo, porque éste es peligroso y va a tener un gran protagonismo por su debilidad e importancia. Y como guinda del pastel, una corona plateada que se sitúa encima del reloj. Una corona que tiene toda la pinta de encajar perfectamente en la cabeza de alguna mujer. Y claro, si nos detenemos un poco en el título de la obra, nos pica el gusanillo al saber que nos van a contar un cuento sobre una hechicera y un alquimista. Y a mí esos temas me fascinan, no puedo remediarlo. Brujería, magia, elixir de la vida eterna… Una delicia, vamos. Me hice con esta novela por casualidad ya que no estaba el libro que buscaba, y en su lugar me llevé éste. Hice bien, pero que muy bien. Os diré por qué.

En esta novela de Sara Holland, que es la primera de una bilogía, podemos encontrar un reino llamado Sempera, donde hay una reina temida, distante, mágica, eterna… Quizás del tipo «Reina de corazones», pero más oscura y enigmática. Una familia poderosa a la que todos deben respeto y lealtad: los Gerling. Roan y Liam son los hermanos Gerling, donde Roan se nos presenta como el bueno, encantador y atractivo, y Liam es el extraño y cortante. Los Gerling viven en Everless. Y por otro lado, está nuestra protagonista, Jules, que vivió su infancia junto a su padre, en el castillo de los Gerling. Debido a un hecho terrible, Jules y su padre tuvieron que huir de Everless. Ahora, años después, Jules vuelve a Everless como sirvienta para ganar tiempo.

Dinero, tiempo, hierro y sangre se funden, se fusionan. La gente vende su sangre, su tiempo, que se mezcla con el hierro y así obtiene monedas para pagar las deudas y demás. Cuanto más pobre eres y más sangre vendes, menos tiempo te queda y más envejecido y enfermo te encuentras. Los ricos, como los Gerling, tienen tiempo para vivir cientos de años, por supuesto.

Jules va descubriendo detalles de su pasado, de su infancia y de la verdad acerca de quién es ella y de quiénes son los que la rodean. Amigas nuevas como Caro e Ina nos darán qué pensar y nos mantendrán en vilo. Poco a poco nos sumergimos en un mundo lleno de secretos que solo podemos ir descubriendo al mismo tiempo que Jules, ya que es la única narradora subjetiva en primera persona. Por eso estamos más limitados a conocimientos, porque solo vemos lo que ocurre a través de los ojos de la protagonista. Sueños turbios, cuentos infantiles, la zorra y la serpiente, metáforas, etc. Y es que el hecho de que tengamos una narradora subjetiva en primera persona es algo maravilloso porque nos hace saborear la historia de primera mano, permitiendo que sintamos todo como si fuéramos Jules, experimentando lo que ella vive en cada instante.

Sí que es verdad que no hubiera estado mal un narrador objetivo en tercera persona en algunos capítulos para poder ver más allá y descubrir detalles antes que Jules. Pero bueno, no es algo que haya echado en falta. Me ha apasionado vivir la historia dentro de la piel de Jules y considero que la autora ha hecho un gran trabajo al crear Sempera y este universo lleno de giros inesperados, alquimia, sangre y sobre todo tiempo. Quizás no nos damos cuenta en nuestro día a día de que el tiempo está ahí y nos controla. Nosotros vivimos por y para el tiempo. Frases como «Ya no me queda tiempo», «Voy muy justa de tiempo» o «No tengo tiempo» son algo habitual y cotidiano en nuestras vidas. Por eso Sarah Holland ha querido dar la importancia que se merece al tiempo, y ligarlo claramente al dinero, que es otra de las cosas fundamentales en nuestra sociedad. Tiempo y dinero, dos en uno. Sin tiempo no podemos vivir, y desgraciadamente sin dinero tampoco.

A mi parecer esta novela tiene retazos de La Bella y la Bestia. Chica diferente, particular, vive con su padre y llega a un castillo oscuro con sirvientes. En este caso diría que el personaje de Liam Gerling es la Bestia. Oscuro, silencioso, misterioso y a todas vistas un malo malísimo… ¿O no? Además, también me ha recordado a la película In time, como no podía ser de otra forma.

En resumen, Everless: La hechicera y el alquimista es una joyita para todos los que amamos los cuentos mágicos de brujas antiguas y secretos contados en la oscuridad. Una novela que habla de poder, dinero, venganza, recuerdos y tiempo. Sobre todo tiempo.

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